Un amor entre psicopatas (Jeff The Killer) ©

Capítulo cinco.

"Soledad"

-No mataré a nadie -Dije sería.-De ninguna manera.-Dije levantandome del césped.

Mire al suelo asustada, evitando su mirada.

-Entonces no pienso matarte.-Dijo con voz ronca, mientras se levantaba del césped, acercándose a mi.

-Conseguire a alguien más.-Dije retrocediendo.-S-sí eso haré, seguro hay muchos que me odian en este momento...en algún lugar...-Seguí retrocediendo hasta chocar con un árbol.

Él continuaba acercándose más y más, hasta que quedamos uno frente al otro, intente no mirarlo a los ojos, pero...en algún momento me perdí en ellos.

En su rostro veo una sonrisa.

-¿Por que tus labios están sonriendo? ¿Por que tus ojos no sonríen, asesino?.-Dije sin pensar en voz baja.

Me miro con cierta curiosidad, lo cual despertó un fuerte deseo de saber lo que pensaba, pero eso no sería posible.

-Desde pequeña has sido una niña extraña, una vez cuando niña casi mataste a alguien de tu escuela, razón por la cual tus padres se mudaron a este lugar perdido en el mapa, para aislarte se las personas, tus padres lo hicieron por ti, sin embargo, parece ser que por tu culpa se olvidaron de sus propia vidas y comenzaron a culparse uno al otro de lo que pasa contigo.-Dijo mirándome inexpresivo.

Juro que en ese momento, se me hizo un nudo en la garganta. Intente no reaccionar pero un pequeño sollozó salió de mi boca.

-Estas sola, no tienes si quiera a alguien que te odie.-Dijo casi en un susurro, mirándome con cierto misterio. Fue la única vez que sentí tanto miedo.

Lo empuje e intente huir, pero sujeto mi muñeca y me obligó a mirarlo.

Intente poner una cara de indiferencia, pero se me era imposible. Justo en ese momento tantas preguntas surgieron en miente, preguntas que no serían posible resolver sin la ayuda de el.

Recuerdo como se acercó lentamente a mi odio derecho, con tanta seguridad, como si nos conociéramos desde hace años, recuerdo cuando me dijo con esa voz ronca y misteriosa: "Sólo es una persona a la que debes matar".

Oh Jeff, si tan sólo te hubiese ignorado en ese momento, si tan sólo hubiera huido en ese preciso instante... Tal vez quedaría algo de cordura en mi...

Ojalá tu siniestra sonrisa no me hubiera hipnotizado por completo en ese momento, si tan sólo...