Veinticinco

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No tenéis idea de cuan molesta está Cristina en estos momentos. No sabéis todo el esfuerzo que ha estado haciendo durante años para que su amigo se fijase un mínimo en ella. Siempre ha estado cuando lo ha necesitado, lo ha defendido a pesar de no llevar razón y, lo que más le ha dolido, fue cuando se peleó con Paula por su culpa. ¿Es que acaso no se da cuenta de las cosas? Ahora que lo piensa, debió hacerle caso a su amiga, es un estúpido. Todo lo que ha hecho, todo a lo que ha renunciado por él... Todo para nada. Para que se vaya con otra.

Resignada se sienta al lado de Paula quien, hasta que llegó Cristina, estaba ocupada con Jorge. "Qué asco de vacaciones", piensa para sus adentros. Su amiga le pasa un brazo por sus hombros mientras le sonríe ampliamente lo que causa que se sienta peor y bufe. Cristina apoya la cabeza en el hombro de la otra a la vez que empieza a decir lo estúpido que es Daniel. Jorge, por otro lado, ríe cuando dice alguna que otra tontería. De verdad que esta chica está colada por su amigo. Pronto, el centro de atención aparece tomado de la mano de María. Él se sienta, en cambio ella se queda frente a la mesa y saca una libretilla de sus pantalones demasiado cortos.

-¿Qué vais a tomar?

-¿Empezamos con unas cervezas? – pregunta el rubio a los demás.

-Si te conformas con lo asqueroso y barato... – musita Cristina aún abrazada a su amiga quien tose sorprendida, sabe que no está hablando del tema.

-Si no quieres cerveza, pide otra cosa, cariño – le recomienda Paula con cariño. Ella la entiende.

-Quiero agua.

-¿Sosa y aburrida? – inquiere ahora María algo cabreada.

Cristina se levanta como un resorte provocando que todos los que están sentados a su alrededor se impresionen. Tras dar una mala mirada a la morena, sale del local echando chispas. Inmediatamente, los hermanos Valls se levantan pero Jorge coge del brazo de la chica para que vuelva a sentarse. Mejor que vaya el causante de todo esto. Cuando solo están ellos dos y María, ellos la mira interrogantes, ella solo contesta: "Empezó ella", luego se va. Fuera del establecimiento, el rubio alcanza a Cristina pero ella no quiere hablar, ahora mismo está muy cabreada. Daniel se pone delante de ella impidiéndole el paso lo que provoca que ella bufe, cosa que hace mucho últimamente.

-¿Se puede saber a qué ha venido eso? – pregunta él cogiéndola de la cara para que lo mire.

-Déjame, quiero irme al hotel. Vete con tu increíble novia – intenta irse pero él la agarra más fuerte, esta vez de los brazos.

-Cris, ¿qué ocurre? Te comportas de manera extraña desde hace dos semanas y no lo entiendo. Confías en mí, ¿verdad? – ella asiente. – Cuéntame, entonces. ¿Qué pasa?

-Es que yo... Dani, yo... Me cae mal, eso es todo – dice tras un rato de silencio.

-Eso es notable pero, ¿por qué? – Cristina no puede evitar encogerse de hombros. – Vamos, tiene que haber una razón – ella vuelve a realizar el mismo gesto y él le vuelve a coger la cara. – Cris, venga, no puede ser tan malo, ¿no?

Ella niega con la cabeza embelesada con los ojos azules de su amigo los cuales expresan preocupación y es eso lo que causa que Cristina se lance a él, chocando sus labios con los de ella, agarrándose a su cuello. Solo es eso, un choque, una presión, pero a ella le es suficiente. Se separa lentamente mientras una sonrisa aparece en su rostro y lo ilumina. Daniel, por otro lado, está sorprendido y asombrado. Muy sorprendido. Demasiado, tanto que no dice nada tras la separación. Ella lo mira esperando algo de su parte pero él está en trance. Cristina le acaricia la mejilla izquierda con cuidado, haciendo que él vuelva en sí y se aparte.

-No has hecho eso. Esto no ha pasado. No has podido besarme.

-Pero lo he hecho, Dani – ella vuelve a acercarse para, de nuevo, acariciarle la cara. – Yo... Bueno, tú... me gustas. Sí, me gustas mucho desde... no sé, perdí la cuenta. Pero me gustas, Dani, me gustas – aclara ella con una sonrisa radiante.

-Tengo novia, Cristina, me gusta ella. Tú... eres más como una hermana. ¿No lo entiendes?

-Pero tú y yo...

-Escucha, haremos como que esto no ha pasado, ¿vale? Será lo mejor, nos comportaremos igual que siempre y seguiremos siendo amigos, ¿entendido? Pero esto no ha ocurrido – Cristina asiente con la cabeza gacha. Él se siente un poco culpable pero ahora mismo está con María y en su cabeza no está planeado dejarla.

-¿Y si dejaras a tu novia?

-No la voy a dejar, Cris, entiéndelo, por favor.

-Pero, ¿y si hiciera algo malo como mentirle o serte... infiel?

-Sabes como soy con las relaciones, no me ando con tonterías.

-He visto a María y el chico este moreno besándose.

-Vamos, Cris, sé que puedes estar dolida pero no es para hacer esas acusaciones.

-Es verdad, Dani, te lo prometo. Los he visto.

-Venga, ve al hotel, mañana hablaremos.

Daniel le da un breve abrazo y entra de nuevo, sin querer escuchar más tonterías. Es imposible que María se haya besado con Kevin, se llevan a matar. Además, es amigo de su hermano, incumpliría una norma sagrada. "Jamás saldrás con la hermana de tu amigo." Y Kevin no se le ve de ser el tipo que a María le gustan.

Cuando llega a los reservados, Jorge y Paula preguntan por su amiga. Daniel contesta que se fue al hotel y ahora la que salta como un resorte del asiento es su hermana. "¿Le has dejado irse sola hasta el hotel?", le pregunta alzando un poco más de la cuenta la voz. Seguidamente, sale del local con ambos chicos tras ella. Vale, no va a poder despedirse ni de su novia. ¡Qué buena noche!

Todo es posible [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora