-Una cosita valiente, ¿cierto? -dijo uno de los guardias.
-Una jovencita muy extraordinaria -comentó Luther.
Justo en ese momento, el cuerpo de ella tembló mucho y sangre salió de su boca y manchó mi camisa.
Levanté la mirada hacia Ricardo y Luther.
-¿Hay algo que lo haga parar? -Ya sabía que la respuesta sería no.
-Tienes que pensar en ello como que su cuerpo está en duelo -dijo Luther-. Como vampiros, nuestros vínculos con nuestros Creadores están basados en el intercambio de sangre que ocurrió durante el proceso de creación. Brad bebió de ella hasta casi matarla y luego la alimentó con su propia sangre. Su cuerpo ya no tiene un vínculo de sangre, con respiración y vida, y está pasando por el duelo. El duelo es un proceso... doloroso, agotador, prevaleciente. Debe correr su curso. Para los vampiros que han terminado con la vida de su propio Creador, la agonía no será menos que insoportable. Me han dicho que el dolor es tan malo que te hace querer morir.
-¿Jared?-Ella sonaba débil, pero había algo más en su voz mental. ¿Esperanza, quizás?
-Abrázame para que esté quieta.
-¿Qué?
-Solo abrázame para que esté quieta.
Así que lo hice. Apreté mis brazos a su alrededor hasta que estaba tan quieta como pude. Luego observé, completamente perplejo, mientras ella sacaba una de sus manos de mi brazo y la ponía en su pecho. Una ligera chispa pasó por su cuerpo y luego se quedó flácida en mis brazos solo segundos después.
-¿Qué le pasa? -Lleno de pánico, la aparté un poco y examiné su cuerpo con mis ojos. La mano que tenía sobre su pecho bajó hasta su regazo, revelando algo pequeño alojado ahí. Sujetándola de forma segura con un brazo, usé mi mano libre para arrancar la cosita de entre sus pechos.
-¿Es una espina? -preguntó Ricardo. Me reí un poco.
-Nunca hubiera pensado en eso.
-¿Qué es?
-Cuando estaba entrenando a los chicos, absorbió el poder de Evan para exhalar una espina venenosa. Las espinas que te dejan inconsciente por un par de horas.
-Inteligente -dijo Luther-. Para cuando se despierte, los efectos de cortar el vínculo pueden haberse desvanecido.
-Quizás deberías teletransportarla a su apartamento -sugirió Ricardo-. Creo que será mejor para ella despertar en su propia cama. Oh, y déjale una nota con el efecto de que debería evitar trabajar por el resto de la noche.-Poniéndome de pie con ella en mis brazos, asentí.
En un segundo estábamos en el centro de la sala de estar de su apartamento. Había tenido curiosidad por saber cómo lucía por dentro; si había tratado de poner su propia marca en él o si lo había dejado lucir como una casa modelo.
Con los libros apilados en las estanterías, un tazón de vidrio con golosinas en la mesita y una manta colgando del sofá, tenía una sensación hogareña.
Vi los decorativos almohadoncitos rosas sobre el sofá y sospeché que Luca pudo haber tenido algo que ver con ellos. Scarlett no parecía ser tan femenina. Era imposible no notarlo, también, mientras iba de camino a su habitación, que no era del tipo que tenía un lugar específico para todo. El apartamento no estaba desordenado ni abarrotado, pero no estaba obsesivamente limpio; estaba habitado. Como el mío.
Desafortunadamente, no había ropa interior por ahí. Vaya, ¿realmente pensé en eso?
Librándome de los pensamientos pervertidos, la tendí con cuidado en su cama y la cubrí con su cobertor de raso.Y, posiblemente, debería irme ahora. De verdad que debería. De verdad, verdad, verdad. Especialmente porque ella estaría totalmente iracunda al despertar y verme ahí junto a ella. Sí, me iba a sentar junto a ella. Podría quedarme por un tiempo y luego solo transportarme en el segundo en que se despertara, ¿cierto? Ella nunca sabría que estuve aquí.
Con cuidado -lo sé, ¿desde cuándo tenía yo cuidado?- rocé esa hermosa cortina de pelo oscuro para quitarlo de su cara y pasé mis nudillos desde su sien hasta su mandíbula. Estoy bastante seguro de que nunca le he hecho eso a una mujer. Ni en mis dieciocho años de vampiro, ni en mis veinticuatro años de humano. Pero nunca hubo nadie como Scarlett a mí alrededor en todos esos años. Ella me intrigaba en todos los niveles.
Vi entonces que tenía sangre seca en mi dedo. Sangre de ella. También estaba sobre mi camisa, de cuando ella había tenido esa clase de ataque de tos. Bueno, eso explicaba por qué subconscientemente mis ojos bailaban una y otra vez hacia su garganta y por qué me había puesto tan increíblemente sediento de repente. Era ese perfume cautivador. Cristo, incluso el potente perfume de su sangre sobre mí no había sido suficiente para distraerme por lo preocupado que estaba por ella.
Pero por más que ansiara probar esa sangre en mi dedo ahora, y casi me lo había llevado hasta la boca, no quería probarla hasta que ella quisiera. Y ella querría que lo hiciera, me aseguraría de ello.
Al menos ahora tenía una razón lo suficientemente buena para motivarme a irme: necesitaba cambiarme esta camisa empapada de su sangre antes de que perdiera el control.
Con cuidado -¡otra vez el cuidado!- besé su frente y le pasé una mano por su pelo una última vez.
Fue cuando me puse de pie que la oí.
Jared.
Por supuesto, tenía que preguntarme si solo lo había oído porque había querido oírlo. Y tendría que cuestionar mi cordura si las cosas estaban tan mal que quería oír su voz en mi cabeza sin una buena razón.
Jared.
Le sonreí. Dicen que cuando estás inconsciente, aún puedes oír y esas cosas, ¿cierto? Quizá en algún nivel, ella me había sentido cerca. O quizá estaba soñando conmigo. Si era lo segundo, entonces estaría interesado en saber qué estaba pasando en ese sueño.
Y ahora, justo porque había oído esa voz ronca diciendo mi nombre en mi cabeza, no podía irme. Suspirando en derrota, me quité mi chaqueta de cuero -la que sabía que a ella le gustaba un poco demasiado, así que me la ponía más todavía- y la colgué sobre la puerta del armario que estaba abierta de par en par. Un montón de cosas muy ajustadas había allí. Bien. Aunque definitivamente elegidas por Luca.
Me quité la camisa ensangrentada, me lavé las manos con ella y la hice un rollo antes de apoyarla en el contenedor de la basura de la cocina. Luego me acosté junto a ella. Sí, ella iba a romper cada una de mis costillas por esto. Era bueno que me curara instantáneamente.
Manteniendo una distancia respetable entre nosotros parecía ser lo decente, considerando que ella estaba inconsciente y mis manos querían vagar justo como siempre cuando ella estaba cerca. Así que me puse de espaldas, con mis brazos detrás de mi cabeza, y solo la observé dormir... preguntándome si volvería a decir mi nombre.
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Feliz Día de San Valentín!! Espero que estén pasando un hermoso día con sus seres queridos/ o teniendo un gran maratón de pelis en Netflix.Espero les haya gustado este momento de Jared/Scarlett.
No subí cap aller xq pensé que este cap pegaría más con este día del año.Besosssss
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La Única Faible
Vampire-"Esto no es un concurso de animadoras. No te van a dar puntos por ser bonita y tener un buen culo" -"Sabes que no estamos en el siglo XVIII ¿verdad?- este tipo tenía que tener serios problemas con las mujeres o era un bastardo arrogante." -"Aprecio...