Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán América

Capítulo 62: ¿Sera verdad?

[***]

—Mamá—. Asomé la cabeza por el pequeño espacio en la puerta, y Sonreí.

—¡Oh Ruxi!—. Exclamo mi mamá levantándose de la cama. Extendió los brazos y entre a la habitación con Sarah. —¡Oh!—. Se detuvo a unos cuantos pasos lejos de mi, se tapó la boca con las manos, mirando a mi pequeña niña hermosamente vestida en rojo y blanco.

Me volví para mirar a Sarah, y Sonreí. —Mira mi amor, es tu abuela!—. Señalé a mi mamá, y luego la miré. —Se llama Sarah.

Se acerco a mi, y coloco sus manos en la cintura.— Definitivamente es hija de Steven—. Reí. —¿Puedo?

—¡Claro mamá, es tu nieta!—. Se la entregue, y mire a Sarah que miraba a mi mamá. Estaba bastante seria, observándola fijamente. —Te tengo buenas noticias.

—¿Cuales?—. Tomamos asiento frente frente, y Sarah se mantuvo tranquila y los brazos de su abuela. Sus ojitos azules miraban el collar de perlas, y con curiosidad los tocó.

—En un mes podrás irte a vivir con nosotros—. Dije sonriendo. —Hable con el director de Shield, y me dio la autorización, de que podría sacarte esta semana, pero aun Steve y yo no estamos preparados para recibirte en casa, así que... en un mes será.

—¿Porque no vuelven la nuestra antigua casa?—

—Steve y yo teníamos pensado en comprar una casa, mucho antes de embarazarme, y creo que esta bien que tengamos algo propio, como marido y mujer.

—Si, me parece bien. Yo solo decía, pero en donde están buscando?—

—Quiero algo aquí mismo, quizás algo céntrico, y pues... alguna primaria que no quede muy lejos de casa.

—Lo primordial es pensar en Sarah, pero conozco una buena barriada, la cuestión es ¿Tienen dinero?

—Si, lo suficiente.

—Ok. ¿Te parece Queens?—

Saque del bolso, un pequeña libreta y la pluma.—¿Calle?—

—Queens Village, Winchester BLVD. Encontraran buenas casas.

—Gracias mamá.

Ella me miro fijamente, y fruncí las cejas, esperando que dijera lo que tuviera en mente. Pero no decía nada, para mi desesperación, y para que solo me pusiera algo incomoda.

—¿Que?— dije, cruzando los brazos sobre mi regazo.

—Me hablaron que fuiste novia de un dios? ¿Es eso cierto?—. La superficiencia de mi madre volvió, y con ella, traía el interés y la avaricia. Podía verlo en sus ojos.

—Si—. Rodee los ojos restándole importancia.—¿Quien te dijo?

—¿Importa quien me dijo?—

—¡Claro que si! Debe ser alguien que esta muy pendiente de mi, para que te lo haya contado—

—Solo quiero saber. Ya casi nada se de ti, más de lo que tu sabes de mi—. Se paso una mano por su cabello, y alzo la quijada. —¿Quien era ese tal dios?—

—¿No te dijeron?—

—No quisieron darme todos los detalles—

Negué desviando la mirada, y extendí las manos para tomar a Sarah.

—Que mal chisme te dieron— Sonreí. Ella no sonrió.— Como sea, se llama Loki, es el hermano de Thor, y ambos son príncipe en Asgard.

Y decir la palabra príncipe. Hizo que los ojos de mi madre se llenaran de encantos por la avaricia que contrae hacia el dinero, la fama y todas las joyas que podía tener a su disposición. Aun seguía siendo esa mujer amante al dinero, cuando vivía conmigo.