Me siento culpable por ser mentirosa
***A la mañana siguiente desperté con jaqueca. Sentía como la cabeza se me iba a partir en dos, y las nauceas se sumaron a mi dolor. Me senté en la cama, con los pies guindando, y encorvada.
Me merecía esto. Me lo merecía después de haber sido tan mentirosa. Y haber sido detenida por haber fumado drogas y ser una borracha adolescente, mentirosa. Pero estoy segura, que no lo volveré hacer, fue el error más grande que cometí en mi vida, junto con haber accedido a tratar de ser pareja de Loki para abandonar a Steve. Fui una idiota, pero gracias a Dios, abrí los ojos en el momento adecuado.
La cabeza empezó a darme vueltas y estaba a punto de vomitar, cuando Steve salio del baño con un pequeño cachorro en sus brazos, envuelto en toalla (El primero baño de Kili, y yo con ganas de vomitar y queriendo morir. Que mala madre soy). Lo mire de reojo y me voltee, me contraje contra mi estomago y respire tres veces para no vomitar.
A los segundos me levante y corrí directo al baño. Steve se hizo a mi lado, y me recogió el cabello. Cuando me recompuse, me senté en el suelo, y me tape la boca con papel. La cabeza seguía dándome vueltas y la jaqueca no ayudaba.
-Quiero morirme-. Me acaricie las sienes y cerré los ojos. No me sentía para nada bien.
-¿Quieres que te haga un Tea verde?- Murmuro Steve, acariciandome la espalda.Rogers estaba bastante preocupado por su novia. A pesar de seguir enojado por su irresponsabilidad, no podía omitir que estaba mal por como ella se sentía. Aun había algo en el viejo Steve, que le hacia pensar en la inocencia de su novia y en el ejemplo que debió seguir dándole como el adulto responsable que es.
-De canela por favor- Murmuré.
Cuando Steve volvió, había logrado trasladarme a la cama. Por suerte se me quito las nauceas, pero los mareos seguían. Él se sentó junto a mi, y espero todo el momento hasta que pude recomponerme.
-Gracias por estar aquí conmigo, después de haber sido una idiota.
Steve entrelazo nuestras manos y me miro con esos ojos llenos de bondad. Nunca había visto nada mal en él, y a pesar de lo que hice, me perdono y me consoló. Y aquí esta conmigo, en medio de mi jaqueca y dolor estomacal.
-No digas eso, fue un error, todos los cometen Ruxandra, no te lamentes.
-¿Que no me lamente? Me siento mal Steve, me duele la cabeza y vomité. Soy un desastre.
-A todos nos pasa cuando nos emborrachamos.
-Si, a todos, menos a ti.
-Lo se, por el efecto del suero del soldado.- Steve encogió los hombros.- No puedo emborracharme, aunque quisiera.
-Ya veo, así mismo paso la vez que nos acostamos. Fingiste estar "borracho", y te aprovechaste de mi.
-Claro que no, jamás lo haría-. Steve frunció las cejas. Se había molestado.
-Lo se-. Sonreí.- Pero ojala mi suero me hubiera perminitdo no emborracharme. ¿Podras drogarte?-
-No lo creo.Esa tarde cuando logre recomponerme mas o menos, salí con Kili a caminar. Fui hasta el banco, y saque los 500 dolares que Steve gasto en mi esta mañana. Tenia que pagárselo, había sido de gran ayuda, y el mejor novio que nadie más tiene que solo yo. ¡Me dará una sorpresa después de lo mala que fui! Soy la peor.
-¿Que tal les fue?-
Steve estaba sentado sobre el sofá con un libro en manos. Su pelo rubio estaba desordenado, y aun había gotitas de agua en su cuello. Eso quería decir, que estaba recién bañado.
-Muy bien, Kili se porto de maravillas-. Rodee el sofá y me senté a su lado.- ¿Que lees?-
-Uno de tus libros, Percy Jackson-
Me rodeo con su brazo y me pego a su cuerpo. Se sentía tibio.
- Oh... si esta muy bueno-. Me levante del sofá y fui por mi bolso. Tome el sobre donde tenia el dinero y se lo extendi.
-¿Que es esto?-. Cerro el libro y tomo el sobre.
-Solo abrelo, y veas lo que veas lo tomaras sin reprochar-. Puse las manos sobre mi cadera, esperando por su reacción.
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Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán América
RandomDos personas muy distintas, nacieron para estar juntos con la diferencia de años, y pensamientos; sin embargo se complementaban magníficamente, siendo una sola persona en tres diferentes características, y años. Él la amaba, y ella lo amaba. Estab...