Capitulo: 47
***En ese momento sus problemas fueron olvidados, por los chirridos de los neumáticos del camión. Sus reflejos fueron tan rápidos, cuando salto delante de ellos, los echó fuera de peligro con un gran empujón. Ruxandra se adelanto, tomando al pequeño entre sus brazos, lo rodeo y puso su cuerpo contra el pavimento para amortiguar la caída del niño.
- El camión iba veloz -Steve solo tenia una oportunidad y debía aprovecharla.- Steve Rogers cayo al suelo, y el grito de su prometida fue lo ultimo que escucho, antes de actuar de manera impresionante delante de los espectadores que veían anonados la escena. Salto por enzima de la tapa del motor, y corrió rápidamente por techo del camión, dando una vuelta en el aire antes de aterrizar sobre el pavimento de pies. Los espectadores gritaron de emoción al ver el heroico trabajo de lo que parecía imposible. Lo que no sabían, era que ese hombre era la leyenda viviente, el Capitán América. Y para él, no hay nada imposible.-¡Kor estas bien?!- Dijo con voz ahogada. Inmediatamente se levanto del suelo cuando cayó.
Sin importar hizo caso omiso del ardor que provenía de su costado. No había nada más que le importase que Kor estuviera bien. El pequeño había comenzado a llorar, y se toco los bracitos, asustado. Sus mejillas estaban rojizas y sus ojos se habían vuelto de un color marrón. -Algo que Ruxandra no notó inmediatamente -. Ella extendió los brazos, y él la rodeo por el cuello. Cuando alzo los ojos, buscando a Steve con la mirada.
Su corazón colapso, pensó que sufriría un infarto, cuando vio las manos esqueléticas de la muerte extenderse hacia Steve. Su rostro se ensombreció, como todo a su alrededor. De pronto algo frío creció en la superficie de la piel de su vientre, y sin lograr bajar la cabeza por su parálisis momentánea, logro sentir algo de calor extenderse por su cuerpo, hasta sus dedos. No hablo el agarre que tenia sobre el cuerpo de Kor, más bien lo atrajo hacia si misma, ocultando su vientre de luz publica.
Inmediatamente que Steve se calmo por lo que paso, se levanto al encuentro de la mujer y el niño. Ambos estaban ilesos, más ella que él pequeño. Kor solo había tenido un pequeño raspón en su codo izquierdo, pero nada grave.
-Steve... -Su garganta le dolió. Paso sus manos por todo el rostro de Steve, buscando alguna lesión, pero no había nada grave, él estaba allí, con vida.
-Estoy bien- Tomó sus manos entre las suyas, y se las beso. -¿Tu lo estas?-
Ruxandra había empezado a temblar como si tuviera escalofrío, algo o alguien se lo provocó.
Ella no respondió, estaba totalmente estática en su puesto, con una mano en su vientre y la otra sostenía a Kor por el antebrazo, como si se le fuera a escapar. Steve se preocupó. -Vamos Ruxandra dime algo...-. La agarro por los hombros, y la sacudió ligeramente.
-Esta aquí, lo siento.- Fue lo único que pronuncio.
Se paso las manos por todo su vientre. Sintió algo duro como el metal sobre la superficie. Soltó a Kor y se toco con ambas manos. Steve frunció las cejas, cuando vio su vientre cubierto de metal.
-¿Que dices?- Pregunto Steve confuso. -¿Como es que lo sientes?-
-Se puede proteger, Steve- Le dijo, para la confusión del Capitán.
[***]
Las mejillas a Ruxandra se la sonrojaron, cuando el dolor le golpeo con fuerza la columna. Desde hace días, había sufrido un gran golpe, y un gran shock, pero no había habido dolor desde entonces. Recargo las manos sobre la cama, apretando con fuerza la blusa en su mal, antes de meterla en su valija. Estaba empacando esa noche, para salir por la tarde hacia Rumanla. Pero desde hace dos horas que sufre dolores de espalda, no había querido decirle nada a Steve sobre eso, pero el dolor se alargo tanto, que cayo de rodillas. Escondió la cabeza sobre sus brazos, y con fuerza apretó los puños, haciendo dos huecos sobre la cama.
ESTÁS LEYENDO
Te Protegeré → Steve Rogers || Capitán América
RandomDos personas muy distintas, nacieron para estar juntos con la diferencia de años, y pensamientos; sin embargo se complementaban magníficamente, siendo una sola persona en tres diferentes características, y años. Él la amaba, y ella lo amaba. Estab...