Eran las 2 de la madrugada cuando todos sus compañeros estaban ya dormidos y soñando con sabe dios lo qué y ni se daban cuenta de su ausencia en la habitación. Seguramente pensarían que seguían por ahí. Aunque les daba miedo que alguno se despertase y dramase por no verlos, pero en ese momento todo les daba igual. Dijeron las palabras acordadas en el salón y se dirigieron por la puerta que se abrió, al apartamento, el cual encontraron perfecta y románticamente decorado. En una mesa una cena deliciosa con velas y una cama con pétalos. Todo eso acompañado de olor a incienso al entrar por la puerta.
-Super...esto es demasiado romántico-rió Han.
-¿Romántico? Esto es empalagoso-se quejó Aritz.
-Chicos, disfrutad de la cena y la hora sin cámaras y dejad de quejaros-pidió el Super.
No tenían mucha hambre por lo que la cena fue lo de menos. El apetito lo habían perdido debido a los nervios ya que ambos sabían como acabaría esa noche. Han acercó a Aritz y le cogió de la mano llevándole a la habitación.
Se miraron y le agarró el mentón a Aritz para besarle. Ambos sabían que esa noche era la definitiva, que esa noche por fin se unirían como llevaban meses esperando hacerlo. Le tumbó en la cama lentamente tumbándose encima. Empezó a besarle el cuello mientras Aritz intentaba aguantar los gemidos, sin lograrlo del todo. Dejó de besarle y le miró a los ojos. Estaba totalmente rojo.
-¿Estás seguro?-preguntó Han susurrando.
-Sí...segurísimo-respondió sonriente Aritz pasando la mano por su cuello y volviendo a besarle.
Le quitó la camiseta y comenzó a besarle el cuello para ir bajando por su pecho. Comenzó a gemir y siguió besándole hasta llegar a sus pantalones, que se los quitó rápidamente. La verdad es que ninguno de los dos podía evitar la erección en su ropa interior. No dejaban de besarse y tocarse y eso les excitaba aún más a ambos. Volvió a subir a sus labios para fundirse en un beso bastante salvaje, mientras que él le tocaba por debajo del bóxer. "Hazlo rápido" pedía Aritz, quien cada vez estaba más excitado y con más ganas. Le quitó los pantalones torpemente mientras él terminaba de desnudarle, se acomodó, al igual que Aritz, para entrar él, la verdad es que cada vez estaba más nervioso, no terminaba de convencerle la idea de que le penetrase, pero aún así lo deseaba, deseaba sentirle dentro de él. Le rozaba la piel con las manos con delicadeza y sus besos le tranquilizaban. Notaba la erección de Han incluso antes de entrar en él, una vez lo hizo, aunque de manera lenta, no pudo evitar pegar un grito de dolor y Han enseguida paró de entrar.
-Aritz, no, no pienso hacerte daño-dijo él respirando agitadamente-sabes que soy pasivo, no tengo mucha experiencia haciéndolo yo-suspiró.
-No te preocupes, ¡sigue!-pidió Aritz-no me vas a dejar así, confío en ti-agarró su mano.
