✏Dedicación especial a: todas esas chicas lindas que comentan, ¿por qué? Porque puedo y porque son geniales. :) ♥
Cada una de sus palabras habían sonado sinceras, Peter quería que yo eligiese mi destino. Para mí el hecho de que estuviera dejándome en libertad significaba un verdadero acto de amor, puesto que me estaba poniendo como prioridad sin importar las consecuencias que eso le pudiese traer a él.
—Te dije que me quedaría contigo —susurré.
—Nunca seré el hombre con el que podrás formar una familia. No podré hacerte feliz, no sé como hacerlo.
Una presión se hizo presente en mi pecho en el momento que él soltó mi mano, haciéndome más consciente de su verdadera intención. Peter quería que fuese feliz aunque no fuera a su lado, sin embargo, yo no sería feliz si tenía que separarme de él.
—No me hagas pensarlo, no intentes que reconsidere mi decisión. Será inútil.
—¿Por qué cambiarías una vida perfecta por esto? —dijo en voz baja—. Aquí el único que gana soy yo, si te quedas lo perderás todo.
Llevé mis manos a su cara, enmarcando su rostro para que su mirada inquieta y preocupada se posara directamente en mis ojos.
—Te ganaré a ti, Peter.
Mordió la parte interior de su mejilla, mirándome con preocupación y algo más que parecía por alguna razón ser culpa.
—Sólo causo problemas —masculló.
Sonreí enternecida por su actitud, me parecía demasiado dulce que Peter quisiera hacerme creer que estaría mejor sin él. No era un secreto que no era precisamente un santo, pero eso a mí no me importaba en lo absoluto.
—Me gustan los problemas —susurré a milímetros de sus labios.
Lo besé con dulzura y calma, lentamente, tratando de transmitirle tranquilidad. Al romper el beso subió sus manos a mi nuca, juntando su frente con la mía.
—¿Estás segura de aceptar las consecuencias que esto te traerá? —dijo en voz baja.
Su voz me decía que esa pregunta significaba más de lo que aparentemente parecía y debía dejarle en claro que no tenía porqué dudar. Tomé su mano y la coloqué en mi pecho, de forma que pudiera sentir bajo su palma los latidos de mi corazón.
—¿Puedes sentirlo? —pregunté con suavidad.
Peter aclaró su garganta y alzó la mirada, la cual había mantenido fijada en su mano, asintió ligeramente pareciendo más tenso conforme pasaban los segundos.
—Mi corazón no está equivocado, te pertenece y sé lo que implica. Nada de lo que tú digas me hará cambiar mi opinión sobre ti.
Sus ojos brillaron mientras una media sonrisa se deslizaba en sus labios, alzando ligeramente sus cejas en gesto de altanería.
—Si te gustan los problemas soy perfecto para ti.
—Lo eres, eres perfecto para mí. Chico engreído —agregué con una sonrisa.
Después de algunos minutos más de besos y mimos por parte de Peter, él me dijo que regresara al campamento para que pudiera dedicarse a cazar sin más retraso. No me gustaba admitirlo pero siempre resultaba ser un contratiempo para él, además de que no era muy habilidosa en las tareas de la isla por lo que no le resultaba de mucha ayuda.
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No te pertenezco Peter Pan
FanfictionClarisse Gold siempre había llevado cómodos grilletes, vivía atrapada en una jaula de oro. Secretamente anhelaba vivir emocionantes aventuras, deseaba ser la protagonista de su propia historia y no solo el complemento del resto de cuentos de hadas. ...