Crush [l.h.]

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-¿Ayer estuviste con Aleisha? -le dije en cuanto volvió del mar.

-no pasó nada, estaban los chicos. Fue una reunión de ex compañeros.

-Al parecer volviste a ser su amiga -le tiré el celular en el pecho- eres un hijo de puta.

-No puedes enojarte por esa tontera -bufó- ella es mi ex y tú eres mi novia ahora.

-los ex no pueden ser amigos, imbécil.

-y no lo somos -me tomó de la mano- quizás ella lo dice, pero que se joda. Yo te amo a ti, solo a ti.

-¡Patético! -le grité para captar la atención de todos.

Él se quedó callado, yo igual, todos nos miraban. Lo odiaba, maldición.

Lo odiaba jodidamente como para romperle los testículos, es un cabrón, un hijo de puta. Pero también lo amaba, le di todo lo que le podía entregar. Mi cuerpo.

Sólo quiero irme a la mierda del mundo, volver atrás para no observar ese mensaje o más atrás aún para no haberle entregado mi virginidad, porque es un hijo de puta. Tuve que abrazarlo, si no lo hacía lloraría sin razón alguna. Espero que ahora no me llegue la menstruación, por favor.

-Eres un hijo de puta y lo sabes -le susurré al oído.

-Y tú eres una chivata demasiado celosa.

No sé que weá pasó, no sé que weá ocurrió, ni que weá hizo que todo volviera a ser como antes. De la nada estabamos de los más bien jugando en la arena como niños chicos.

Luke me había regalado chocolates, eran de esos caros, no de los que venden en la calle por un par de monedas que vienen muy derretidos y están más vencidos que la vagina de mi abuela. También me regaló un osito panda de peluche.

Yo en cambió le di de los chocolates baratos, derretidos, vencidos como la vagina de mi abuela rellenos de frutilla. Aparte le di sexo, ¿Qué mejor regalo que ese? ah.

Posiblemente nuestra relación si perdure por mucho tiempo, si es que mis celos no me juegan una mala pasada.

>> Aclaro que de ahora en adelante vendrán puras conversaciones por whatsapp <<
>> No narraré cuando el Lukey se vaya a Massachusetts porque me da paja:c y eso jojo<<