Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán América

Capitulo: 36

Capitulo: 36
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-Recuerdas esa vez que esos hombres de negro me golpearon en la casa de Tony?-
-¿Si?-
-Estoy segura que buscan esto-. Alzo la carpeta con la formula del suero.- Mi padre debió saber algo de esas personas, y por eso dejo el suero para mi, en Shield. Algo tramaban con eso, seguro pensaron que tenia la formula para ese suero...-
-Lo piensan todavía. Ruxandra vamos, Hydra te busca, y sé que te has visto con el Soldado del Invierno cara a cara varias veces, es un hecho que no te ha podido llevar.
-La ultima vez tuve suerte, Clint me salvó. Si no... Seguro no estaría hoy aquí.

Fue difícil conciliar el sueño esa noche. La pareja paso en vela. Cada uno pensando que hacer para su protección. Y ya con la fórmula del suero en sus manos, es demasiada información para sus mentes. Y como van las cosas, Rogers no esta dispuesto a dejar pasar cualquier oportunidad para asegurar la vida de su prometida. Hurst por otro lado, solo tiene algo en mente, y es el comentario de Loki acerca de ver a una partera, y el bienestar de Steve. Ahora que se van a casar la unión le podrá costar muy caro.

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Él despertó primero que ella. Solo había dormido cuatro horas después de haber pasado una larga noche, con sus pensamientos. Y ahora que es de día, necesita pensar que hacer con esos papeles antes de que anochezca y deban de regresar al edificio de Stark. Dejaron a Kili al cuidado de Mary Jane.

A pesar de sentirse somnoliento, alguien no lo estaba realmente. Su cuerpo tenia tanta energía acumulada que debía utilizarla.

Acaricio con suavidad la mejilla de ella, descendiendo poco a poco, hasta llegar a su cuello donde aparto el cabello salido del moño. Se inclino hacia abajo, ladeando la cabeza, hasta lograr que su rostro pudiera encajar con el ladeado cuello de ella, en donde depósito un corto beso, y luego uno más comprometedor.

-Mmm...-. Gimió. Abrió los ojos poco a poco, acostumbrándose con la luz del día. Sonrió al ver el rostro de su pareja, y le paso las manos por detrás de su nuca. -Como los viejos tiempos. ¿Los recuerdas?-
-Como si fuera ayer-dijo él, sumergiéndose debajo de la sabana, hacia los límites del camisón.

-Ni siquiera te he tocado, y estas húmeda-
-Dos días sin sexo es mucho para desear, corazón-

¿Han escuchado la posición del Kamasutra, el salto del tigre? Pues si no, les explicaré como fue y como Steve fue tan valiente para confiar que su novia caería enzima de si pe.en, sin que le golpeara al caer.

Fue difícil, pero los rápidos reflejos de Ruxandra hicieron que esto fuera realidad. A pesar de la altura y la distancia que los separaba, poner la peinadora casi cerca de la cama, fue muy arriesgado, además la posición de cuclillas, antes de hacer el magnifico salto con las piernas abiertas. Al principio dolió, luego fue más apasionante, y los gritos demás, le siguieron luego.

No había sido la única vez que lo hicieron en esa cama. La primera vez Steve se había atrevido a romper los límites que él mismo había puesto, pero al probar del sexo en la relación, todo juicio al ser despertado (Y sabrán a que me refiero), debía ser atendido de inmediato. Y como decía, Steve rompió los límites al pasar por su habitación, y obtener la satisfacción que necesitaba esa noche, el 10 de abril del 2013. Fue la primera vez que hacia algo que no debía, en la cama de su novia y en la casa, cuando sus padres dormían. Pronto las madrugadas fueron parte de ellos, dormían juntos hasta las 4:00 de la mañana, hasta que Steve volvía a su habitación. Nadie nunca los había visto, por lo menos a él, nunca le habían visto entrar en la habitación de ella en horas de la tarde, pero si hubo esos días, que se permitía hacer ese gran desafío.

-Uyyyy.... Me haces cosquillas- Se rió ella. Le hizo el cabello hacia atrás, y le alzo en rostro. Estaba rojo, parecía un tomate al sol. -¿Estas bien? Estas rojo-
-Hace calor Ruxandra-
-Eso es bueno, estamos haciendo ejercicio. No tendré que pasar al sauna para botar impurezas.