Capitulo 2 El Idiota Machista

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👆Los Hermanos Stone👆

Sentí un hormigueo en mi estómago cuando James nos teletransportó a la mansión del Gran Maestro. Esto parecía un condominio de mansiones. Pero la mansión principal era impresionante. Aunque parecía un museo por la cantidad de estatuas de gente innecesariamente desnuda y la gran colección de artefactos raros.

Mientras seguía, pude notar la cantidad de guardias amargados que habían en los pasillos. Incluso mi hermano se me acercó y susurró- Lett esta mansión es una versión moderna del Castillo de Drácula. ¡Tiene más seguridad que una puta cárcel!

No pude aguantar una carcajada por sus ocurrencias. Sip, ese es mi hermano y pensar que es 2 años mayor que yo. A pesar de su edad es un idiota inmaduro. Aaron y yo somos muy parecidos físicamente ambos tenemos el cabello negro, los ojos azules y ni hablar de nuestros rasgos físicos.

James se detuvo en una sala de espera, la cual tenía un largo sofá de cuero que daba la espalda a unas puertas de cristal que daban a la piscina- Volveré en un minuto, Aaron necesito que vengas conmigo- y así fue como me quedé sola en esta gran sala de espera.

Demasiado nerviosa como para sentarme, me acerqué a las puerta. El pequeño balcón daba a una piscina. Mas allá de la piscina pude ver una playa decorada con palmeras. Bueno, parece que es verdad que vive en el Caribe. Me imaginé que el lugar luciría hermoso bajo la luz del sol. Aunque la luz solar no nos afectara de ninguna manera, eramos criaturas nocturnas que nos covijábamos en la oscuridad de la noche para cazar.

Como gran amante de la natación, no pude resistirme ir hacia la piscina, donde la luna se reflajaba en la superficie, dándole una apariencia casi mágica. Estaba a punto de sumergir mis dedos en el agua, cuando hubo un chapoteo y el agua comenzó a salirse de los bordes. Mi mirada se encontró con una deliciosa vista, que hizo que mis hormonas se alteraran. Hombros fornidos, brazos que parecían deslizarce por la superficie a medida que el nadador se acercaba. Sus rasgos faciales cinselados y esa estructura ósea que me hizo recordar a las estatuas de la mansión. Tenía el cabello corto pero no lo suficiente como para no poder pasar mis manos por el... Demonios, de donde vino ese pensamiento. Scarlett relájate, inala, exala, no te lo comas con la mirada...

¡Maldición! Lo que me faltaba, me vio mirándolo y digamos que mi mirada no era para nada discreta.

No apartó su mirada de mi mientras salía de la piscina. Su mirada, desprendía desconfianza, no lo culpo, posiblemente mi cara parecería la de una acosadora. Mientras se me acercaba, secándose con una toalla, traté de dirigir mi mirada a sus intensos ojos azules, ¡pero es que éste vampiro era el pecado en persona! Ademas de que estaba casi desnudo, exceptuando su traje de baño.

De cerca, no solo pude ver que tenía un tinte rojo en sus iris, marcándolo como un Indartsu, sinó que tambien esos iris brillaban. Eran un cabreadi, sediento o exitado Indartsu. Nada bueno.

-¿ Qué haces aquí afuera?

Que bienvenida. Claro, no era que esperara que un Indartsu no fuera otra cosa que un malhumurado. Eran naturalmente agresivos e irritables. Pero pertenecer a la poderosa raza Indartsu tenía un precio, dependían enormemente de la sangre, claro, se controlaban... la mayor parte del tiempo.

-Yo solo...

-¿Eres una de las amigas de Giselle?- me evaluaba de pies a cabeza, haciéndome sentir cohibida.

-No, yo...

-Solo un selecto número de personas tiene el acceso permitido en esta área de la mansión.

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