Deserto » bieber [TERMINADA]

Capítulo veintidos: "Ten cuidado"

"Ten cuidado"

Me encontraba sentada en el pequeño sillón deteriorado del cuarto del refugio cuando Justin se desperezó antes de abrir los ojos. La luz de la ventana caía sobre su rostro como una cascada, y me enseñaba con detalle el miel claro de sus ojos mirarme con intensidad. Tenía el semblante fruncido, y lo primero que pensé fue en las ojeras que yo debía tener.

La realidad era que no había podido dormir en toda la noche. Pensando, como últimamente me sucedía. Kira, Nora y una mezcla entre ellas y Justin se revolvía en mi cabeza, haciendo que me pregunte varias cosas y encuentre una conclusión propia de las mismas.

Kira no había podido integrarse en el nuevo mundo. Y en parte lo entendía, despertar un día, encerrado y con un dolor de cuerpo impresionante era extraño, y agregarle también la soledad absoluta de la ciudad tampoco era algo fácil de asimilar.

Nora había huído del refugio central poco tiempo después de que enterraran a Kira y formó un refugio aparte aquí, en Atlanta. Todo bien hasta ahí, pero ¿por qué Justin volvería a contactarla si tantos problemas tuvieron en el pasado?

¿Qué era de lo que todos escapaban? Esa pregunta rondaba en mi cabeza desde que abrí los ojos, aceptando que no lograba dormir, hasta que Justin se despertó. Porque para que Nora vuelva a ver a Justin, para que el mismo Justin vuelva a enfrentarse a Nora, debía ser algo gordo. Muy gordo.

Sacudí la cabeza y me permití a mí misma dejar la cabeza en blanco por algunos minutos. Ya comenzaba a dolerme y no podía estar pensando las veinticuatro horas en lo mismo.

Justin tallaba sus ojos. Su espalda estaba levemente encorvada hacia abajo y gotas perdidas de sudor se secaban en la parte inferior de su espalda. Pesadillas, pensé al instante. Había oído como giraba constantemente en la cama, como su rostro se contraía y como gruñía con malestar.

—¿Qué tal estás? —le pregunté. Seguía con la espalda encorvada y los ojos clavados en el suelo de cemento.

Por primera vez, levantó la cabeza para mirarme.

—Estoy bien —me dijo. Se levantó de la cama y se colocó una de las camisetas limpias color negro ubicadas dentro del armario—. ¿Segura que quieres venir? Te ves agotada.

Me contuve de soltar un bostezo que estaba por salir y asentí con la cabeza. Hoy era el día de convertirme en Rebelde al cien por ciento. Sentí mis piernas tambalear al levantarme. Me vestí y me coloqué el pañuelo blanco al cuello, sintiéndome una de ellos por un momento.

Cuando levanté la mirada, me choqué con la de Justin. Me miraba distinto a como me miraba usualmente. Fruncí el ceño— ¿Qué sucede? ¿Me veo mal?

Justin tomó la pistola del cajón de la mesilla y la guardó en la cinturilla de sus pantalones. Se pasó una mano por el cabello y levantó una comisura formando una sonrisa torcida. Se acercó a mí a paso lento, su aliento impactaba en mi oreja.

—Te ves como una verdadera Rebelde. —Justin susurró en mi oído. Le dio un apretón a mi brazo y me guiñó un ojo antes de pasar por mi lado hacia la sala principal.

Me mordí el labio escondiendo una sonrisa.

(...)

Bajé las mangas de la chaqueta hasta mis nudillos a medida que me acercaba a la puerta de la sala principal. Ya de lejos podían oírse sus risotadas masculinas y el sonido de las motos cuando alguno que otro se apoyaba sobre ella.

Los chicos voltearon a verme en cuanto me detuve frente a la puerta principal. Todos me miraron de arriba abajo, Justin solo sonrió, y supe que no lo estaban haciendo de forma obscena.