*Jeff POV*
Estaba harto se su gran deseo de morir, así no es como funciona...
Las personas normales no hubieran aceptado mi propuesta, ella no tiene sentido común, digo, no es como si yo lo tuviera.
Voltea a verla disimuladamente, ella tenía ese rostro perdido, aveces pensaba que no sentía absolutamente nada, pero de cuando en cuando un destello aparecía en sus ojos grises.
Ella me da curiosidad.
Suspire, seguí mirando hacia el frente, la cabaña estaba a tan sólo unos metros más de pura caminata.
Debería poner conversación...
Ni yo mismo entiendo que estoy haciendo con ella. Apreté mis dientes con enojo evidente.
Mierda.
–¿Pasa algo?–Preguntó en voz baja, con cierta timidez.
Que tierno sonó...
–Nada, callate y limitate a caminar.–Dije en tono molesto, y frío.–Ya casi llegamos, niña.–Suspire.
De un momento a otro ya estábamos en las montañas y la cabaña estaba justo detrás de ella, el único problema era que la montaña era bastante peligrosa, pero ya la había subido todo el tiempo, pero ella no.
¿Estoy preocupado?.
No.
–Vamos, sube.–Dije adelantándome.
–E-espera, ¿No es mejor rodearla?.–Dijo con voz inquieta, con miedo.
–Tardarias cuatro horas.–Suspire y seguí escalando.
Ya estaba en la cima, pero ella aún siquiera había llegado a la mitad.
No me jodas, niña.
Baje corriendo y le di mi mano.
–Ven.–Dije cortante tratando de no mirarla a los ojos, pero eso fue imposible, y mirarla fue un error, un grave error, su cara estaba entre una mezcla de alegría y ilusión.
–Que lindo rostro, lástima no durará mucho.–Dije sin poder ocultar mi sonrisa psicópata.
Amo la sangre espesa entre mis manos, amo oír los gritos de piedad, yo sólo quiero que se arrodillen y ruegen por sus vidas, eso es todo...
Pero esta chica al parecer no me tiene miedo, y quiere que la mate, esta muy confiada, lo cual no debería ya que está con un asesino.
Pero...ella es...así ¿No?
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Un amor entre psicopatas (Jeff The Killer) ©
RandomElla vivía ahogándose en sus amargos y tristes pensamientos. La vida de Alma cambio al conocer a su asesino, a la persona que quería matarle. Ambos vieron un hueco de luz en la oscuridad de sus frías mentes retorcidas. Poco a poco Alma fue perdiendo...