Capitulo 69: ¡¿Que Carajos?!

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Capitulo 69: ¡¿Que carajos?!

[***]

Esa tarde Steve había hecho que me preparara para salir, pero lo que no me dijo, es a donde iríamos. Por alguna extraña razón sentí curiosidad por saber, pero él decidió que lo vería con mis propios ojos en el momento en que llegáramos. Y no insistí, él no me diría nada, estaría perdiendo mi tiempo. Así pues, desde que salimos de casa, lleve conmigo un pañuelo cubriendo mis ojos, hasta que él detuvo el auto. Me ayudo a salir, y caminamos por lo que debía ser una pequeña pasarela entre algún decorativo con flores y arboles, ¿Y como lo se? Puesto a que uno o dos veces, mi pies terminaba entre un pequeño césped. Subimos las escaleras, y de un pronto, él me saco el pañulo, y lo único que vi fue que estábamos en un ascensor.

No me permitió hablar, puesto a que sus labios ya estaban sobre los mios, haciéndome acallar las tantas veces que formule la misma pregunta, ¿A donde me llevas? Él no respondió, sin embargo cuando el ascensor sonó al llegar al piso que era, no pude ver detrás de él, me lo impidió. Su gran cuerpo, tenia acaparado mi campo visual.

—¿Confías en mi?— Tomo mis manos, mirándome fijamente. Quise golpearlo, por hacerme esa pregunta, ¿Acaso no sabe la respuesta?

—¡Claro que si! Te confiaría mi vida, de ser necesario—. Nuevamente trate de ver tras de él, pero sus manos tomaron mi rostro.

—Entonces confía en mi, te tapare los ojos con mis manos, y no hagas más preguntas, ya pronto llegaremos. —Asentí, y deje que él me tapara los ojos.

Pero a los minutos que íbamos caminando, sentí gran curiosidad, mi corazón estaba por colapsar. Y fuera lo que fuera, que Steve tenia preparado para mi, debía de ser algo en lo que trabajo muy duro.

—¿A que se debe esto?— Le pregunte con una sonrisa. Solo era para tomarle el pelo.

—A lo mucho que te amo— Dijo cerca de mi oído, provocando que los vellos de mi nuca se erizarán.

Camine con pasos medidos, con él detrás de mi, guiándome por lo que debía ser una calle con piedras, y el aire dándome de lleno a la cara. No se si estaba en lo cierto, pero debíamos de estar en alguna azotea, la brisa fue lo que más me llamo la atención, era demasiado como para estar encerrados en algún otro lugar.

—Llegamos— Dijo él, apartando sus manos de mis ojos, ocultando lo que fuera que hubiera detrás de él, con su gran cuerpo. —Ru, quiero que sepas que esto lo hago por ti, te debo una por lo que hiciste por mi en la cena de nuestro aniversario.

—No tenias porque...— Me interrumpí a mi misma, al ver lo que tenia en frente de mi. Exactamente trabajo muy duro para lograr que esa azotea en donde estuviéramos se viera como si estuviéramos entre las estrellas, con una mesa en el centro hermosamente decorada con negro, y dorado. Mis colores favoritos. —Steve... Dios mios, que hermoso!—

—¿De verdad te gusta?— Dijo guiándome hacia la mesa.

—¿Que me gusta dices? ¡Me encanta!— Lo mire enternecida. —Ha sido muy tierno de tu parte, pero no tenias porque hacerlo...—

—Tenia qué, la ultima cena fue un desastre, y mira como acabo la semana pasada, me siento culpable por esto.

Le tome por el mentón y lo hice verme. —No digas más, no tienes la culpa de nada.

Parpadeo asintiendo, y me llevó hacia la mesa, apartándome la silla como el caballeroso que es, y tome asiento.

Cenamos mientras conversábamos, y luego bailamos un poco, algunas piezas lentas, hasta que decidimos volver a casa, en medio de un arranque de calentura. E hicimos el amor, ahora usando protrecion, (Algo que por supuesto odie usar). Pero! Steve hizo esta noche muy mágica, enserio que se lucio, jamas había hecho algo así para él, pero me alegra su gran detalle y lo romántico que sigue siendo.

Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán AméricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora