Crush [l.h.]

33

no podía salir hoy, cuando venía Patrick estaba prohibido salir. Papá decía que tenía que aprovechar el tiempo con Patrick ya que cuando él se fuera a Estados Unidos no tendría tiempo para mí, ni para su familia.

Tenía miedo de salir de mi habitación, en cuanto Patrick me viera se acercaría a mí con el fin de acosarme. Él único que sabe esta historia negra es Luke, ni Collin. Patrick había venido solo y se quedaría a dormir en mi casa, para mi mala suerte en mi habitación ya que la de los invitados estaba ocupada por mi abuela.

Aún no me vestía, prefería dibujar en el marco de la ventana observando el cielo que hoy estaba gris. Mamá abrió la puerta de mi habitación, no quería bajar y ver a Patrick, aún me asusta.

-alguién te busca -dijo ella buscándo ropa en mi armario.

-¿quién?

-no lo sé, pero no puedes salir y eso lo sabes -sacó un vestido blanco del armario y me lo tiró en la cara- vistete y baja a ver quien te busca, no pienso hacerlo entrar.

Me vestí a un ritmo lento, me hice una cola y me quedé con pantuflas. Bajé las escaleras y lo primero que vi fue a Patrick sentado en el sofá con esa mirada de depravado que tanto me asustaba, siempre me miraba con esos ojos como de loco. Fui a abrir la puerta con las manos tensas al ver a Patrick.

-señorita Jones, la estaba esperando -Luke estaba en la puerta. Se veía tan lindo.

-¿Qué haces aquí? -susurré.

-creí que querías otra dosis de besos -sonrió él- Ash nos está esperando en el auto, vamos -me jaló del brazo.

-ya te dije que no puedo salir... está... mi... mi... mi primo.

-me puedo encargar de él, hice un gran viaje desde sydney hasta allowah.

Patrick se levantó y se acercó a la puerta. Él se puso a mi lado y puso una mano un poco arriba de mi trasero. Quería llorar, pero no podía. Luke notó en mi un dolor emocional.

-me tengo que ir -le dije a Luke- perdón.

-no me iré de aquí sin ti.

-vete de aquí rubio, ella no puede salir -dijo Patrick.

Luke empujó a Patrick y me agarró del brazo hacia el auto en donde se encontraba su amigo en el asiento del chofer. ¿Por qué mierda vino? en cuanto Luke se vaya me darán un sermón de horas repitiendo una y otra vez que no puedo salir cuando esta Patrick porque él es familia y así. Patrick se paró con dificultad y se preparó para correr en mi busqueda, pero ya era muy tarde. Ya había arrancado el auto.

Nadie decía nada, Luke y su amigo se reían y cantaban la canción que estaba en la radio "what i like about you" los dos cantaban muy bien, sobre todo Luke. Otra razón más para convertirse en el crush perfecto.

Tenía 10 llamadas perdidas de papá y 30 de mamá. Me van a matar por culpa de ese pendejo. En cuanto terminó la canción Luke le bajó el volúmen a la radio y se dio la vuelta para mirarme.

-¿qué te pasó? no tienes muy buena cara -dijo él.

-40 llamadas perdidas no son muy buenas noticias, aparte estoy en pantuflas. Estoy de maravilla -reí sarcasticamente.

-Luke, las cagaste -rió su amigo- deberías comprarle zapatos para remediar algo.

-le pedimos un par de zapatos a la hermana de Calum -bufó Luke- nos quedan como unos 20 minutos a sydney ¿no? ¿puedes aguantar 20 minutos con pantuflas.

-¿¡Qué!? ¿iremos a Sydney? -dije de un grito.

-era una sorpresa -sonrió Luke.

Qué imbécil es. Ahora si que estoy frita, demonios, demonios, demonios. Castigada de por vida. Maldito Luke, púdrete Patrick, púdrete papá, púdrete mamá, púdrete Collin, púdrete mundo. No podía aguantar más con estos sentimientos, me estoy ahogando, creo que me voy a desmayar.