No te pertenezco Peter Pan

31. Rubio listo

✏Dedicación especial a ToxicStump: Este capítulo tenía que ser para ti ya que siempre hiciste teorías que me dejaban impactada, quiero decir, al parecer siempre descubriste todos los mensajes que yo dejaba entrever. Espero que te guste este capítulo extra largo, y sí, tú puedes tener segunda dedicación. ♥♥

Peter Pan:

Félix estaba comenzando a fastidiarme mucho, detestaba cuando se atrevía a retar mi inteligencia. Yo no era estúpido, simplemente pensaba que no todo dependería de que yo dijera querer a Clarisse o no.

Mis sentimientos no importaban, lo que yo sentía o quería no cambiaba nada. El mundo seguiría girando, la historia seguiría transcurriendo sin tomar en cuenta qué era lo que yo realmente deseaba.

—No tengo porqué escuchar esto, vete y déjame solo —le ordené.

—Gastas más energía y tiempo evadiendo tus problemas en lugar de tratar de solucionarlos —dijo cruzándose de brazos.

—¿Para qué los solucionaría? ¿De qué va a servir? —exploté furioso—. Clarisse se irá en cualquier momento, no la podré esconder de ellos para siempre y ya no tengo más hechizos para seguir retrasando a Rumpelstiltskin.

—Tal vez ella no quiere irse, Pan —dijo con suavidad.

—Clarisse no quiere estar en Neverland —negué con la cabeza—, quiere irse con su familia de Storybrooke.

—¿Qué te hace creer eso?

—Ella se irá en la primer oportunidad que tenga, me dejará aquí sin importar nada. Clarisse me lo dijo, odia estar aquí. Me odia.

—¿No te parece familiar, Pan?

Bajé la mirada sintiéndome aludido. Yo había hecho eso, había abandonado a mi hijo sólo por mi propia felicidad.
No podía confiar en nadie cuando era consciente de lo egoístas que podíamos llegar a ser las personas con tal de obtener lo que deseamos.

—Se irá, Félix. Apenas vea a Henry correrá a sus brazos, ella lo ama, lo sé. Lo ama porque es mejor que yo, ¿quién no lo preferiría a él en lugar de a mí?

—Clarisse te preferiría.

—¿Ella te lo dijo? —susurré.

—No lo dijo, pero yo sé que ella te preferiría mil veces a ti —dijo con una media sonrisa.

—Sólo lo supones, no es real. Ella está confundida, es imposible que Clarisse esté enamorada de mí.

El rubio suspiró pesadamente y se llevó la mano a su nuca.

—Amigo, no estoy aquí para arreglar tus problemas de autoestima. No te voy a decir que eres atractivo, aunque sí lo seas —sonrió mientras rodaba los ojos—, y mucho menos te daré una larga lista sobre todas tus cualidades porque me tardaría demasiado en hacerlo, lo que sí te puedo asegurar es que aunque te creas la peor bazofia de la historia, en realidad no lo eres. Es por eso que lo único que deseo decirte es que seas honesto contigo mismo y con Clarisse, ambos lo merecen.

Lo miré por un largo tiempo sin poder articular ninguna palabra, probablemente era lo más halagador e inteligente que Félix me había dicho en décadas. Sin embargo no podía darle la razón, yo no podía estar con Clarisse.

—¿No te parece extraño? —dijo rompiendo el silencio que se había instalado entre nosotros.

—¿El qué? —lo miré confundido.

—Clarisse y Henry, ellos siendo pareja —dijo obvio—. Sabes que ella es hija de Rumpelstiltskin.

—Eso lo sé, es mi nieta —rodé los ojos—. Dime tu maldito punto.