Capitulo: 44No hay palabra para describir lo que uno siente, cuando te das cuenta que el mundo entero ha conspirado para darte lo que más deseas.
[***]
Ruxandra se encontró en un apretado dilema, como para elegir el sentimiento que albergaba su cuerpo, en esos momentos. Sentía el pecho inflado de tantos sentimientos encontrados, que gritar no era una opción, y mucho menos llorar. Cerro los ojos con fuerza, respirando profundamente para tranquilizarse.
-Cálmate Ruxandra- Se dijo para si misma. Si seguía así, podría tener un infarto.
Llevo sus manos al pecho, y respiro tantas veces, hasta que su respiración se volvió normal y fue capaz de soportar todo lo que pasaba por su cuerpo. Estaba tan... emocionada de forma bipolar, que se mareo fácilmente. Se recargo contra el estante del baño, y se dejo caer sobre el retrete. Respiro hondo, y por quinta vez miro la prueba de embarazo, seguido de las otras cinco que se hizo.
-Hey no se escucha nada- Murmuro Tony, alejando su oído de la puerta.
-¿Sera que le paso algo?- La rusa hizo aun lado a Kor, y se acerco a la puerta, para ver si ella lograba escuchar algo.
Miro a Tony por unos segundos y negó. Se alejo y apretó los nudillos para tocar la puerta.
-Ruxandra, ¿Estas bien?- Dijo fuerte y claro.
Ruxandra salio de su aturdimiento, y contestó rápidamente. Se levanto del retrete y tomo las pruebas guardándolas en su bolso. Se miro al espejo por unos instantes. Su vida de por si que cambiaría desde el día de hoy.
Abrió la puerta del baño y salió al encuentro de sus amigos que tranquilamente esperaban afuera. Ambos le miraban intensamente esperando que ella dijese algo. Pero no fue así, se guardo la respuesta para ella misma.
-Ven Kor nos vamos- Extendió la mano hacia el pequeño.
Natasha y Tony estaban confusos, de la repentina reacción de la pequeña propiedad de Rogers.
-P-pero... Ruxandra! -Exclamo Nastaha, tomándole por el antebrazo.
-Me tengo que ir, Natasha.- Se soltó de su agarre.- Luego hablare con ustedes. Adiós.- Les dio la espalda, y se llevo a Kor hacia el taller de Tony, donde estaba su auto.
Le abrocho el cinturón a Kor, antes de poner el auto en marcha. Natasha y Tony se miraron de reojo. La rusa cruzo los brazos en su regazo y negó con la cabeza. -No lo puedo creer- Dijo.
Tony se alejo, subiendo las escaleras al siguiente nivel.
-¿A donde vas?-
-A buscar una respuesta-
Al llegar al baño, Tony rebuscó entre todo el lugar las pruebas, pero no había ni una sola. Todo están en su lugar y no había nada en la basura.
-¿Y?- Pregunto Natasha.-¿Algo?-
-Es muy astuta- Respondió Tony, saliendo del baño.
[***]
*Tiene un mensaje de voz*
Steve, mi amor, si escuchas este mensaje, necesito que vayas a casa de inmediato, hay algo muy importante que tienes que saber. Te amo.
Steve miro por unos segundos la pantalla de su celular, e inmediatamente entro al cuarto. Se despidió de la mujer que dormía plácidamente, antes de avisarle a Fury que volvería luego.
De camino a casa, Steve iba pensando tranquilamente en como le diría a Ruxandra sobre las nuevas en Shield. Debía hacerlo, ella era responsable de ambos, ella debía saberlo. También se pregunto que era lo importante que debía saber.
Detuvo el carro en frente de la cada, esperando por unos segundos antes de bajar del auto. Ella ya estaba en casa, pudo oler la sabrosa comida que debía de estar preparando, y su estomago le recordó lo vacío que estaba.
Abrió la puerta con cuidado y de puntillas subió las escaleras. En la mitad, se detuvo de golpe, que casi le provoca un infarto.
-¿A donde crees que vas, galán?-
Una voz provino detrás de él, y se giro para encontrar a la pequeña mujer, a quien le debía una explicación.
Ella estaba tan hermosa para sus ojos, y se sorprendió cuando se le lanzo a sus brazos, y le marco el rostro con su labial rosa. Steve confuso por la aparente alegría de su prometida, le miro extrañado, pero sonrió.
-Mmmm... ¿Algo que deba saber?-. Le pregunto. Deslizo sus manos hacia su cintura.
-Ven, vamos comer, Kor se quedara con Clint por unas horas-. Le abrazo hacia si misma, deslizando las manos por los botones de su camisa. -Te tengo una sorpresa.
-Dejame tomar una ducha y cenamos, si?- Tomo sus manos entre las suyas, y beso ambas antes de retomar su camino hacia el segundo nivel.
Ruxandra volvió a bajar, y camino apresuradamente hacia el salón del comedor. Termino de encender el candelabro, que hacia tiempo que no se usaba desde su ultimo cumpleaños, que paso con sus padres. Bajo un poco la intensidad de luz y puso los platos de cristal. Aun lado del plato de Steve, puso la caja de lana que compró, y dejo una tarjeta bajo el plato de Cristal de su prometido.
Se había vestido sencilla para la ocasión. Sus nuevos pantalones de lana con porto alto y su top de mangas en negro de encaje, le hizo juego con sus uñas recién pintadas, de color rojo. Se calzó con sus mejores zapatos rojos que casualmente había utilizado en la fiesta de su graduación; y se maquilló un poco. El momento lo ameritaba.
Se sentó en su puesto a esperar que él llegara. Miro que todo estuviera como lo había planeado. Esperando que Steve, fuera capaz de ver la tarjeta.
Constante mente miro la hora de su celular, y en el momento que Steve entro,se quedo asombrado, y mostró su sonrisa más dulce por el esfuerzo.-Huele muy bien preciosa- Tomo asiento en la mesa y tomo la servilleta de tela, que estaba sobre el plato.
Ruxandra lo miro en silencio con cada movimiento que hizo, hasta que se fijo en la tarjeta de bajo de su plato.
Steve Frunció las cejas, coloco esta sobre sus piernas, y miro con atención la flecha, y hacia donde apuntaba. Esto decía: “Abrela y descubre que hay dentro”
Steve miró a Ruxandra de reojo, y ella asintió. Tomo la caja de lana y la abrió.
Ruxandra se mordió el labio inferior, esperando alguna reacción de su parte.
-Es... enserio?- Dijo con un hilo de voz.
-Si Steve...-Sonrió, sintiendo un nudo en la garganta.- Estoy embarazada.
[***]
¡Pequeño Rogers en camino!
Espero que les guste!
Comenten y VotenLes agradezco que me lean
Besos desde Panamá.
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Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán América
RastgeleDos personas muy distintas, nacieron para estar juntos con la diferencia de años, y pensamientos; sin embargo se complementaban magníficamente, siendo una sola persona en tres diferentes características, y años. Él la amaba, y ella lo amaba. Estab...