18. Sólo hazlo

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Dedicación especial a @KayLover357: Gracias por leer esta historia, que alguien se tome el tiempo de leerme significa mucho. :) ♥

Peter colocó su mano libre en mi otra mejilla, sostenía mi rostro entre sus manos, sin darme oportunidad de ver algo más que no fuera a él.
No podía moverme, no sabía cómo debía reaccionar y no quería alejarlo de mí. Por alguna extraña razón no me resultaba incómodo tenerlo tan cerca.

Sus ojos verdes parecían cada vez ser más oscuros, era imposible dejar de mirarlos, me tenían hipnotizada. Ninguno pronunciaba una sola palabra, sólo nos perdíamos en la mirada del otro.

Se acercó con lentitud, cuando estuvo a escasos centímetros de mí cerré los ojos como impulso. Mi cerebro me gritaba que me moviera o hiciera algo para evitar que siguiera acercándose más, pero no permití que mi cuerpo reaccionara ante sus órdenes. No quería hacerlo, no quería alejarme de él.

Sentí su frente posarse contra la mía, mi nariz tocaba ligeramente la suya y su respiración chocaba en mi cara. Mi estómago se contrajo ante la incertidumbre, me descubrí a mí misma deseando que eliminara la escasa distancia entre nuestros labios.

—Me está matando la tentación de besarte —susurró con la voz temblorosa.

Su voz me transmitía necesidad y en ese momento yo no me negaría ante Peter. Le daría cualquier cosa que él quisiera.
Lo escuché suspirar pesadamente y sentí como soltó con lentitud mi rostro, alejándose de mí.

Abrí los ojos, desconcertada por su repentina y extraña actitud.
Peter estaba medio metro alejado de mí, con las manos apretadas en puños y con la vista al frente.

—No puedo —susurró apenas audible—, no debo. Lo siento.

No sabía de qué se disculpaba exactamente y el sentimiento de rechazo, que comenzaba a adueñarse de mí, no me ayudaba a pensar con claridad.

—Esto está mal —dijo bajando la mirada a su regazo—, muy mal.

Me detestaba por querer que él me besara y me odiaba por casi permitirle darme un beso.

—Sí... eso creo —me aclaré la garganta.

Él mordió su labio y se removió en su lugar, pareciendo incómodo.

—Creo que ambos vamos a cazar —dijo cambiando el tema.

Con su actitud deduje que Pan optaba por fingir que nada había pasado y yo también podía jugar al paciente con amnesia.

—Es una lastima, no sé cazar —me encogí de hombros.

—Te enseñaré —dijo tratando de esbozar una sonrisa.

Ambos bajamos del árbol, evitando mirarnos durante el camino de regreso al campamento.
Habían sido largos minutos de un silencio sepulcral que además de ser incómodo resultaba muy molesto.
Al llegar Pan se acercó al lugar en donde guardaban las armas, me indicó con una seña que me acercara a él dirigiéndose por primera vez a mí desde el incidente del árbol.

—¿Cazarás con arco? ¿O quieres hacerlo de la forma difícil? —dijo mientras me acercaba.

—Prefiero lo fácil, no me gusta complicarme la vida —comenté mirando mis manos.

Había sido una clara indirecta que él al parecer no comprendió, o simplemente fingió no hacerlo.

—Entonces será el arco —dijo tomando un arco y un carcaj.

No te pertenezco Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora