Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán América

Capitulo: 17

Es el segundo día en que me levanto sin Steve a mi lado. El lado en donde duerme se siente terriblemente frío, y últimamente he tenido pesadillas. El insomnio que me carcome el cerebro con tantos sentimientos juntos, me esta agotando. No he hecho nada productivo. No he ido a la universidad para buscar mi plan de estudio, ni siquiera había ido al edificio de Stark, como le prometí a Steve, preferí quedarme en el departamento, en donde ni siquiera habitado salido al balcón para mirar aunque sea la carretera. Me la he pasado acostada en la cama escuchando música, durmiendo y comiendo. Estoy de vaga, los platos están apilados en el fregador y las cajas de comida que he ordenado están tiradas en el suelo cerca de la cama. Mi ropa esta amontonada en la silla de la habitación, y mi celular ha estado cargando desde ayer por la noche que hable con él.

Alargue la mano para mirar la hora del celular, y tenia diez llamadas. Revise de quien se trataba, y busque el nombre de Steve, pero ni uno era de él, solo de mi mejor amiga. Hacia un tiempo que ella y yo no hablábamos. Decidí marcarle de vuelta, pero no contestó. Suspire agotada y deje el celular sobre la mesita de noche. Me levante porque necesitaba hacerlo. Recogí la basura y limpie la casa, heche mi ropa sucia sobre una bolsa negra para llevarla a la lavandería. Me senté en el sofá repentinamente agotada. Cruce los brazos y mire a mi alrededor. Algo dentro de mi, necesitaba hacer algo, me sentía totalmente inservible.

Necesitaba una misión.

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Nombre: Ruxandra Alitza Hurst
Edad: 17 años
Padre: Lucían Hurst
Madre: Azriela Graham
Nacionalidad: Estado Unidense, nacida en Rumania, Bucarest.
Residencia: Nueva York

James leyó en silencio, sobre su nueva misión. Una chica multimillonaria, Agente de SHIELD, con habilidades especiales.

Esta vez su misión seria diferente a lo que él hacia en realidad. De alguna manera se tenia que acercar a esa mujer y fingir ser un espía entre los agentes de HYDRA, por ordenes de su jefe. Y le haría daño a la chica, hasta que se lo ordenen.

Observo la foto de la mujer detenidamente. A pesar que la foto fuera en blanco y negro, detallaba con claridad, las delicadas facciones de la mujer. Era muy hermosa para su gusto.

¿Que había hecho ella, para que la tomaran como enemiga? Se pregunto James, sin dejar de observarla. Cerro el folder y se levanto del asiento, para volver a su celda y descansar antes de empezar la misión.

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Los ojos azules del dios, iban de un lado a otro, constantemente. Las mujeres, el olor nauseabundo del licor, y el sexo en el lugar, le hicieron sentirse de un pronto asqueado. ¿Porque había pisado el Burdel de Thanos? ¿Que realmente quería conseguir en aquel lugar? ¿Mujeres? Las tendría a todas si así lo deseaba, sin tener que moverse del reino. ¿Emborracharse? Había licor de toda clase en el reino, de que él tendría a su disposición, si así lo deseaba. Ahora, ¿Realmente que hacia el hijo de Odin, en un burdel? ¿Que buscaba? El lugar le hacia sentir enfermizo, y las hermosas mujeres desnudas, las evitaba a toda costa. ¿Quizás le bastaba con mirar? No, no deseaba lo que veía, más bien lo aborrecía.

Loki apretó los labios con fuerza, al igual que sus dientes. Había pasado días tras días, desde que ella lo dejo, y no había logrado recuperarse como pensó que lo lograría. Se impresionó, que una simple humana fuera capaz de dejarle muy mal. La veía en todos lados, y por alguna razón, no podía ver a otra mujer como sus ojos la vieron a ella. La amó y aún la deseaba.

Se levanto del lugar y camino entre las personas para llegar a la salida. En una esquina del lugar, escucho la risa de Thor, y la chillona risa de la mujer que seria su amante esta noche. Loki rápidamente desapareció del lugar, a veces Thor se volvía impertinente cuando tomaba demás, y encontrárselo en ese lugar, seria una pelea segura entre ambos.