La Única Faible

Capitulo 13 Estoy Enamorada

👆🔝Apartamento de Scarlett🔝☝️

Luca, la joyita, insistió en acompañarme a Residence Hall, a la que había señalado anteriormente como el lugar donde residían todos los comandantes. Frente al salón había un jardín espacioso con un camino pedregoso que serpenteaba hacia la entrada. Las puertas principales eran negras y gigantescas, aunque también fáciles de abrir gracias a mi fuerza vampírica.

Dentro era incluso más tranquilo que afuera. Más silencioso de lo que pensé que cualquier cosa podría ser. ¿Conoces ese presentimiento cuando todo está tan tranquilo que, en realidad, oyes un raro sonidito de zumbido en tu oreja?

La voz de Luca fue como un estallido en el silencio.

-Todos los asistentes personales de los comandantes, incluido yo, vivimos en la planta baja y en el sótano. Nuestros apartamentos no son tan grandes como los de ustedes, pero son agradables y acogedores, eso es todo lo que le pido a la vida.

-¿Siempre has sido un asistente personal aquí?

-Oh, sí. Cuando mi Creador consiguió la posición de uno de los guardias de seguridad, hace unos cuarenta años, trajo a algunos de sus vampiros con él... uno fui yo. Solo he sido el asistente de Jared unos años. Antes de que él tuviera una docena de mujeres diferentes. Creo que Ricardo me asignó a Jared solo porque quería que Jared tuviera un asistente con el que no pudiera acostarse.

Me reí entre dientes.

-Algo me dice que te acostarías con él si te dieran la más mínima oportunidad.

-¿Tan evidente soy?

Juntos nos aventuramos a subir por las suaves y regias escaleras alfombradas de azul hasta que llegamos a la octava planta. Caminamos a lo largo del pasillo pintado de beige, pasando por dos o tres puertas negras hasta que finalmente nos detuvimos frente a una puerta que tenía el letrero "Comandante Scarlett Stone".

Anteriormente, me había imaginado entrando a toda prisa en ese apartamento, tan contenta como un cerdo en su pocilga. Llámame rara, sé que lo haría, pero ahora me encontraba posponiéndolo. Había pasado los pasados diez años compartiendo un apartamento con Victor y teniéndolo a él y a sus guardias espiando todos mis movimientos. Ahora, no solo tendría privacidad, tendría cosas que eran mías y solamente mías. Ese título en la puerta era mío. Este apartamento era mío. El nuevo trabajo que tenía y el sueldo que éste conllevaría sería todo mío. Lo que es más, ahora no pertenecía a nadie, excepto a mí misma. Había mucho que mi lento cerebro necesitaba procesar, muchos cambios muy rápido.

-Esto va a encantarte, sencillamente lo sé -dijo Luca con entusiasmo cuando finalmente abrí la puerta con mi llave-. Las paredes son incluso a prueba de sonido para vampiros. ¡Eso es genial!

La puerta se abrió sin ruido y me presentó mi nueva casa. Vaya. Era mucho más estilosa de lo que había estado esperando. Y creanme cuando digo que no me esperaba que mi apartamemto tuviera dos pisos. Recorrí la suave y lujosa alfombra beige de mi sala de estar. Las paredes eran de un blanco brillante, al igual que los marcos de las ventanas y las puertas del balcón. Las cortinas eran de un color chocolate oscuro. Al lado había una escalera que debería llevarme a mi habitación

-Oh, sí, tengo un balcón -dije arrastrando las palabras, pasando junto a un sofá de tres plazas con la forma de una luna creciente en el centro de la sala de estar que estaba orientada hacia una gran pantalla de televisión -de al menos 33''- que estaba colgada en la pared. Ooh, genial. Entre los dos, había una mesa de café rectangular de madera de pino que estaba posicionada cómodamente sobre la alfombra beige . En una esquina, había una gran lámpara mientras en la otra había un reproductor de CD y una colección de CDs. Cuando me giré para sonreírle con entusiasmo a Luca, vi que mi bolso de viaje había sido puesto cerca del sofá.