Capítulo diecisiete: "Señor J"

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"Señor J"

Una brusca sacudida me hizo despertar. El cuarto se encontraba a oscuras, pero gracias a la ventana pude notar que había amanecido. Holland me sacudía de acá para allá, y no tuve más opción que levantarme.

Mi cabeza dolía muchísimo y apostaba a que grandes ojeras reposaban en la parte inferior de mis ojos. No había dormido nada, y todo porque mi cerebro no me lo permitía.

Travis me había besado. Y Justin había irrumpido.

Sentía como si la noche anterior hubiese bebido y emborrachado. Mi cabeza retumbaba de esa forma.

—¿Qué sucede? —Froté mi frente con mi palma, y apreté los ojos con fuerza, como si esa acción podría librarme de la migraña.

—Nos desplazaremos, ¿lo olvidaste?

¡Maldita sea! ¡Ni siquiera había preparado las male... ¿Qué hacen esas maletas ahí?

—Yo me encargué de las maletas. Como mola tu guardarropas ¿eh? Todo puros conjuntos negros. ¡Oh, y una camiseta de Bob Esponja!

—¡Ya deja de husmear en mi armario! —Solté una carcajada y golpeé su costado con la almohada a mi lado.

Holland se paró detrás de mí y comenzó a tocar mi cabello. No me había dado cuenta que me estaba haciendo una trenza cuando la asomó por mi hombro.

—¿Confías en ellos? —pregunté yo.

Holland soltó un suspiro, sin embargo, no contestó enseguida.

—No lo sé. Solo dejo que me guíen. Supongo que saben lo que hacen.

—No entiendo porqué nos retienen a todos aquí. Porqué debemos desplazarnos. Es extraño, ¿no crees?

Holland caminó nuevamente hasta quedar enfrentadas.

—Debes dejar de darle tanta vuelta al asunto. Quizás es mucho más sencillo de lo que parece —torció los labios—. Te veo en la sala principal, no te tardes.

Dicho esto, Holland abandonó la habitación.

Sabía que no era sencillo. Primero y principal, que la ciudad se vacíe no es algo "sencillo". Tiene que haber una razón, algo debió pasar para que todo esté así de... Descontrolado.

Pensé en Travis. ¿Cómo lo miraría a la cara? No había tenido tantas experiencias con besos, y las pocas que había tenido habían sido —además de asquerosas— un completo desastre.

«No es la gran cosa, Kim, solo ve y compórtate como normalmente»

Salí del cuarto notando como varias personas que no había visto en toda mi estadía aquí, sacaban sus maletas deterioradas a la puerta de sus cuartos.

Un muchacho moreno de baja estatura, leía con atención un pedazo de papel amarillento. Sus ojos estaban cristalizados, y de lejos pude ver que estaba escrita en español.

—Oye... —Toqué el hombro del chico. Él volteó y debió alzar un poco la mirada para mirarme a los ojos. Debía tener entre quince y diecisiete años de edad—¿Estás bien?

Kim, está estupendamente. Por eso llora. ¡Menuda idiota!

—Hum, sí. Sí, estoy bien. —El chico enredó una mano en su cabello al estilo Danny Zuko.

—¿Familia?—sobé su antebrazo.

Deserto » bieber [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora