35. Malentendido

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Dedicación especial a @JazminVerel: Espero que te guste este capítulo y que Peter no te cause diabetes. Gracias por leer :) ♥

Sus palabras me hacían tener un mal presentimiento, como si él ya fuera consciente de que esto sólo era algo temporal. Yo lo sabía, sabía que sería complicado con mi familia y amigos de Storybrooke rondando por la isla, no podría seguir ignorando el hecho de que en cualquier momento tendría que tomar una decisión y elegir.

La culpa se hacía cada vez más presente, mi conciencia no dejaba de reprocharme que él estaba siendo sincero conmigo. Me tenía tanta confianza que incluso había puesto en mis manos la única cosa que podría vencerlo, Peter estaba dando un salto de confianza con alguien que tal vez no podría atraparlo.
Yo no le había dicho a Peter sobre mi encuentro con Henry, mucho menos dije que sabía que mi familia estaba en la isla buscando la forma de emboscarlo. Temía que en cualquier momento la mentira me explotaría en la cara.

La incógnita aquí era Peter, él nunca había mencionado si sabía o no que mi padre estaba aquí. Tampoco me había pedido directamente que me quedara con él, aquello que cada vez me planteaba con más seriedad.

—¿Por qué hablas de esa forma, Peter?

—Los villanos no tienen finales felices, Clarisse —negó con la cabeza—. En cualquier momento podría despertar de este sueño.

—Esto no tiene porque ser una tragedia —dije recargando mi mejilla en su pecho.

—Sabías que nuestro amor sería trágico, te lo advertí desde el principio —susurró acariciando mi cabello.

Me alejé un poco, lo suficiente para poder mirarlo y notar sus ojos más verdes que nunca.

—No pienses en eso, no le prestes atención —murmuré antes de besarlo.

Al romper el beso una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios y suspiró, logrando que el aire me abandonara ante la escena que tenía el privilegio de observar tan de cerca.

—Quisiera poder estar todo el tiempo así —susurró apretando su agarre—, no me importaría pasar la eternidad contigo entre mis brazos.

—¿Por qué me haces esto, Peter?

—¿El qué? ¿Está mal? —dijo inclinando un poco su cabeza.

Negué mientras una sonrisa se hacía presente en mi rostro.

—Me dejas sin habla —confesé—, eres bueno en eso.

—Soy bueno en otras cosas más —dijo con una media sonrisa—, podría mostrarte si quieres.

—Debemos irnos —reí.

—No quiero —cerró sus ojos—, frente a ellos me costará mucho mantener mis manos lejos de ti.

Me había costado un poco persuadir a Peter y convencerlo de que debíamos irnos cuanto antes al campamento, después de todo sería sospechoso que ambos hubiéramos desaparecido. Al llegar fue Félix el primero en echarnos en cara la tardanza.

—¿Dónde estaban? Creí que un oso se los había comido —dijo alzando una ceja.

—En mi habitación —anunció Peter con una sonrisa.

El rubio abrió los ojos como platos y dejó caer el ave directamente al fuego, pareciendo desconcertado.

—Esta no es la forma correcta de cocinar, Félix —se burló Peter.

El castaño salvó el ave del fuego y la colocó de forma correcta para que se pudiera cocinar sin ningún inconveniente.

—Fuimos por el cepillo para Harry —le expliqué alzando el objeto mencionado.

No te pertenezco Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora