Desastre Natural (Especial)

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El rojizo se hacía cada vez más fuerte llegando a impactar en los ojos de esos adolescentes. Acuario se reunió con sus amigas para continuar observando el fenómeno, todo estaba inundado de exclamaciones, sorpresa, murmullos, emoción y risas.

Un estruendoso ruido interrumpió a los estudiantes.

Automáticamente pensaron en simulacro como cualquier otro que llevaban desde ya unas dos semanas. Nadie se alarmó, su admiración era más grande.

Los Licenciados entraron en el campo de visión mostrándose altamente desesperados mientras una voz rasposa gritaba desesperada. El sol comenzó a esconderse y un ligero olor a humo se infiltraba en las fosas nasales de todos; como si se tratase de lluvia empezaban a caer ligeras gotas, no, no eran gotas parecía ser papel quemado.

El oxígeno era remplazado por humo, tan sofocante igual a estar atrapado en un incendio. Esto ya no era un simulacro.

El pánico corría por las venas de la mayoría, la desesperación no podría faltar y el miedo paralizaba los músculos.

La sección 6 correspondiente al último año de bachillerato corría a su salón esquivando a todas las personas en un intento por recoger una bufanda o algo para cubrir su boca y nariz. Las alarmas de la ciudad se activaron dando el aviso que nadie esperaba...

Una erupción volcánica estaba por comenzar.

Afuera de los establecimientos las bocinas de los autos resonaban a cada paso, bomberos intentando evacuar a las personas que estaban presas del pánico, niños perdidos y asustados y la ceniza que intentaba ahogarlos. Acuario había perdido de vista a sus amigas, delante de ella iba ese chico azabache mejor conocido como Cáncer, estaban a poco por entrar en el salón cuando fijaron su vista en la pieza de metal que aseguraba la puerta de madera.

Con brusquedad Acuario lanzó una patada que rompió la puerta en dos, dio cinco pasos atrás y en un impulso salto las astillas que dejaron las puertas, una vuelta a la derecha, rebuscar entre sus cosas, guardar la llave de su casa, cubrirse con una bufanda y utilizar un gorro de lana negra, tomar la mano de Cáncer  y acelerar para buscar una salida; era como si todo sucediera en cámara lenta.

El color carmesí se apreciaba en el cielo pero a la vez el negro-grisáceo se mezclaba dando como resultado un ambiente de película.

¡PUM!

La ceniza aumento de golpe y los gritos no se dieron a esperar, la castaña y el azabache intentaban abrir una de las grandes puertas de metal; una avalancha de adolescentes y maestros se avecinaba obligándolos a retirarse. ¡Trac! La puerta se encontraba en el piso con miles de zapatos por encima incluyendo a esos dos chicos que también querían escapar.

La tierra comenzó a removerse inquietantemente, ahora es el turno de un terremoto...

La mayoría respiraba entrecortadamente sumando el olor a quemado y sus ojos ardiendo; pareciese que la naturaleza les jugaba una mala pasada o les estaba enseñando una lección, Acuario quien ya había logrado salir de esa avalancha humana intento encontrar a Cáncer, Libra o Leo con la mirada pero los tres mencionados estaban ausentes.

Colocó su mano sobre su nariz y la bufanda para intentar parar la inhalación de lo que parecía ser papel quemado, el suelo incrementó su ritmo sacudiendo a todos los presentes hasta que una grieta se formó en plena calle mientras la misma crecía dándole la apariencia de un mini-cráter en donde varios chicos caían junto a gritos de miedo y pidiendo auxilio a suplicas frenéticas.

Los demás observaban horrorizados e intentando sujetarse de alguna cosa para no caer dentro o hasta empujaban accidentalmente a otros para abrirse paso y salir ilesos.

Entonces Acuario miró de reojo atrás quedando totalmente impactada al ver que sus dos mejores amigas caían dentro del agujero suplicando por ayuda, llorando y gritando hasta el punto de quedar afónicas; si no se apresuraba le esperaba el mismo destino que a ambas chicas.

