El Silencio Escrito Por La Luz (HunHan)

Cap. 20 Te vi venir

Cap. 20 Te vi venir

Pov. Luhan

Brrr... Brrr...

Brrr... Brrr...

Mantenme... mátenme ahora mismo y sin piedad, el estúpido vibrar de mi teléfono negro no cesaba, YiFan así como Minho y vaya a saber quién más habían decidido que esta era una buena y bonita noche para llamarme y seguramente follar.

¿Porque no lo apagaba? Sencillo, aun no sabía si tomar o no alguna de esas llamadas, puesto que estoy aquí, simplemente solo en mi habitación sin hacer nada.

¿Qué me detiene? Nada en especial ¡Más que ese maldito mocoso llamado Sehun y todo lo que ambos pasamos este fin de semana! pero claro, él no se encuentra ahora mismo aquí ni en ninguna parte de mi departamento.

Sehun... aun no podía dejar de darle vueltas al asunto de Sehun en mi cabeza al igual que cosas sin sentido que no podía detener.

¿Cuantas cosas pueden cambiar en la vida de una persona en tan poco tiempo?

Ya verdad no tengo ni una mínima idea, hay cosas que pueden cambiar de un segundo a otro, las mentiras nos hacen cambiar, las verdades lastiman y la vida te pone retos que tú mismo debes sacar adelante, una vez escuche una frase que decía "Lo que no te mata, te hace más cruel, más frio, más hijo de puta" y aquella frase más que la original me caía como anillo al dedo, no importaba cuando quisiera intentar pensarlo yo había terminado siendo eso, un completo hijo de puta que en verdad no era nada, un maldito niño jugando sus cartas con valor y superioridad pero aun así con un escondido miedo a perder o a que descubrieran su propia estrategia. Mi vida de estos últimos dos años me tenía así, pero...

Mi partida había sido modificada, en mi mano tenia ahora un comodín, Sehun había llegado a cambiar las cosas, no podía creer la seguridad que él podía traer a mí, pero si lo guardaba demasiado sin saber que hacer con exactitud con el comodín echaría a perder todo, no puedo poner toda mi confianza en él, no podía siquiera pedirle algo de lo que ni siquiera estoy seguro de poder hacer, no quería depender de él, aquella era la verdad, quería un plan B, quería no encontrarme en las condiciones en las que me encontraba ahora mismo, mientras que el lindo comodín había salido con su tío... mas bien pasaba la tarde con Siwon hyung, digo... es lo normal ¿cierto? yo no puedo tenerlo aquí todo el día, cada quien tiene sus cosas que hacer.

Era duro y aun no podía entender como después de tantos domingos solitarios y solo uno con Siwon hyung esto se sentía peor de solo que la última vez, justo lo que no quería era lo que ahora mismo me pasaba, una vez más estaba aquí en mi habitación a solas entre almohadas que me comenzaban a parecer más conocidas, que me recordaban cada una de nuestras noches juntas, a solas, aquellas lagrimas frías y silenciosas que parecían acompañarlas cada noche en mi vida, pero que también me recuerdan el cuerpo de Sehun dormido a mi lado el jueves pasado, dos años, dos semanas, costumbres y rutinas rotas por diversión y calidez que hoy no tenia, que me hacía querer salir, que me hacia sentir molesto conmigo mismo por no poder evitar sentirme solo y necesitar de Sehun.

Soy un idiota, siempre he estado solo y no puedo exigirle a las personas estar aquí si desde un principio he tenido conocimiento de que nadie puede estar al tanto de otro para toda la vida, todo es temporal, todo tiene un fin y justamente eso es lo que yo no puedo darle a nada, no puedo dejar de pensar una vez más en ello, no puedo dejar de pensar en si Siwon y Sehun la estarán pasando bien, espero que así sea, pienso en JongDae y Minseok, dijeron que pasarían la mañana juntos, pero para la noche ya todos se prepararían para un nuevo inicio de semana, iniciarían con sus rutinas a lado de personas que siempre estaban al pendiente de ellos, en compañía de amigos y parejas, no podía llegar a interrumpir eso, no quería que estuvieran conmigo por simple lástima, pero no tengo idea de cómo pasar mi domingo, solo estoy yo, un teléfono ¡Que no para de vibrar! Y miles de pensamientos en mi mente dando vueltas y vueltas, esto pareciera no tener fin jamás.