Deserto » bieber [TERMINADA]

Capítulo cuarenta y seis: "Caerán"

"Caerán"

Kim's POV.

Un grito destrozó mi garganta al ver el cuerpo de Justin tendido en el suelo. No sé de dónde saqué la fuerza para escapar de los brazos que me retenían y correr hacia él. Su cara se endureció, tornándose colorada y sus ojos brillaban como nunca. Me miró a los ojos y sentí mis ojos picar. Puse mis manos sobre las suyas cubriendo la herida que no parecía parar de sangrar. 

No, no a mi Justin. 

—Suerte con eso, Anderson. —Se rió Blake entre dientes, enfundando nuevamente su pistola que había sacado de su cinturón de imprevisto.

Apreté los dientes y me levanté de inmediato. Me paré frente a él. Nunca me sentí de esta forma, con esta presión en el pecho que no me dejaba respirar con normalidad. Con una sed de venganza que solo podría solucionarse si veía el cuerpo de Blake sin vida.

Él se hallaba frente a mí, mirándome con una expresión burlona en el rostro, casi desafiante. Y creo que fue esa la gota que colmó el vaso.

—Esto no quedará así, Blake. —Escupí con total desprecio. Él sonrió más ampliamente, como si mis palabras fueran absurdas, como si le agregaran leña al fuego, alimentando su enfermiza necesidad de verme perdiendo el control. Yo sabía que no lo eran — No pararé hasta verte muerto. 

Blake se acercó a mi a pasos pausados, con una tranquilidad que me incomodaba. Me sorprendí al ver como me tendía un arma, y entre sus manos tomaba el cañón de ésta poniéndola entre sus cejas. 

—Hazlo.—Se burló— Quiero ver hasta donde puedes llegar, muñequita.

Le quité el seguro a la pistola y apreté los dientes tan fuerte que mi mandíbula cosquilleaba. Tenía la vista nublada del odio y la angustia, el corazón partido en dos y en lo único que podía pensar era en atravesar su cabeza con una bala.  Y ahí, cuando estaba cegada por el enojo y el dolor, la voz débil de Justin me hizo volver en sí.

—Kim, no... e-es muy arriesgado... maldición —Apretó los ojos con dolor—. Cariño, —Tragó saliva— ya nos encargaremos de él cuando esté sin sus guardaespaldas de mierda.

Y entonces, fue instantáneo, como si los rebeldes hubiesen estado esperando algún tipo de señal para atacar, que comenzaron los disparos. No pude evitar esbozar una sonrisa de alivio. Los que venían junto a Blake y, por supuesto, él también se miraron entre ellos sabiendo que no saldrían vivos de aquella encrucijada. Era inteligente de su parte, pero creo que hablo por todos cuando digo que si quedaban atrapados en la línea de fuego no sería un gran problema. Me atrevería a decir que, por lo contrario, sería una solución.

Me agaché junto al cuerpo de Justin, y apliqué presión a la herida. Las balas seguían intentando impactar al enemigo, ahora de ambos bandos. Me sorprendí al ver a Anna disparar sin temor alguno hacia los hombres de Blake, que cada vez eran más, como si estuviera poseída. Pero yo, y cualquiera que la viera y conociera sabía que en realidad estaba rabiosa, y con una tristeza que accionaba por ella. Por Jacob.

—¡Oye, Kim!—Me di vuelta rápidamente, dejando por unos segundos de lado mi tarea de mantener a Justin despierto y que deje de sangrar. Me sorprendo al ver a Tate agachado detrás de unos contenedores—Llévatelo de aquí. Ahora. Si no es atendido pronto...

—Ya—Lo interrumpí, negada completamente a oír el resto de la frase—. Voy en camino. ¿Jacob?

—Steve lo está llevando al refugio también.

Simplemente asentí con la cabeza y me concentré nuevamente en Justin. Sus labios ya comenzaban a resecarse y partirse, podía notar que si no actuaba pronto él iba a desvanecerse. Me volteé a mirar atrás y no pude evitar soltar un grito ahogado al ver tantos cuerpos perecidos en el suelo. Muchos pañuelos.