12 Signos [Sin completar]

Capricornio el ángel negro (Especial)

Estaba caminando por las estrechas calles de la podrida ciudad estrecha que la hace tener una apariencia de laberinto denominada ¨Hyrule¨. No me inmutaba en lo absoluto que estuviera lloviendo pero fijándome mejor... mi ropa se empezaba a mojar y no tengo otro cambio para esta, en cuanto a mi bolso también quedaría empapado.

Llegue hasta una esquina y divisé un pequeño letrero pero con la letra ilegible, no le tome tanta importancia y doble por ahí. Al fondo donde se dividía en otras dos calles un chico o chica con capucha, estaba en el piso totalmente empapado y con lo que parecían heridas y tierra, no se percato de mi presencia o eso creía.

Me acerque lentamente y me puse de cunclillas frente a ella.

Cuando lo observé mejor tenía sus ojos cerrados por lo que no puede ver su color; deje mi bolso a un lado, y me dispuse a revisarlo pero en un movimiento rápido me arrebato el bolso y se echó a correr. Eso me había enfurecido bastante.

Comencé a perseguirla y aumente mi velocidad logrando quedar frente a ella, no le di ni tiempo de pestañear cuando le propine una patada para derribarla y quitarle mi bolso en el proceso. Pise su cuello logrando que emitiera pequeños gemidos y balbuceos ¿supongo que por quedarse sin aire, no? Me senté sobre su estómago aprisionando sus brazos a los costados, me daba curiosidad así que le quite la capucha que traía.

Era una chica más o menos de mi edad, cabello un poco largo y rebelde color café, unas facciones ¿femeninas? No lo sé cómo de una chica supongo ¿no?, lo que más llamó mi atención fueron sus ojos... una línea verde para rodear el iris y lo demás azul marino hasta bordear su pupila, más abajo tenía unas pecas poco visibles en las mejillas pero igualmente lindas. Me observaba como esperando su muerte y bueno si pensé en matarla por robarme pero ahora estoy ¨indispuesto¨ por otros asuntos contando que no debo llamar la atención de las ¨autoridades¨

Me acerqué a su rostro a tal punto que nuestras narices se juntaron, ella se ruborizó un poco... ¿no entiendo por qué siempre que hago eso se sonrojan? Me levanté acomodando el preciado bolso de nuevo en mi hombro derecho y la miré intimidándola, entonces partí otra vez a mi recorrido. Perfecto ahora mi ropa está empapada.

Escuché un espera por su parte.

–¿Qué quieres?– conteste frío y cortante sin mirarla y no era mi culpa mi actitud siempre es así desde ese día.

–Necesito tu bolso, no te dejaré ir– ¿escuché bien?

–¡encima que te perdono la vida, vienes y me jodes con que te entregue mi bolso!– dije mientras daba media vuelta para poder mirarla.

–Lo siento pero lo necesito para algo importante.

Se abalanzó contra mí pero esquive fácilmente y contraataque dando una patada en el estómago otra vez... en realidad fue fácil ya que su estilo de pelea no era bueno.–Ni creas que te entregaré MI bolso imbécil– no ataco más, solo tenía la cabeza gacha y sus manos en el rostro. No pude evitar preguntar.

–¿Por qué mi bolso?

–¿Cómo sé que puedo confiar en ti?

–No me contestes con otra pregunta y dime, ¿por qué mi bolso? –la tomé del cuello de la camisa

–Para intercambiarlo por algo importante...

– Mi bolso también es importante– dije confundido.

–¡Por mi HERMANA, tonto!– se zafó de mi agarre.

Está vez se atrevió a mirarme a los ojos, era intimidante pero eso no funciona contra alguien que intimada mucho más.

–¿Qué le paso?

–Eso no te incumbe– me senté a su lado y suspire ya cansado– ¿Qué esperas?

–En primera: ya me involucre involuntariamente, en segunda: espero tu respuesta y tercero: juro que si no es una buena excusa te mataré– la señale.

–Ok, ok– miraba al frente– los nobles se la llevaron y para devolverla su petición fue que les entregara el bolso del ángel negro. Tengo más de una semana buscándote.

–¿Cuál es el límite?

–Dos años y medio.

–¿Y por qué no luchast...

–Eran más fuertes, más en número, más en tamaño–me miró– y no estoy tan loca como tú.

–¡Hey! No se le dice loco a alguien que acabas de conocer– aunque tengo el presentimiento de haberla visto antes.

–Lo siento pero de verdad necesito tu bolso– me levante y comencé a caminar.

Por un momento me había olvidado de la lluvia y quedé peor que antes. Sentí que nadie me seguía y me vi obligado a dar otra media vuelta.

–¿Qué demonios esperas?–me crucé de brazos.

–¿De qué hablas? No te entiendo...

Suspiré de nuevo y me acerqué de una forma peligrosa. Cuando estuve otra vez frente a ella se me quería escapar una risa, estaba cubriendo su cara con un brazo y con el otro se cubría el estómago; le extendí mi mano... al ver que nada sucedía bajo la guardia y me miró y pareció haberse sorprendido.

– ¿Pero qué?

– ¿Vas a tomar mi mano? ¿Sí o no?– se lo recalqué de nuevo– desde ahora te ayudaré– le regalé una sonrisa a esa linda chica.

N/A:

Como pueden ver los capítulos especiales son más elaborados que los normales, espero los disfruten :3

Pregunta~

¿Cuál es su comida favorita?

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