Capitulo veintidos.

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"Te amo"

*Narra Jeff*

Desperté con una gran migraña, ademas del dolor de brazo, claro.

Vaya premio me he sacado...

Excelente.

¿Donde estaba?

Ah, cierto...cabaña, liu, Alma...¿¡Alma!? Alma me golpeo en la cabeza...¿Para que? ¿PARA PROTEGERME?

¿¡Donde esta!?

Me levante con brusquedad y logre notar algo, ella estaba dormida encima mio, llena de sangre...de ¿Liu? Liu estaba muerto, en el suelo, rodeado de un charco de sangre.

Dios...

-Princesa...eres muy fuerte.-Dije en voz baja, sonriendole, mientras acariciaba su cabecita.

Ella se movio, y coloco su pierna en mi entrepierna.

Oh no...

Ella se apego mas a mi y rodeo sus brazos, comenzo a moverse levemente y a soltar pequeños quejidos mientras escondia su cabeza en mi pecho.

-Al, despierta.-Trague saliva.

-Nu quiero...-Dijo con un hilo de voz.

¡Diablos! ¿Por que tienen que ser tan malditamente tierna? Me dan ganas de hacerle de todo...

Respirar Jeff, solo tienes que respirar hondo.

Vamos.

¡ERES UN HOMBRE!

Inhala...

Exhala.

Se pego mas a mi.

¡A la mierda!

Tome su cabeza y la obligue a quedar frente a frente de mi, tenia sus ojitos cerrados y parecía tan en paz, ella se ve tan distante de mi cuando sus ojos se encuentran con los mios, pero así...

La bese, desesperadamente, tome su cabeza y comencé a jugar con su cabello, ella correspondió, lo cual me sorprendió bastante, ella...¿Había estado despierta todo este tiempo? No tengo ni la mas mínima idea, solo se que introduje mi lengua lentamente en su boca, mis manos viajaron desde su espalda a su trasero, ella reprimió un gemido y yo...yo no soy muy fuerte, yo gemí como si no hubiera un mañana.

El beso se convirtió en un juego de lenguas y mi mano no dejo su trasero ni por un segundo, la apegue mas a mi, necesitaba mas de ella, pero el maldito oxigeno hizo que nos separaramos, ella se puso en cuatro patas encima mio, me sonrió, con una sonrisita diabólica, como si quisiera...¿comerme? Y eso hacia, me levanto lentamente la sudadera y comenzó a depositar besos por todo mi abdomen, pero esos besos tiernos se convirtieron en chupetones y lamidas salvajes.

Llego a mi pantalón, donde un amiguito ya estaba levantado, ella me observo, preguntándome: ¿Lo hago? Con su mirada.

Yo asentí desesperado, quiero mas de Alma.

Su camiseta era delgada, así que mostraba un poco de su cuerpo, estaba llena de sangre, lo cual volvía todo mas sexy de lo normal, desabrochó mi pantalón y lo bajo, dejándome en boxers.

-¿Quieres que te haga cositas ricas?-Dijo sonriendo, con esa tierna voz que tenia, toco mi miembro con su dedo.

-D-definitivamente.-Dije hiperventilando.

Ella soltó una carcajada y se levanto, caminando hasta las escaleras, subiendo escaleras arriba.

Dejandome con ganas.

-¡YA VERAS ALMITA!-Grite mientras me vestía rapidamente.

Me enoja, me hace sentir de maravilla, me hace querer matarla, pero, mierda, la amo como no he amado a nadie en mi vida.

Un amor entre psicopatas (Jeff The Killer) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora