CAPITULO 16

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   POV  Anastasia

Siento su erección que empuja lánguidamente contra mi cuerpo. Apenas puedo resistir las sensaciones de mi cuerpo. Lo cojo por los brazos y siento sus bíceps. Es fuerte... musculoso. Me gusta, deseo a este hombre con locura.

Subo las manos hasta su cara y su pelo y tiro suavemente de él. Christian gime y me lleva despacio hacia la cama. Me suelta y de pronto se arrodilla; y empieza  deslizar su lengua por mi ombligo, mordisqueándome y después me recorre la barriga y yo gimo. No esperaba verlo de rodillas frente a mí y sentir su lengua recorriendo  por mi cuerpo. Es  muy excitante. Levanta la cara y sus ardientes ojos grises me miran a través de las pestañas, sin apartar sus ojos de los míos, introduce muy despacio las manos en mi bragas: Lo siento junto a mi sexo. Se lame los labios.

—Hueles muy bien.— me dice.

Cierra los ojos, con expresión de puro placer. Me agarra el pie por el talón y me recorre el empeine con la uña del pulgar. Siento que el recorrido se proyecta sobre mi sexo, vuelve a recorrerme el empeine, esta vez con su maravillosa lengua. Caigo sobre la cama gimiendo. Esto es muy placentero estoy muy mojada.

—Eres muy hermosa, Anastasia Steele. Me muero por estar dentro de ti.— me susurra y yo siento que esas palabras son mi perdición. 

Se inclina sobre mí, me agarra de los tobillos, me separa rápidamente las piernas y avanza por la cama entre ellas. Esta encima mio 

—No te muevas —murmura.

Yo me retuerzo de deseo. Me besa y muerde mis labios suavemente. —no tienes idea como deseaba morder tu labio, dulce Anastasia— me dice y me besa por el cuello, llega hasta mis pechos y con sus hábiles manos me quita el sujetador y empieza chuparme uno de mis pezones.

¡Ay...! No puedo quedarme quieta. Me retuerzo debajo de él. Siento mucho calor, siento que ardo y araño la sábana. Me observa con expresión impenetrable y me rodea suavemente los pechos con las manos.

—Encajan perfectamente en mis manos, Anastasia —murmura mientras rodea mis cenos con sus manos.

Los pechos se me hinchan y los pezones se me endurecen bajo su insistente mirada.

—Son muy hermosos.— me dice y vuelve a chupar suavemente un pezón mientras sostiene el otro entre sus dedos.

Gimo y siento que una dulce sensación. Estoy muy húmeda agarro con mas fuerza la sábana.

—Vamos a ver si conseguimos que te corras así — me susurra. Sigue tocando, chupando, lamiendo y mordiendo con suavidad mis pezones y cuando lo lame, siento una convulsión. Gimo y siento las piernas entumecidas.

Mierda ¿qué está pasándome? Esto es algo que no había sentido nunca 

—Déjate ir, nena —murmura. Me aprieta un pezón con los dientes, con el pulgar y el índice tira fuerte del otro.

Mi cuerpo se agita y estalla en mil pedazos. Me  besa apasionadamente, metiéndome la lengua en la boca para absorber mis gritos 

¡Dios mío! Ha sido maravilloso. No tengo con que compararlo sin duda ha sido fantástico. Mi respiración es todavía irregular mientras me recupero del orgasmo.

—Aun no he terminado contigo— me dice.

Desliza una mano hacia mi sexo,.

—Estás muy húmeda. No sabes cuánto te deseo.—susurra y lentamente Introduce un dedo dentro de mí, y yo grito mientras lo saca y vuelve a meterlo. Me frota el clítoris con la palma de la mano, y yo empiezo a gemir de nuevo. Este hombre si que sabe lo que esta haciendo.

LAS SOMBRAS DE GREY - STEELEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora