{La canción es para dar ambiente]
En tiempos donde existían duques, caballeros, soberanos, reyes y reinas, príncipes y sirvientes, donde la corrupción, la codicia, la lujuria, la soberbia y esa insaciable hambre nos encontramos con una Soberana carcomida en su castillo, la mujer que sufría de opsomanía crónica.
Lista para una cena más, con ese rostro de rasgos finos y sus ojos inexpresivos, cabello brillante y bien cuidado, figura radiante y muy bien formada, la soberana Tauro sonrío repugnantemente.
¨Devora todo lo que tú quieras majestad¨
Su pasado era algo no digno de recordar, su vida era algo no digno de que hablar.
Cada día que pasaba las provisiones de su reino debían ser abastecidas enormemente, siempre iban a parar al gran castillo, como si miles de criados y solo una reina arrasaran con todas esas deliciosas y exuberantes esencias.
Con una sonrisa a flor de piel observó los miles de platos presentados ante ella.
¨Honra y respétala, ella es nuestra gran soberana¨
Gritos de excitación, el chocar de los cubiertos, el olor de los condimentos, el resonar de los pasos, esa risa dulce y maldita, era lo que se escuchaba desde ese gran y elegante comedor.
La mujer de piel blanca como la nieve sentía como los trozos de lo que fue su comida nunca la saciaban, a sus lados se observaban a los gemelos sonrientes listos para cumplir las órdenes de su señora.
¨Yo la conocí, era la gran Tauro soberana, la que nunca se saciaba¨
Con una de sus manos, llamó al gemelo cual cabello cubría su rostro, de un tirón lo acercó a su rostro y sonrío una vez más.
-Me pregunto... ¿Cuál será tu sabor?- paso uno de sus dedos por la mejilla del sirviente y lo probó.
Las personas en el pueblo fueron llamadas una por una por su solemnidad, creyendo que eran invitados a una cena con su majestad, llegaban sonrientes y bien vestidos, hasta llegar al comedor principal, cuando todo se volvía oscuro.
El campesino de cabello caoba, de semblante frío y una intimidante mirada, estaba a puertas del gran castillo.
-Pase por favor, su majestad lo espera en el comedor- dijo uno de los nuevos sirvientes, sonriente.
Cruzando esas blancas paredes y las decoraciones de mármol y joyas. En esa elegante mesa, con cubiertos finos y decoraciones de diamantes, manteles tan blancos, se encontraba esa sonrisa repugnante e inhumana.
¨Toda la comida que en el mundo hay, exclusivamente para ella será¨
-Sintiese por favor, los platillos serán servidos muy pronto.
-La cena está por ser servida su majestad- el de cabellos rojos sonrió- y el platillo principal ya está en la mesa.
Cuando el campesino miró a la reina, está sonreía ampliamente y preparaba sus cubiertos.
-Devora todo lo que tú quieras majestad- repitió acercándose al joven.
Los siguientes días los rumores se habían esparcido, la mujer de elegante boca, que probaba la comida antimoral, y como su personal desaparecía poco a poco.
El cabello azul marchitado, jefe de la cocina real, adobaba la ensalada, cuando su reina Tauro entró a la cocina.
-¿Cuál será tu sabor? Querido Acuario- susurró en su oreja mientras clavaba un cuchillo en su mejilla- toda la comida que en el mundo hay...solo para mí será.
¨Hasta los huesos seguro te encantarán y sí no basta....¨
El castillo de grandes dimensiones acabó desierto al final, con solo Tauro y su soledad.
Miró fijamente su reflejo, en ese espejo brillante rodeado de oro, sonriendo tranquila, observó su delicada mano y repitió:
-Devora todo lo que tú quieras Majestad, puedes probar el nivel más inhumano de comida antimoral- pronunció insatisfecha.
Ese fue final de la hermosa soberana Tauro....
El sabor de su propia carne en vida....
El sabor de la muerte en su paladar...
El sabor final que degustará....
Extra~
La muerte de la su Majestad Tauro, la chica insatisfecha, se había esparcido por todo el pueblo, dando aviso a los crueles y macabros hechos dentro de esas paredes de mármol.
Con el tiempo, ella se convirtió en una leyenda....
Como pronto lo sería el Gran Duque de Venomania....
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12 Signos [Sin completar]
Random-¿Oigan están seguros de esto?- comentó Virgo algo dudosa. -Más que nunca-contestó la mayoría de signos. -Manos a la obra ¡Todos vengan, debemos empezar con esto!- gritó Capricornio. ¡Bienvenid@s al...