No te pertenezco Peter Pan

26. Ignorancia

✏ Dedicación especial a @infin-ity: Quiero aprovechar para admitir públicamente que siempre amo tu icon, no importa cuando leas esto porque cada vez que lo cambias es igual. Mil gracias por leer esta historia ♥

Peter se alejó un poco pero sin soltarse del abrazo, lo suficiente para mirarme a los ojos.
Parecía buscar algo en ellos, como si intentara leer mis pensamientos.

—¿No lo entiendes, cierto? —dijo en voz baja.

Subí mi mano hasta su mejilla, acariciando su piel con mi pulgar.

—Dices estar enamorado de mí pero me estás rechazando —sonreí con tristeza—. ¿Hay algo más que debería entender?

Suspiró mientras colocaba su mano sobre la mía, haciendo presión con ligereza.

—Hay más, Clarisse.

La opresión en mi pecho seguía ahí, verlo con los ojos ligeramente enrojecidos por las lágrimas era demasiado de lo que yo podía soportar.
Sentía la necesidad de hacer algo al respecto, sabía con seguridad que daría todo con tal de que esa sombra de tristeza abandonara sus ojos.

Me aclaré la garganta mientras miraba sus labios y me acerqué intentando cerrar la poca distancia que había entre nosotros.
Perdí dignidad cuando él giró su cara en otra dirección, evitando que lo besara.

—Lo siento —susurró.

Cerré los ojos sintiendo un par de lágrimas descendiendo por mis mejillas, la impotencia se adueñaba cada vez más de mí.
Nunca antes había deseado tanto besar y golpear a alguien al mismo tiempo, quería odiarlo pero mi corazón no me lo permitía.

La sensación de un delicado beso en la frente me hizo abrir los ojos y sólo eso le bastó a Peter para romper el abrazo alejándose de mí.

—No lo hagas más difícil para mí, por favor.

Limpié el rastro de lágrimas con el dorso de mi mano mientras él me daba la espalda.

—¡Lo estoy haciendo fácil! Tú eres el que complica todo, actúas como una chiquilla —gruñí.

Peter se dio la vuelta y me dirigió una mirada que intentó ser de diversión.

—¿Disculpa?

—Yo te quiero de verdad, no quiero embarazarte y huir —dije sarcástica.

—Oh, esto tiene que ser una broma —sonrió pasándose la mano por el cabello.

—Para ti todo esto ha sido una maldita broma desde que llegué —escupí furiosa—. Todo el tiempo te habías dedicado a divertirte conmigo, logrando confundirme y ahora que has logrado esto... me evitas.

—Tal vez es mejor que las cosas se queden así como están —dijo tomando una actitud de seriedad—, antes de que esto se escape más de nuestras manos.

—¿Por qué está mal, Peter? —susurré sin dejar de mirarlo.

—No quieres saberlo realmente, sólo lograré lastimarte más. La ignorancia es la felicidad —dijo bajando la mirada.

—Yo no soy feliz con el hecho de que no me quieras como yo lo hago —admití sin poder evitar sonar dolida.

—Sí te quiero pero eso no cambia nada.

—Sólo estás jugando conmigo, Peter.

—Me enamoré por un juego y con el amor no se juega, Clarisse.