No te pertenezco Peter Pan

37. Confianza

✏Dedicación especial a @FTandPixieDust: De los capítulos más largos que he escrito, espero que te guste. Recuerdo que me pediste una dedicación, tal vez estoy confundiendo la novela ( sí es así, culpa a todo ese medicamento que tomé hoy).

Suspiré pesadamente mientras intentaba poner mis ideas en orden.

La razón me decía que no creyera en sus palabras, después de todo aún seguía grabado en mi memoria el momento en el que Peter me había dicho que sólo me usaba para obtener la daga de mi padre, por lo tanto, su poder. Sin embargo, mi corazón me decía que él podía estar siendo sincero conmigo y que tal vez no mentía respecto a sus sentimientos por mí.

No tenía sentido dejarme acosar por las constantes preguntas que vagaban por mi cabeza. Sólo el amor haría que mis dudas se disiparan, únicamente debía confiar en Peter para terminar con esos malos pensamientos que no me dejaban ser feliz con él.

—Supongo que no estoy en posición de reclamarte nada más, tu palabra debería bastar —dije en voz baja.

Él se alejó pareciendo ofendido.

—¿Es tu forma de decirme que no confías en mí?

—Es mi forma de decirte que no quiero más problemas entre nosotros, yo confiaré en ti hasta que se demuestre lo contrario —le aseguré.

—¿Se suponía que con eso me debía sentir bien? —rodó los ojos—. Prácticamente estás diciendo que vas a esperar a descubrir una mentira para poner en duda todas las verdades.

—No soy como tú, no soy tan poética al hablar como para demostrarte lo especial que eres para mí —admití bajando la mirada—. En realidad, estaba pensando en arreglar mis horribles palabras con un beso pero recordé que no me he lavado los dientes.

—Clarisse —me llamó, haciéndome alzar la mirada en su dirección—, con eso basta.

Se acercó una vez más a mí para acariciar mi mejilla de forma delicada, haciéndome apretar mis labios en una línea al adivinar sus intenciones. Él sonrió mientras negaba con la cabeza y se acercó para besar mi frente, tomándome desprevenida por lo dulce que había resultado el gesto.

❇❇❇

Sintiéndome cómoda y más limpia que nunca, salí de mi habitación subterránea y comencé mi camino hacia el campamento. Una figura torpemente escondida entre los árboles me hizo detenerme, me acerqué de forma sigilosa y lo suficiente para dirigir mi mirada a lo que él veía. O mejor dicho: lo que Peter parecía buscar en la laguna de las sirenas.

—¿A quién estamos espiando? —susurré a su lado.

—Calla —siseó.

Alcé ambas cejas al verlo tan concentrado en su tarea, tuve que reprimir una sonrisa cuando se dio la vuelta de golpe al darse cuenta de que lo había atrapado con las manos en la masa.

—Oh, hola, Clarisse —balbuceó—. ¿Desde cuándo estás aquí? Venía a buscarte pero no te vi por ningún lugar y yo...

—¿Me querías espiar? —dije resaltando lo obvio.

—¿Quién? ¿Yo? No, por supuesto que no —resopló—. Es ridículo que lo pienses.

—Claro y yo soy Batman —me crucé de brazos.

—¿Quién? —dijo inclinando su cabeza, confundido.

Rodé los ojos al recordar que él no entendería ese tipo de referencias.

—Es sólo una expresión —sonreí con autosuficiencia—, que significa que no te creo una sola palabra.

—Bien —se encogió de hombros—, sí quería espiarte. No es como si antes no lo hubiese hecho.