Capitulo: 10

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Capitulo: 10
Respira profundo, cálmate y sonríe...
***
Rux:

Steve era ese tipo de persona, que no se puede olvidar con facilidad, aunque pase mil años.

Hoy se cumplían cuatro meses, desde la ultima vez que le vi. Me había escondido en S.H.I.E.L.D, y había tomado diferentes misiones fuera como fuera para no ser encontrada por el Capitán, que había estado buscándome con desesperación. Como Tony me había dicho. Pero jamas nos topamos, porque cada vez que llegaba de alguna misión o iba hacia alguna misión, me notificaban de su llegada y me escondía, como si de un violador se tratara. Porque no me sentía capaz de poder tenerlo en frente de mi y que viera en lo que me había convertido.

Me había convertido en la Agente más apreciada de S.H.I.E.L.D, mostrando esa fortaleza impecable de la que tenia que vivir todos los días de mi vida, mientras que por dentro, era un alma en pena con la vulnerabilidad siguiendome los pasos.

No se como Steve pudo haber logrado hacerme sentir tan débil, tan llorona. Había llorado todas las noches en la que Tom no había venido visitarme. Lloraba hasta largas horas de las noches, y las bolsas habían empezado a hacerse más notable bajos mis ojos. Entrenaba a toda hora que me fuera posible, hasta sentir mi cuerpo totalmente desbaratado. Así lograba no pensar en Steve, que vivía en mi mente, torturándome a cada hora si era posible. Tenia pesadillas que me hacían despertar gritando y la soledad me invadía cada día más. Tom había estado conmigo unos cuantos días, pero dormir con él, era como sentir que no había nadie a mi lado. Me levantaba y él despertaba, era como si no durmiera, y despertaba con mucho ánimo y tan pulcro como siempre. Mientras que yo, parecía una muerta rondando los pasillos de S.H.I.E.L.D.

Me da mucha vergüenza sentirme tan débil, por culpa de un hombre; y me odiaba por eso, hasta llegue a odiar a Steve, por hacerme sentir tan depentiente de él. No quería necesitarlo, sin embargo mi cuerpo y mi corazón lo necesitaban, más de lo que pensaba.

Debido a ti
Intente hacer lo más difícil para olvidarme de todo
Debido a ti
No puedo dejar entrar a nadie más
Debido a ti
Estoy avergonzada de mi vida, porque es tan vacía
Debido a ti
Tengo miedo...

Deje el plato de comida por la mitad, a un lado y solo termine de tomarme el Té frío, que tomaba todos los días. No había ni un día que no me tomara 20 botellas. Giré el rostro para mirar a Tom, que me había incomodado con su mirada. Casi en toda la cena, sus ojos azules estuvieron observándome y eso no me gustó, sentí como si estuviera leyendome, cual lee un diario. Me sonroje de al recordar los mas íntimos momentos que tuve junto a Steve. Entre cerré los ojos, mirando al hombre. Había algo en él, algo más oscuro del que ni yo, ni nadie más conocía. Es como si algún secreto este guardado en lo más profundo de esos ojos azules, que presentaban ser un universo con mundos aun por descubrir.

Me intrigaba la manera de ser de Tom y los cuidados que tomaba en todo lo que hacia. Pero lo poco que había escuchado de su parte, no me hacia temerle o tener alguna mala corazonada. Sin embargo sentía que algo más se traía él, pero no es sobre el amor, si no de algo más grande, del que quizás guste que participe a su lado. Era misterioso antes los demás y muy guapo para las mujeres, pero era un encanto con su sonrisa, su voz y su atención. Me trababa muy bien y nunca había un no para mi, siempre me preguntaba "Dime que necesitas y lo conseguiré para ti", pero yo nunca necesitaba nada o nunca le pedía lo que realmente deseaba, por que él, no podría ayudarme.

- Has adelgazado mucho este mes ¿Que ha pasado Ruxandra? deberías comerte toda esa ensalada.- Me hablo con suavidad, pero a la vez me reprendió. - Es poca, no has comido casi nada.
- No puedo, estoy que explotó Tom, además..., tan poco podría, con tu mirada fija en mi, me hizo incomodarme y acabar con mi apetito. - Desvíe la mirada al recapacitar lo que había dicho. Fui dura, no debí. Sin embargo no dije nada al respecto, en el pequeño lapso de silencio.
- Pero eres preciosa Ru, no puedo dejar de verte, eres la criatura más hermosa que he visto en toda mi vida y no podría dejar de apreciar tu belleza, cuando te tengo aquí conmigo.- Tom alzo mi rostro con su dedo índice sobre mi mentón y me miro a los ojos. Trate de desviarlos pero no me lo permitió. Sonrió mostrando esa perfecta dentadura blanca y sus ojos volvieron a la serenidad después de verse un poco opacos por la dureza.

Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán AméricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora