Un amor entre psicopatas (Jeff The Killer) ©

Capítulo diez (Extra)

Oh, nunca me presente.

Soy Alma Kennedy MacClain, tengo 17 años y nací el mismo día de la muerte de mi hermana mayor, la cual nunca logre conocer.

Mi vida no es una vida pintoresca, debido a un accidente cuando pequeña mis padres tuvieron que mudarse a un bosque, aislandome de todos.

Ese accidente...

Jamás lo olvidaré.

Nunca olvidaré como esas tijeras rozaban su suave piel, y como la sangre salía disparada de una sola apuñalada.

Mis manos se controlaban solas.

Sí, yo Alma, casi asesino a alguien. Intento, intento arrepentirme de lo que hice, por más que quiero sentirme arrepentida y culpable, no puedo.

Ame ese momento.

Cada segundo, cada sollozó, lo disfrute.

Fue una obra de arte. Si no hubiese sido por la interrupción de la maestra mi víctima hubiese sido completamente torturada.

Luego de eso mis padres me llevaron a un doctor y allí me quede por un par de meses. Fue una época difícil, las personas en ese lugar me miraban con odio y desprecio, la única persona que me ayudaba y comprendia era una tierna niña llamada Sally.

La cual murió dos semanas después de haberla conocido.

Luego de de dos meses de fingir ser una buena niña, mis padres me sacaron de allí y antes de darme cuenta estábamos en una antigua casa en un bosque.

Allí crecí intentando ser normal, pero una voz en mi cabeza me decía que sostuviera el cuchillo.

Pero la ignore.

No logre contenerme y una vez lo tome, e incluso intente matar a mis padres, pero para saciar mi sed de sangre...

Me comencé a cortar las muñecas, sólo para poder saborear y oler sangre. Mi madre se dio cuenta, recuerdo que me dijo: "Hablaremos luego de eso", más nunca lo hizo y yo deje de hacerlo.

Todas más noches soñaba lo mismo. Sangre, muerte, asesinatos.

Eso estaba comenzando a atormentarme.

Varias veces me sentía observada. Llegue a pensar que era Dios, pero la tensión que sentía tras esa sensación era demasiado siniestra para pensar en ello.

Comencé a hacer cosas de chicas y a intentar ser linda, pero nunca lo conseguí.

Yo misma provoque que mis padres comenzarán a llevarse mal, que nos mudáramos en este horrible bosque.

Yo misma provoque eso, todo por ese incidente...

Pero aún así...

No me arrepiento