Muchas veces me había cuestionado si amaba a Henry, yo sabía que sí lo quería y le tenía mucho cariño pero no creía que fuese el hombre de mi vida.
Había escuchado a todos hablar durante años, sobre la sensación de una llama quemando por dentro, el deseo de no separarte nunca de alguien y el querer dejar todo lo que tienes por esa persona especial.
Y yo no sentía aquél ferviente sentimiento por mi novio, no por él.—¿Sabes? Por mucho tiempo creía amarlo pero ahora... siento que solo estaba haciendo lo que todos esperaban que hiciese —dije sincera—. Quiero decir, como si estuviese escrito y yo solo tuviera que seguir las instrucciones.
—¿Te sentiste presionada por ellos? —preguntó Peter sin apartar la mirada de mí.
—Bueno, ya que lo dices así —bajé la mirada y jugué con mis dedos—, creo que tienes razón. Desde muy pequeña todos decían que haríamos una bonita pareja y yo creí...
—Creías que era lo que tenías que hacer —murmuró.
—Sí, supongo —me encogí de hombros.
—¿Es eso a lo que llaman presión social? —sonrió de lado.
—Sí, algunas chicas fuman o toman pero en cambio yo fingí que tenía mi propio cuento de hadas —reí con tristeza.
—Quisiste crear tu propio mundo —susurró como si pensara en voz alta.
—¿Ridículo, cierto?
—No es ridículo, Clarisse —negó con la cabeza—. No es malo querer algo mejor para ti.
—Claro y soy tan feliz con mi decisión —sonreí con amargura.
—Tal vez te equivocaste al elegirlo a él —sugirió.
—Ambos somos iguales —negué—, Henry tiene mucho en común conmigo.
—¿Cómo qué? —alzó una ceja.
—Henry entiende lo que es ser tratado diferente, sabe lo que es ser aislado del resto. Mi historia solo es ser hija de Rumplestiltskin y nadie se acercaba a mí —dije recordando mis primeros años en la escuela—. Él siendo hijo de Emma y Regina, vivió lo mismo que yo.
No entendía porqué me estaba abriendo de esa forma con él, se suponía que nunca diría nada sobre lo que sentía en voz alta.
Tal vez Peter me había puesto algún hechizo para hacerme hablar o era su cercanía lo que me hacía responder todo lo que me preguntaba.—Tú no estás enamorada, sólo sientes empatía por él —sonrió ligeramente.
—Sí estoy enamorada, es solo que aún no lo suficiente como para corresponderle como se merece —intenté justificarme.
—Tal vez su madre te hechizó —bromeó Peter intentando aligerar el ambiente.
—No —negué—, sé que me enamoré de Henry.
—¿Cómo estás tan segura?
—Cualquiera lo amaría porque es todo un caballero y tan tierno, siempre ha sido demasiado perfecto para mí —me encogí de hombros.
—Tú lo has dicho, cualquiera lo amaría. Pero tú no eres cualquier persona —me miró a los ojos—, tú no lo amas.
—¿Leíste mi mente, cierto?
—Sólo quería que me confirmaras lo que ya sabía —sonrió.
Bajé la mirada, como si mis manos fuesen lo más interesante del mundo.
—Da igual, al menos estoy segura de que si nunca vienen por mí Henry se podrá encontrar a una buena chica que lo ame. Una que sí lo merezca —susurré.
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No te pertenezco Peter Pan
FanfictionClarisse Gold siempre había llevado cómodos grilletes, vivía atrapada en una jaula de oro. Secretamente anhelaba vivir emocionantes aventuras, deseaba ser la protagonista de su propia historia y no solo el complemento del resto de cuentos de hadas. ...