La Única Faible

Capitulo 34 Como Si Nunca Hubiera Desaparecido

De camino a mi apartamento veo un muy familiar coche aparcado al lado de la acera.¡ No puede ser! El estaba desaparecido. El no... no puede estar aquí, eso es imposible.

Traté de mantener la calma mientras apresuraba mis pasos. Cuando estaba a sólo un metro y medio del coche veo como una figura de cabello negro se bajaba del él y mira en mi dirección. Lansándome una gran sonrisa acompañada de un giño.

Lo voy a matar, lo voy a matar tan lentamente que me rogará clemencia.

Si, damas y cabelleros, en este mismo momento estoy viendo a mi supuesto hermano "desaparecido" sonriéndome como si nunca se hubiera ido, como si nunca hubiera desaparecido.

Me lancé con todas mis fuerzas sobre el, antes de que mi cuerpo impactara con el suyo ví como sus ojos se ampliaban de sorpresa.
Tan pronto hice contacto con su cuerpo, le dí un puñetazo en la mejilla para luego lanzarle una bola de energía justo en su estómago.

-¿Dónde mierda has estado todo este tiempo? ¿ Piensas que con irte por unos día y no dar señales de vida nadie iba a pensar que estabas muerto? ¿Sabes cuan loca me puse cuando me contaron que estabas desaparecido?¿ Te imaginas... - Me cortó antes de que terminara la pregunta.

-¡Lo siento! Ok ¡Disculpa! Nunca tuve planeado desaparecer. ¡Nunca tuve planeado dejarte sola! ¡Por favor déjame explicarme!

Traté de calmarme pero no podía, sentía tantas emociones al mismo tiempo, alivio porque haya regresado, ira por no decirme donde estaba y ¡ahí van las muy traicioneras lágrimas de felicidad! Traté de limpiar mis lágrimas pero mientras más trataba más salían así que lo dejé por incorregible.

Mi hermano al verme llorar (lo cual muy pocas veces pasa) se asustó. Con desespero me abrazó y me dijo palabras incomprencibles, las únicas que logré ententer fueron: lo siento tata.
Y ahí nos quedamos por unos minutos, sentados en el medio de la calle como si estuvieramos en nuestro lugar preferido, como si nunca me hubiera dejado sola, como si nunca hubiera desaparecido.

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Despues de levantarnos del suelo vagamente recuerdo que habíamos entrado a mi apartamento y él me había dicho que la información que había podido averiguar solo se la podía decir a Ricardo y despues, dependería de él querer contársela al resto. Despues nos habíamos tomado unas TNS con sabor a chocolate caliente mientras hablábamos de nuestra infancia y yo le conté sobre todo el drama por el que había pasado en estos días.

Tambien recuerdo que se había ido a eso de las 6 pm para informar a Ricardo de lo que había averiguado. Despues de eso fuí directo a mi cama para tomar una siesta despues de un muy extenuante día.

El martilleo en la puerta de mi apartamento fue lo que me hizo despertarme. Solo podía pensar en una persona que estaría tan enojada conmigo que golpearía la puerta como el hombre que cobra la renta. Pero cuando la abrí, mi rostro una máscara de agravio, me encontré con una escena que nunca habría adivinado.

-¡Entrenadora! -canturreó Ethan

-Hola -saludó Tayler.

-Esperaba encontrarla en un mal momento -como en un momento desnuda. -Típico de Paul. Evans le clavó un codo en las costillas.

-¿Qué están haciendo aquí? -pregunté.

-Venimos a buscarte -dijo Evan como si fuera obvio-. Los diez vamos a ir al bar Barcelona, y tú vas a venir con nosotros.