Él volvió a embestirle. Sí, dolía pero Aritz no quería que parase, no quería que se alejase de él, cada vez le penetraba con más rapidez y dolía menos, cada vez se sentía mejor. No pudo evitar pegar algunos gritos que se fundían con los de Han. "¡Sigue!" pedía una y otra vez. Y Han entró de una manera que le gustó, y tanto que le gustó, muchísimo más que haberlo hecho con una tía con anterioridad. Han le besó de nuevo, intentando que así se olvidara un poco del dolor. Él seguía diciendo que siguiera. Verle así como lo tenía, gimiendo y con esa cara de placer... No tenía precio para Han. Y aparte aquello se sentía demasiado bien; y en cierta manera diferente. Sin duda no se podía comparar con ninguna de las veces que lo había hecho con una chica, ni de lejos. Era mucho mejor. Tal vez porque esta vez lo hacía con la persona que realmente quería, que hacía que se parase su mundo y sólo tuviese ganas de él, de besarle, de acariciarle, de quedarse toda la noche abrazados, de pegarle contra la pared, contra el cristal, contra lo que fuere, pero hacerlo allí mismo, esa persona que le excitaba y le ponía cachondo con sólo una mirada, que le volvía loco con su sonrisa, esa persona a la que le entraban ganas de matar si se alejaba 2m de él, que le ponía de los nervios, pero también le ponía de otras tantas maneras, esa persona que le quería de verdad, sin importarle nada más. Aritz se excitaba cada vez que pensaba en eso y tuvo otra erección. Han siguió embistiéndole una y otra vez de manera fuerte pero despacio, teniendo mucho cuidado para no hacerle daño. Pero él seguía gritando que no pasaba nada, mientras seguía jadeando debajo suyo. Se agarró a sus hombros, y pasó sus piernas por las caderas de Han, impidiendo esta vez que se detuviera. Los dos ya estaban exhaustos, les costaba respirar entre beso y beso que se volvía más intenso conforme pasaba el tiempo. Han ya había perdido el control y le seguía embistiendo, hasta que ninguno de los dos aguantaron más, y llegando al final se corrieron a la vez. Han intentó recuperar el aliento, y se quedó en la misma postura durante unos minutos. Levantó la cabeza y miró a Aritz, y él sólo le besó; ese fue el detonante para que cambiaran persona activa y pasiva y volvieran hacerlo una y otra vez durante toda la noche.
A la mañana siguiente...
Aritz fue el primero en levantarse ese día. Estaba confuso. No había bebido y sin embargo había llegado a eso, hasta el final. Con Han. Le miró, estaba dormido profundamente y con una sonrisa en su rostro enorme. Acarició su pelo con ternura y le besó en la frente. Se incorporó de la cama y se vistió. Sus pensamientos y sentimientos estaban totalmente divididos en ese momento. Tenía un cacao mental demasiado grande. "No puedo afrontar esto...joder" pensaba.
Estaba nervioso dando vueltas por la habitación. Decidió volver a la casa y dejar a Han durmiendo. Tenía dudas. No acerca de sus sentimientos, esos los tenía claros. Aritz quería a Han por encima de todo y todos. Pero había un problema: no quería herirle y tenía el mal presentimiento de que así lo haría tarde o temprano. Ambos habían disfrutado esa noche. La mejor noche de sus vidas. Tal vez esa vez...fue la primera y la última. Tal vez, conseguido lo que ambos deseaban, debía terminar antes de que fuera demasiado tarde. "Tengo miedo de lo que ocurra fuera. No quiero vivir esto intensamente...¿para qué? Nadie de mi entorno lo entendería... Han y yo somos tan. diferentes...joder, Aritz, deja de pensar ya" su cabeza no paraba y así llegó a la casa. Dos de sus compañeros: Niedziela y Carlos, ya estaban despiertos y alzaron una ceja extrañados al verlo con la ropa del día anterior. Había entrado por el confesionario por lo que nadie sabía de la puerta secreta para acceder al apartamento.
-¿De dónde vienes?-preguntó Carlos.
-Del confe
-¿Has pasado ahí la noche?-se interesó Niedziela.
-¿A ti qué te importa?-contestó brusco.
-Relájate eh-se mosqueó esta.
-Me voy a la ducha-anunció, empezando a desabotonarse la camisa.
-¿Y Han?-preguntó Carlos-él tampoco ha dormido aquí-anunció.
-¡Y a mí qué me cuentas! No voy a saber todo lo que hace ese-escupió, haciéndose el fuerte por la decisión que acababa de tomar, alejarse era lo mejor, empezaban a sentir demasiado ambos pero también tenían muchas diferencias entre ellos, lo que provocaría piques continuos y eso solo lo herirían más. Debía terminar. Lo tenía claro. La mejor noche de su vida, pero también la última. Decisión tomada.
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Cosa De Dos [HanAritz]
FanfictionUna casa. 16 personas conviviendo, y entre todas esas...tenías que estar tú. ¿Cómo vivir un amor prohibido estando las 24 horas del día vigilado por una cámara? O...lo más importante, ¿cómo sobrevivir quedándote solo cuando la otra persona tiene qu...