La Única Faible

Capitulo 24.1

-... y cada pizca de fuerza que tienes, me la debes a mí. No estarías donde estás ahora si no fuera por mí.- gritó

Sonreí. Calmate Scarlett no lo mates... por ahora.

-Entonces es solo culpa tuya que Ricardo me ofreciera una posición, ¿no?

Su gruñido fue alto y feroz, haciendo que Nero y Achilles gruñeran más.

-Brad, ¿me liberarás de tu poder?- traté de ser lo más duñce posible; pero al parecer no funcionó.

-Nunca -gruñó. Sin sorpresas ahí-. Eres mía.

Giré mi atención hacia el tipo con apariencia italiana en el sofá.

-Ricardo, has presenciado que dije que no quiero irme con él, ¿me garantizarás la liberación de su poder?

Brad se giró y le desnudó sus dientes a Ricardo.

-Ella es mía -Los guardias estuvieron junto a su Gran Maestro en menos de un segundo.

Ricardo, completamente impávido por el comportamiento de Brad, dijo calmadamente-: Scarlett Stone, te libero del poder de tu Creador con efecto inmediato.

Nadie lo sintió, excepto yo. Ese surgimiento de infinito odio negro, esa furiosa necesidad de causar dolor. Estaba mandado por Brad, podía sentirlo. Luego hubo un quiebre en su interior, también lo sentí. Los guardias de Ricardo serían rápidos y arrestarían fácilmente a Brad antes de que llegara a Ricardo, pero no pensé en eso cuando lo vi listo para saltar. Todo lo que pensaba era en defender a Ricardo.

Absorbiendo la energía a mí alrededor, la sentí girar en mi agarre y la lancé con mi palma en la forma de un rayo termal; el largo rayo plateado de energía caliente se hundió en el abdomen de Brad y lo quemó desde dentro: su cosa favorita en mí para hacer a sus presas.

Gritó, se retorció y cayó de rodillas, y sentí ese mismo dolor... como ser desgarrada y troceada por un cuchillo al rojo vivo mientras un calor abrasante pasaba por mi cuerpo, retumbando en mis extremidades. Y entonces él desapareció en la llama y se desintegró completamente. Fue mi turno para gritar.

Jared *POV*

No podía creer que ella lo hubiera hecho. Y no podía creer lo que me había dicho Brad antes de morir.

No muchos vampiros matarían a sus Creadores. Era la misma sensación que matar a un padre; incluso si eran unos idiotas totales, respetabas que te habían creado y tenías un vínculo especial con ellos -en la mayoría de los casos, de todas formas- Además, el dolor físico de destruir ese vínculo y matar a tu Creador, por todo lo que había oído, era insoportable. Incluso podía enfermar a los vampiros, era lo único que podía enfermarnos.
Y ahí estaba Scarlett, de rodillas, apretando los dientes en contra de una agonía que solo podía imaginar.

Fui el primero en reaccionar. Fue puro instinto arrodillarme junto a ella, atraerla hacia mí y envolverla con mis brazos. Medio esperé que me apartara -por ser tan terca como era- Pero, en lugar de apartarme, hundió su cara en mi pecho mientras sus manos apretaban con fuerza mis brazos. Un quejido ensordecedor escapó de su boca, a pesar de lo mucho que apretaba sus dientes. Estaba temblando tanto que estaba más o menos convulsionando. Ni siquiera podía decir de dónde venía el dolor.

-¿Qué le duele? -le pregunté a Luther y Ricardo mientras corrieron hacia ella. Los perros estaban haciendo ligeros sonidos de aullidos-. ¿Será su estómago, su cabeza... qué?
Luther bajó la mirada hacia ella con compasión.

-El dolor supuestamente llega a cada una de las partes de tu cuerpo.-Exhalé por mi nariz. Quería golpear algo.

-¿Cuánto tiempo durará?

-Podría estar así durante minutos u horas -replicó Ricardo, pasando una mano por su pelo, pero ella no pareció sentirla. Ni siquiera estaba seguro de que supiera quién estaba sujetándola.

-¿Scarlett? ¿Lett?

-¡QUEMA! El dolor era obvio en su voz mental.

-¿Dónde?

¡POR TODAS PARTES!

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Hola!!! Cap corto, lo sé pero mañana planeo subir el resto ;).

Besossss