"Morir"
*Narra Alma*
Ya no tenía miedo, él estaba conmigo, él era todo lo que necesitaba a mi lado para estar bien, lo supe en el momento que mate a ese hombre, supe que no puedo ocultar lo que soy, y yo soy una asesina loca, y debo asesinar personas.
Sin darme cuenta termine profundamente enamorada de Jeff, y al parecer el también de mi, aunque creo que le gusta mi lado psicópata más que mi lado cuerdo.
Sin más que hacer le dije "adiós" a mi casa para siempre, y me fui al lado de Jeff hasta llegar a la cabaña, que estaba cerrada, y no se escuchaba ni un sólo ruido.
El cielo ya estaba algo despejado, la lluvia no existía en ese momento, sólo se escuchaba mi respiración agitada y la de Jeff, debía admitir que estaba nerviosa, no sabía que pasaría allí, pero pasara lo que pasará tenía que proteger a Jeff.
-Primero vamos atrás a curarte.-Dije susurrando.
Lo tome de su brazo sano y lo lleve conmigo a la parte de atrás de la cabaña, donde habían unas pequeña rocas y mucha hierva mala.
Localice unos troncos y allí nos sentamos, saque todo de la mochila y comencé a limpiar su herida con alcohol.
-Oye, Jeff, creó que te amo, deberías intentar de ser más amoroso con tu novia ¿Verdad?-Dije juguetona.
Sin pensar.
Que estúpida.
-No somos novios, y no seré más amoroso, ¿Cuando acordamos que saldríamos?-Dijo molesto, me dolía.
-Cuando dijiste que sentías "más que yo" -Dije sonríente, estaba feliz por alguna razón.
Cubrí su herida con una venda y le ayude a pararse.
-¿Segura que quieres ir allá?-Dijo dudoso, ¿Asustado?
-Jeff, no tengo planes de morir hoy.-Dije bufando.
-Temo por mi vida, estarás bien, eres fuerte.-Dijo cabizbajo.
Levante su cabeza y lo obligue a mirarme.
-Jeff, primero prefiero morir de la manera más dolorosa...
-No lo digas... -Dijo con más voz rota mirando hacia abajo.
-Jeff, prefiero morir a perderte.-Dije tomándolo de la mejilla.
Y unimos nuestros labios en un tierno beso.
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Un amor entre psicopatas (Jeff The Killer) ©
RandomElla vivía ahogándose en sus amargos y tristes pensamientos. La vida de Alma cambio al conocer a su asesino, a la persona que quería matarle. Ambos vieron un hueco de luz en la oscuridad de sus frías mentes retorcidas. Poco a poco Alma fue perdiendo...