Aceleró su paso sacudiendo la cabeza tratando de eliminar esa cruel imagen. Pero fue ocupada por algo aun más importante para ella.

En casa y totalmente solo se encontraba su hermano menor...

La intensidad del terremoto lograba que objetos inertes pareciesen vivos impidiendo el paso a cualquiera, Acuario esquivaba torpemente todo lo que se le atravesaba mientras continuaba buscando con la mirada a Cáncer, pero solo veía desconocidos gritando desesperadamente en busca de sus familiares.

Llegó hasta una esquina y con miedo se apoyó sobre la misma intentando calmar su respiración, en un instante la pared se vino abajo y ya con sus carentes esperanzas se sentó y volvió a tapar su boca con la bufanda mientras cerraba los ojos fuertemente temiendo su cruel final.

El ritmo comenzó a descender poco a poco y la ceniza ahora era mucho menor pero de todas formas continuaba cayendo, aún temerosa abrió levemente sus ojos y recobraba el equilibrio necesario para mantenerse en pie. Tosiendo e intentando respirar a la vez, ahora ya casi ni se sentía el terremoto de hace unos momentos, ajustó más la bufanda y acomodó su gorro; en su cabeza solo cabía un pensamiento: ¨Mi hermano, debo encontrarlo...¨

Ya no le importaba si sus amigos seguían vivos o no, o si su alrededor estuviera agrietado y destruido mucho menos el olor a humo y papel quemado cayendo sobre su cabeza.

Después de recomponerse tomó el camino de la derecha con sumo cuidado de no pisar una trampa mortal como cables de electricidad o trozos de ventanas, una punzada se presentó en su muslo izquierdo como instinto dirigió su mano hasta la zona afectada. Su mirada se topó con un vidrio enterrado y seguro que dolería cuando se lo sacara.

Volviendo a su respiración agitada y con los ojos cerrados fuertemente, sacó de un tirón el pedazo y la sustancia carmesí adorno su pantalón azul con rapidez jaló la bufanda de su cuello aguantando la respiración, cubría sin cuidado la herida y los impulsos la obligaban a soltar quejidos y unas cuantas lágrimas. Se mordió el labio e intentó dar un paso pero otra punzada más fuerte atacó la misma zona, el equilibrio que tenía se desvaneció y el aire en sus pulmones era inexistente, estaba por caer cuando unos brazos ligeramente ejercitados la sostuvieron pero entró en un estado similar a ahogarse en el mar.

Luchaba por respirar hasta que un trapo se posó sobre su nariz logrando que se calmara un poco. Volteó su mirada de reojo para encontrarse con esos ojos miel de Cáncer que casi no se distinguían por sus párpados entrecerrados y la ceniza.

El chico poseía unas cuantas cortadas que todavía tenían sangre chorreando, moretones ligeramente verdes y su cabello desordenado y polvoriento, su mirada era preocupada, su aliento era caliente y con un toque de vainilla, el saco que traía puesto estaba desgarrado y sucio igual que todo.

Daba la impresión que sabía el lugar a donde se dirigía la chica y era verdad lo sabía, a la vuelta de la segunda esquina se observaba un edificio ya en sus cimientos, las rocas estaban manchadas de rojo, tela y lo que alarmó a la chica, una mano pálida y lastimada.

Olvidando su pierna corrió hasta los escombros sacando cualquier cosa que se le atravesara para identificar el cuerpo de esa persona. Sus manos estaban rojas y lastimadas, su rostro casi no se podía identificar, su torso estaba aplastado por una roca, giró suavemente la cabeza intentando ver al dueño...

Soltó un gemido agobiante pero aliviado al ver que no era su hermano, era el pequeño vecino que tenían desde hace 2 años... lamentablemente el hermano de Cáncer.



N/A:

Y con este capítulo acaba la tanda de los especiales :C

Bueno el siguiente es algo random, y en multimedia Acuario  y Cáncer [porque ya no tengo ideas :v] de esta parte.

Pregunta~

¿Shippeo favorito?


#AcuarioTime




12 Signos [Sin completar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora