[Han]
"Soy un soñador nato, que se imagina los planes más imposibles y que una parte de mí lucha por hacerlos realidad, ese chico que cuando se le mete algo entre ceja y ceja no para hasta conseguirlo y tenerlo, ese mismo que a veces el miedo lo frena a vivir, a hacer lo que le apetece pero que otras veces piensa, ¿y por qué no arriesgarse? Si ya he perdido muchas cosas en ésta vida, ¿qué más puedo perder? Soy la persona más cabezota del mundo y aunque me digas que no, yo siempre te diré que sí por el simple placer que me da discutir con alguien y acabar riendo por mi estúpida tozudez. Me gusta lo imposible, lo improbable y por lo tanto, poco probable; siempre querré hacer aquello que la gente ni se atreve y lo haré aunque haya lo posibilidad de caer, caeré en ese precipicio con los ojos cerrados y con impulso si eso es lo que verdaderamente quiero y lo que realmente me hace feliz. Me gusta fijarme en los pequeños detalles; aquellos que ni la gente ve; como esa forma que tiene de peinarse el pelo con el sombrero ya puesto o lo mucho que frunce el ceño cuando algo no le gusta; esos pequeños detalles que la gente no suele ver porque está demasiado preocupada en sí misma. Me gusta demostrar, día tras día, lo mucho que quiero a la gente que quiero aunque también soy de esas personas que, si pasas por mi vida, siempre te recordaré aunque salgas de ella. Me gusta disfrutar de cada pequeño momento como si fuese el último y decirle a aquella gente que tengo conmigo, te quiero, todos los días de mi vida. Me gustan los abrazos, sin venir a cuento, aquel tipo de abrazos que parece que te curan y que te dan un poco de vida. Sobretodo si son suyos, cuando viene por detrás y me acerca a él y parece no querer soltarme...
Soy esa clase de persona que se muerde las uñas nervioso o que no deja de tocarse el pelo, ese que a veces llora cuando ve que las cosas no salen bien o que no tiene lo que necesita pero el mismo que luego sonríe a pesar de todo lo malo que puede venirle. Aquella persona que cree que la felicidad o la sonrisa de una persona, le basta para sentirse un poco mejor. Soy esa clase de persona que tiene muchos miedos, muchas inseguridades y muchos complejos. Mi vida no ha sido fácil, mi familia nunca ha aceptado mi orientación sexual, es como si hubiesen dejado de quererme. Y eso siempre me ha dolido, porque...si ni mi familia me quiere, ¿quién me va a querer?
Soy quién dice que no va a ilusionarse nunca más y al segundo siguiente ya lo está haciendo y esa sonrisa de tonto lo demuestra porque a pesar de las hostias que me de la vida, siempre querré intentarlo una vez más para ver si ésa será distinta porque sí, ¿quién me dice que no va a salir bien? Y a pesar de ser un negativo de mierda o quizás realista, no sé, me gusta creer que todo aquello en lo que creo y sueño, puedo tenerlo si lucho por ello. Por ello con él nunca dejé de luchar, a veces podía volverme pesado o simplemente las situaciones me hacían pensar que no saldría bien, pero nunca me rendí, luché y luché hasta el final...en parte porque le quería, porque desde el primer minuto que le vi entrar en la casa y presentarse a todos y cada uno de ellos, yo me escondí detrás de mis compañeros, porque el verlo me hizo sentir algo que antes no había sentido. Siempre había buscado un chico que tuviese las tres "B": barriga, barba y buena persona; y por...casualidad o destino, él las tenía todas, bueno, barriga no mucha, pero eso daba igual; y por otra parte porque tenía miedo, miedo de morir solo, de no tener en quién apoyarme, de no saber vivir la vida como debería. Porque...al fin y al cabo, ¿por qué iba a merecer yo ser feliz si siempre me habían rechazado?"Tras una semana dura para mí, porque el hecho de haber recibido puntos en la nominación por parte de mis compañeros aunque finalmente y gracias a Quique, no haya salido nominado, me hacía pensar que tal vez no estaba haciendo las cosas todo lo bien que podría dentro de la casa y que tal vez y sólo tal vez, en esta ocasión no tendría salvación. Intentaba por todos los medios pensar maneras de mejorar mi comportamiento pero siempre habría algo que me haría saltar... Aritz, pese a algunas discusiones que tuvimos esos días, estuvo para mí en todo momento. Siempre sabía cómo animarme en mis momentos de bajón y eso sólo hacía que lo quisiera más y que no quisiera perderlo nunca. Pero cada vez era más difícil...esa misma noche, nuevas nominaciones, nuevos votos que recibo. De parte de casi todos mis compañeros. Aunque los nominados esa noche eran Suso, Ivy y Vera, sabía que yo también lo estaba, puesto que Suso había conseguido el CD que podría librar a uno de los nominados de estarlo y, el siguiente, era yo. Con lo cual, yo estaba nominado. Esa semana fue dura. Discusión tras discusión, no tenía ni una tregua; pero no sólo yo, toda la casa estaba alterada y eso nos afectaba a todos. El ver los porcentajes ciegos que cada vez subían un poco más, nos asustaba a todos, yo imaginaba que tendría el porcentaje más bajo, pero aún así, ese también iba aumentando poco a poco. Me daba miedo equivocarme y salir de la casa; me daba miedo perder a Aritz, irme y no volver a verlo... Y aún encima lo que más miedo me daba era que si resultaban mis últimos días en la casa, los habíamos pasado discutiendo y dos días sin hablarnos. ¿Qué nos pasaba? ¿En qué nos habíamos convertido?
Por ese motivo pedí a Amanda que hiciese ella mi defensa en lugar de Aritz, pese a ser éste quien mejor me conocía de la casa, pero vi su cara en ese momento, parecía molesto, decepcionado. Cuando Amanda terminó me acerqué a él.
-¿Qué te pasa?-pregunté.
-Nada, simplemente no me pasa nada-respondió, borde.
-Va, Aritz...¿estás celoso?-insistí.
-¡Qué manía con que estoy celoso por todo! A ver si te enteras que a mí lo que hagas o dejes de hacer no me producen celos-se levantó, molesto y sus palabras me hirieron.
Caminó hacia el jardín y yo le seguí, no iba a consentir que me hablase así y se fuese de rositas.
-¡Tal vez si tuvieses los huevos de admitir que sí estás celoso no tendría la manía de insistirte tanto!-reté-por tu comportamiento así demuestras las cosas, ¿te enteras?-lo miré a los ojos.
Se cruzó de brazos, sosteniéndome la mirada y respiró hondo. Por un momento me dio miedo pero...¿tener yo miedo de mi marido? ¡No!
-Pues mira, sí, estoy celoso, ¿qué pasa?-se acercó a mí, como provocándome.
-¡Por fin!-aplaudí levemente-¿era tan difícil admitirlo?-pregunté.
-Pues sí, joder, para mí sí-suspiró y se giró, mirando a otro lado.
-Relájate, Aritz, no es para tanto; si no te lo pedí a ti es porque llevábamos dos días sin hablarnos, no era plan que tú hicieses el alegato, y por ello se lo pedí a Amanda; no me conocerá tan bien como tú pero no ha estado mal, no te molestes por eso-expliqué.
-No necesito tus explicaciones, Han, déjalo estar-negó con la cabeza.
-Cómo quieras...-suspiré y me giré para irme pero me cogió del brazo, bajo lentamente con su dedo por el mismo hasta llegar a mi mano y apretármela con fuerza.
-No te vas a ir, ¿vale?-cerró los ojos, como aguantando unas lágrimas que no parecían salir y entrelazó sus dedos con los míos-lo siento, pitxín-se acercó y me abrazó calurosamente.
-No sé si me voy a ir o no, pero si me voy, no me gustaría irme a malas contigo-susurré, en su cuello.
-Y no te irás a malas conmigo, por mucho que peleemos, tenemos algo que vale más que todas las peleas juntas-me miró a los ojos.
-¿Lo qué?-pregunté, confuso.
-Que nos queremos mucho-rió y me dio un beso en la mejilla.
-Ojalá mi marido fuera siempre así de cariñoso-pedí.
-Y ojalá el mío dejase de tocarme las narices-dijo de broma y le empujé flojito-me voy al confe, después te veo-sonrió.
Personalmente, creía que este chico era bipolar, había pasado del cabreo a las sonrisas y las miradas en apenas unos minutos. Por mí, genial; pero no sé cómo se vería eso fuera, sinceramente. Aunque me encantaba cuando se ponía cariñoso conmigo o decía me quería entre líneas, era lo mejor de mi día a día en la casa. Pero últimamente y por el bien de todos, me había propuesto no pasarme más de la raya, no presionarlo y no ser tan pesado, dejarlo más a su aire, por mucho que me doliese. Sería lo mejor para todos. Él tenía que relacionarse con más gente y yo también. Desde que había oído a las chicas comentarle que cuando saliese él de la casa por lo único que le preguntarían y los únicos vídeos que les pondrían sería conmigo, no he dejado de pensar que tal vez tenían razón y Aritz no había tenido más concurso que el de aguantarme a mí las 24 horas del día y por ello, yo, había tomado esta decisión. No creía que aguantaría mucho, pero debía hacerlo por él.
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Cosa De Dos [HanAritz]
FanficUna casa. 16 personas conviviendo, y entre todas esas...tenías que estar tú. ¿Cómo vivir un amor prohibido estando las 24 horas del día vigilado por una cámara? O...lo más importante, ¿cómo sobrevivir quedándote solo cuando la otra persona tiene qu...