La Única Faible

Capitulo 27 Lo Hice Sin Pensar...

¿Por qué sencillamente no dije un gran y rotundo no cuando Jared me había pedido que me alimentara de su energía? Así no estaría en este lío en absoluto. No lo habría besado de nuevo, no nos habría teletransportado al campo de entrenamiento, por lo que nunca habríamos tenido este gran mal entendido, y él no me odiaría. Era increíble que una pequeña decisión pudiera tener tal efecto.

En este momento, realmente no estaba impresionada. Estaba en mi apartamento totalmente enfadada y pensando que solo necesitaba refrescarme, ¡y al instante me encontraba en el fondo de la piscina! Maldita sea esta mierda de teletransportarse. No me molesté en salir. Había querido darme un chapuzón en la piscina en el instante en que la vi. El único problema fue que cuando pensé en la primera vez que la vi, me acordé de que Jared había estado nadando en ella.

Esta noche había sido una de las peores noches de la historia. En primer lugar, los chicos de mi equipo habían sido unos completos idiotas, hasta el punto de tener que enviarles una ráfaga de viento para hacerlos reaccionar. Segundo, tuve que ver a Brad de nuevo. Tercero, tuve que matar a Brad. Cuarto, tuve esa horrible e indescriptible agonía mientras mi cuerpo sufría el duelo. Luego tuve todas esas cosas con Jared. Y ahora me he quedado atrapada, preocupada por adónde este poder de teletransportarse me iba a llevar después.
Definitivamente tenía que dejar de pensar en Jared en caso de que me llevara a él. Eso estaría mal.

Así que pensé en la piscina. Técnicamente, debería quedarme donde estaba. Me gustaba la sensación del agua en mi piel y cómo chocaba contra mi cuerpo. Pensé en lo extraña que me había sentido al nadar hace unos minutos, había sido la primera vez desde que me convertí en un vampiro y, Dios, era fácil. Sin luchar para estar totalmente a flote sin importar lo cansada que estuviera, no tenía que recuperar fuerzas para continuar después de unos minutos, y ni tuve que esperar mucho tiempo para que se me secara el cabello. Cerré los ojos y pensé en lo tranquilo que era estar aquí sola en el agua, y lo relajado que mi cuerpo estaba, y cómo...
¡PLASH!

Abrí los ojos para encontrar a Evan, el Cabeza Rapada, en la piscina. Hizo un ruido de euforia.

-Voy a decir esto una sola vez -le dije-.
Vete.

-A ver, a ver -dijo, moviendo un dedo -Claro que tienes tu autoridad cuando es hora de entrenar. Pero ahora mismo estoy en mi tiempo libre. Y me voy a quedar.

-Imbécil- maldije, demasiado cabreada para notar su pecho desnudo. Había estado rodeada de una gran cantidad de pechos desnudos esta noche.

Se acercó un poco más.
-Escuché lo que pasó.

Me tensé. Mucho había sucedido esta noche, entonces, ¿a qué se refería exactamente?

-Debió de haber sido difícil hacerlo... matar a tu Creador.-Había mucha sensibilidad en su voz. No había pensado en Cabeza Rapada como el tipo que tiene un lado sensible.

-Sí, bueno, era un imbécil.

-Escuché eso también-Su sonrisa era pequeña, pero sostenía todo su descaro habitual .-Aún a riesgo de sonar como un pervertido, ¿por qué estás completamente vestida en la piscina?

-Ah, suenas muy decepcionado. ¿Esperabas que con aparecerte aquí conseguirías una mejor visión de lo que hay debajo?

-Oh, puedo ver tus activos muy bien, no te preocupes por eso. De hecho, la ropa mojada aferrada a tu piel es una muy buena vista.

Lo salpiqué con un poco de agua. Se sacudió como un perro mojado y luego se acercó aún más, pero no demasiado, lo cual aprecié.

-Quería preguntarte algo-Su tono era serio-¿Si supieras que hay rumores circulando sobre alguien... se lo dirías?