Treinta y uno

488 29 4
                                    

Sin darse cuenta, su subconsciente lo ha llevado hasta la casa de María. Está justo delante de la puerta de entrada, con la mano en el timbre, incluso. En un impulso, lo aprieta haciendo que resuene por toda la pequeña casa. Pocos minutos después, la puerta de madera blanca se abre dejando ver a un John aún con algunas vendas por sus costados pero mucho mejor que las otras veces que Daniel fue a la casa. El hermano de su novia se lleva una sorpresa al verlo allí, lo sabe porque casi sus ojos se salen de sus órbitas. Puede que ella le haya contado lo ocurrido, pero desde luego no sabe qué es lo que está por suceder. Daniel tranquilo pregunta si se encuentra su novia y, tras esperar a que John vaya al cuarto de ella a despertarla, ésta aparece con cara soñolienta y confusa al verlo después de la disputa que tuvieron en la mañana.

-Jorge se estaba acostando con mi hermana – dice antes de nada. – ¿Tienes una idea de cómo me puedo llegar a sentir? He escuchado a Cristina y a Paula hablar, luego Jorge me lo ha contado todo. Todo, María. Dime, ¿se te ocurrió alguna maldita vez contármelo? Creo que preferías que me llevara la sorpresa, ¿no es cierto? Me siento defraudado. Jodido, como dirías tú. ¿O no es así?

-Te embalas, Daniel – María alza una mano interrumpiéndole –. Para empezar, es un tema de ellos dos. Yo no tenía ni tengo derecho para hablar de ello. Y segundo, por segunda vez en el día, si no te agrada mi vocabulario, ajo y agua. Ahora si me permites, voy a seguir durmiendo.

-¿Eso es lo que te importa nuestra relación?

-Que Paula y Jorge se acuesten no es de nuestra incumbencia. Ahora si quieres hacer un drama de todo esto, hagámoslo. ¿Por qué te enfadas conmigo? ¿Por ocultártelo? – María suelta una risa irónica – Tú amiguita Cristina también lo sabía y me apuesto el cuello a que no te has cabreado con ella ni lo más mínimo.

-Ahora no estamos hablando de tus celos, María.

-No son celos. Me jode, me fastidia, hace que me hierva la sangre que te enfades conmigo por algo de lo que yo soy culpable cuando tú estabas liándote con tu amiga mientras tu hermana me lloraba a mí. ¿Qué, sorprendido? – dice al ver la cara de asombro del rubio – No creo que tengamos nada más de lo que hablar, así que si me dejas ir a que me eche un rato antes de ir a trabajar, te lo agradecería.

La chica se gira para irse pero antes de adentrarse y cerrar la puerta, Daniel vuelve a hablar. – Esto es lo que quieres, ¿no? – María lo mira sin entender. – Buscas cualquier excusa para que lo dejemos.

-Vale, creo que el que debe dormir eres tú. ¿De qué hablas?

-Sabías que me enfadaría por no contármelo. Claro, ya lo entiendo todo, qué ingenuo soy. Tú no quieres estar conmigo.

-Vale, deberías ir a un médico a que te mire el coco, lo que dices no es normal. ¿Tan retorcida crees que soy? Daniel si no quisiera estar contigo, te informaría de ello, tenlo por seguro.

-No estás siendo directa.

-Mira, estoy demasiado cansada para tonterías. ¿Quieres que te deje? ¿Es eso? Bien, te dejo. No quiero estar más contigo. Hale, buenos días.

La chica cierra la puerta de un portazo impresionando incluso hasta a la vecina que acaba de salir y pasa por detrás del rubio quien aprieta sus puños canalizando toda su rabia. Después de estar un rato más frente a la puerta esperando que ésta se abra y que por ella aparezca su novia para pedirle perdón, se da cuenta de que eso no ocurrirá y se va a dar una vuelta. Necesita pensar mucho.

_____________________

                  

John termina de hablar por teléfono cuando su hermana entra dando un estruendoso portazo. Parece ser que las cosas con su novio no van muy bien. María le echa una mirada amenazante para que no le pregunte y luego le escupe que ya no hay noviazgo. El mayor de los Green queda impactado por la noticia, apenas llevaban una semana en una relación estable. La chica se encuentra tirada en el sofá con su brazo izquierdo sobre los ojos, le molesta la claridad que entra por las ventanas del pequeño salón. Su hermano se acerca hasta sentarse donde ella tiene puesto sus piernas por las cuales reparte caricias mientras el silencio se hace inmenso y profundo. John para su brazo y con cuidado quita el de su hermana para poder verle mejor la cara. María abre los ojos con pesadez. ¿Acaso hoy no la van a dejar dormir? El chico la mira con preocupación. Los ojos verdes de ambos hablan mientras ellos mantienen silencio. "¿Estás bien?", le pregunta él con la mirada a lo que ella responde asintiendo tras unos segundos pensándolo. Y es verdad, está bien. A ver, no está saltando de alegría ni se siente como si se hubiese quitado un peso de encima pero está bien. Le ha molestado que Daniel se enfade con ella, además de que sabe que con Cristina seguro que no lo hizo. Incluso puede llegar a decir, que siente malestar. María frunce el ceño a la vez que busca exactamente cuál es el sentimiento que mejor la defina en estos momentos. Por otro lado, John la observa y cuando sus miradas se cruzan, él esboza una sonrisa burlona para luego exclamar levantando los brazos: "¡Enhorabuena! Esta es tu primera pelea hasta aquí llegamos." La morena no puede evitar soltar una risita abriendo los brazos para que su hermano la abrace. John impresionado ante tal gesto de afecto se abalanza provocando que ambos caigan en el sofá entre carcajadas. ¿Desde cuándo no tenían un tiempo así? Definitivamente, es algo grandioso y que todo el mundo ha de tener.

Lo que queda de mañana y el principio de la tarde pasa tranquilamente. La verdad es que apenas se han movido del sofá, inclusive han comido allí. No han parado de reír, abrazarse y pasar el tiempo entre hermanos. María se levanta para ir al baño sin embargo no tiene en cuenta que John le ha puesto la zancadilla y ahora está besando el suelo, literalmente. La risa del mayor de los Green se escucha por toda la casa, se pone los brazos alrededor de su abdomen el cual le duelo por toda la risa que le ha provocado la caída de su hermana mientras que ésta se levanta mirándolo mal. María se acerca a la puerta del baño pero antes de entrar, se quita una deportiva y se la tira a John quien la esquiva con una mueca del dolor. Aún no está del todo recuperado.

Todo es posible [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora