Capitulo 36 Èl Te Amaba

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En ese momento sus ojos por casualidad me encontraron a través de su difusa, rubia, cabellera rebelde -como si sintiera que estaba siendo observado. Se tensó y sus ojos se abrieron. De pronto giró su brazo en mi dirección y una bola de fuego negra llegó aproximándose hacia mí. Sin siquiera esperar para ver si su objetivo había sido un éxito, se lanzó hacia la salida. Absorbí la energía a mi alrededor y luego solté un chorro de agua de mis manos, para anular las llamas negras. Entonces lo perseguí, haciendo caso omiso de las quejas de la gente a mi alrededor que ahora estaban un poco húmedos.

Afuera del club me detuve y escudriñé la calle. A lo largo del camino, pasando cada una de las tiendas con una velocidad admirable, estaba el muchacho, alto y desaliñado. Absorbiendo más energía, manipulé la forma de mi látigo y luego lo chasqueé como nunca lo había chasqueado antes. Lo enrollé alrededor de su tobillo. Recorté duro el látigo, lo arrastré por la acera hacia a mí.

-¿Con que lanzándome bolas de fuego? Eso no es muy agradable, no es así. -Él no se resistió ni trató de liberarse. Solo me miraba, con una mezcla de impresión e increíblemente nervioso. Me di cuenta de algo, sin embargo-. Pensabas que estaba muerta, ¿no es verdad? Odio decepcionarte, pero Brad me salvó.

-Debí haber sabido que la Faible Leistung de quien todos han estado hablando se trataba de ti -dijo con voz temblorosa.

-Sí, debiste haberlo hecho. Nunca fuiste muy brillante -Me di cuenta de que había una multitud de gente alrededor. Capté el aroma de Jared, Nathan, Evans y Teo detrás de mí. Pero no me importaba responder a sus preguntas-. Es aquí donde has estado ocultándote durante los últimos años, entonces, Emmet, ¿esperabas que Brad no iría tras de ti sólo por diversión? Resulta que él era el menor de tus preocupaciones, eh. No es de extrañar que no te pudiera encontrar. Así que, ¿cómo fuiste aceptado aquí?

-Mi Creador consiguió un puesto en la seguridad. A él se le permitió traer dos de sus guardias.

-¿Y el estúpido hijo de puta pensaba que serías fiel? -Me incliné sobre él, los ojos casi saliéndose de mis cuencas-. Bueno, espero que él no vaya a extrañarte demasiado, porque tu vida ha llegado a su fin.

Emmet levantó las manos, con las palmas hacia fuera. -No, espera un minuto, Lett. Vamos a hablar de esto.

Me enderecé y solté una risita. -¿Quieres negociar? Esto no es una situación de rehenes. Se llama retribución.

-Oh por favor. Matarme, no traerá de vuelta a William.

-Oh, sé eso. Pero se sentirá sangrientamente fantástico -No me traería paz, pero es la mejor alternativa-. Simplemente ¿cómo se siente saber que eres la razón por la que tu mejor compañero esté muerto?

-Él no querría esto. No querría que te amargaras así, él te amaba, él...

-Oh hazme un favor y cállate -Negué con la cabeza; sorprendida por sus nervios-. ¿Sabes qué, Emmet? Le dije a Will que no te pidiera ayuda. Le dije que no confiaba en ti. ¿Sabes lo que dijo? Él dijo que te había conocido en todos sus años como vampiro, que eras su mejor compañero y que nunca lo traicionarías, y que confiaba en ti con su vida.

El rostro de Emmet estaba aún más pálido que antes. Dudaba que alguna vez hubiera alcanzado la pequeña conciencia que tenía, pero él estaba recibiendo una lección de todos modos. Emmet era como Brad en muchas maneras; él era bueno en la política y manipulando personas. Él sabría exactamente lo que quieres oír y luego te diría exactamente eso. Si tuvieras un lado compasivo, apelaría al mismo. Si tuvieras una debilidad, se abalanzaría sobre ella. Si todo lo demás fallaba, él negociaría.

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