Capítulo 12 Estúpido Creador

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-¿Diga?

-Scarlett, cariño, James está aquí para verte -me informó Luca.

-Envíalo, Luca. Gracias -Tan pronto como colgué, James estaba de pie delante de mi escritorio. Jared retrocedió con Giselle mordisqueándole la oreja. Él estaba más interesado en lo que James tenía que decir, pensé, por el aspecto de su cara. Yo ya tenía una idea de lo que se trataba esto.

-Uno de mis asistentes se encargó de llegar a Brad y le informó de tus nuevas circunstancias.
-Supuse bien;James bufó-. Él más o menos indica que...

-¿Debería volver ahí o me va a cazar y me va a arrastrar a él? -le suministré. Ese era el tipo de cosas estúpidas que Brad podría decir, considerando que él siempre me había visto como una posesión. Perderme significaba también perder su consorte y su arma principal.

-Algo como eso.

¿Brad es tu creador? -preguntó Jared.

-La amenaza no tiene sentido, por supuesto -continuó James -. No hay manera de que Ricardo te entregue a Brad a menos que desees ir por tu voluntad. Sin embargo, Brad insistió en que fueras personalmente a darle el mensaje y que te responderá de forma inminente en cuanto vayas de nuevo a él.

Con toda la seriedad, respondí-: Prefiero lamer mi propio culo - James, aparentemente ahora se había acostumbrado a mi ocasional lenguaje duro, solo sonrió-. Asegúrate de que él reciba el mensaje palabra por palabra.

James asintió amablemente. -Lo haré, Comandante. Con extremo placer. Oh, casi olvido informarte que tu apartamento está listo para ti.

-¿Mi qué?

-No pensaste que Ricardo iba a pedirte que te quedaras en un alojamiento en mal estado, ¿verdad? -Me entrego una tarjeta de llave-. Estoy seguro de que Luca podría llevarte cuando estés lista.

-Gracias -Y lo decía sinceramente.

Antes de irse, James le disparó a Jared una mirada de disgusto, igual de nauseabunda como yo me sentía por cómo Giselle estaba ahora gimiendo mientras frotaba el cuello de Jared con besos ruidosos. Decidí tomar la hoja del libro de James y salir de ahí.

Escuchar el nombre de Brad hizo que se me pusiera la piel de gallina, no estaba de ánimos para escuchar como la ramita llenaba de baba a mi colega a quien encontraba tan magnífico.

Poniendo en orden los documentos en mi escritorio, hablé con Jared como de un profesional a otro. -Luca dijo que tendrá los archivos personales de los reclutas listos para el atardecer, ¿así que, podrías dejarlos en mi escritorio una vez que termines con ellos? Los necesito antes del almuerzo.

-¿A dónde vas?
Lo había preguntado como si en realidad pensara que tenía el derecho de saberlo.

-¿Por qué? ¿Me necesitas para algo más?

Su ceja se arqueó sugestivamente con una sonrisa taimada apareciendo en su devastador rostro hermoso.

Corregí, ¿me necesitas para algo más que no involucre probar mi sangre?

Cinco noches y voy a estar saboreándote te guste o no.

Bufé. Sigue diciéndote eso si eso te ayuda a dormir en el día.

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