Los días pasaron y todo parecía ir bien, hasta que Han tuvo una recaída, sí, una recaída. Con tantas emociones de golpe y el intentar recordar a través de vídeos, el muchacho se olvidaba de las pastillas para la cabeza y una venita le reventó, por la presión; el dolor de cabeza era inmenso, pero por suerte, le salió para fuera y no para dentro, porque de ser así no se habrían enterado y podría haber sufrido un derrame cerebral o un ictus. Lo hospitalizaron de inmediato por precaución y decidieron hacerle TAC's cada día por si finalmente había que volver a intervenir. Iba perdiendo el habla y las ganas de todo de repente y nadie entendía por qué. Aritz cada vez se preocupaba más por su salud y no lo dejaba sólo ni un minuto. En ese tiempo, Han había roto con Pau, si es que se podía romper algo que no había, y éste había vuelto a Barcelona sin más.
Aritz no dejaba de observar a Han en esa cama, extrañaba verlo con su pijama de lobo, había pasado a una simple bata de hospital y a una mirada perdida cuando días atrás sus ojos se posaban en él y ahí se quedaban, fijos, mientras en su boca se dibujaba una sonrisa que mostraba la mitad de sus blancos dientes al acariciar su barba.
Ahora no hacía nada, apenas comía si no le daban y no tenía ganas de hablar. Había perdido la ilusión por todo y Aritz no hacía otra cosa que preocuparse por él.
-Han, mírame-pidió, cogiendo su mano y él, tras varios segundos ignorándole, accedió; tenía la mirada apagada, sin brillo, sin vida-¿qué te está pasando?-cada vez Aritz se preocupaba más, no sabía qué hacer no entendía qué había cambiado y Han como respuesta simplemente se encogió de hombros para luego girar su cabeza y volver a mirar a un punto fijo cerca de la ventana.
Cuando Aritz se iba a levantar, ya cansado de esa situación, su brazo le detuvo y le animó a sentarse de nuevo. Sus ojos volvieron a encontrarse, esta vez llorosos por parte del chino granaíno.
-Es que...simplemente...no lo sé, Aritz. ¿Por qué es todo tan injusto? ¿Por qué la vida me trata tan mal?-preguntó, sin ánimo alguno-primero mi padre, el divorcio, lo del concurso, las peleas, lo que sufrí allí...luego el accidente y...-suspiró-ahora que volvemos a estar casi como antes, de alguna manera, recaigo, ¿es que no vamos a estar bien sin que pase nada nunca?-preguntó, dolorido.
-No lo sé, Han...es muy duro también para mí...-le cortó.
-Lo sé, y eso me mata...me mata por dentro más de lo que todo esto me está matando ya-suspiró-te quiero demasiado como para hacerte sufrir más, no puedo...así no-una lágrima descendió por su mejilla, una lágrima que Aritz se encargó de hacer desaparecer.
-Han, por favor...
-No, no me hagas esto más difícil, Aritz...-Aritz calló, por un momento y tras un largo suspiro, Han continuó-nunca...nunca me he sentido acompañado, querido, siempre he estado solo...cuando conocí a Marta las cosas cambiaron pero aún ahí, sólo era en los momentos que estaba con ella y, no sé, creo que sabes por donde voy-Aritz asintió y Han decidió proseguir-contigo...contigo ha sido diferente, contigo me he sentido completo, ese puzzle que terminas, porque cuando eres parte de algo, cuando te sientes parte de algo; te sientes mejor, eres mejor-aclaró-y contigo me he sentido así, porque por muy lejos que hayamos estado el uno del otro, en ocasiones, siempre volvíamos, porque eran tus brazos los que tenían que arroparme por las noches y...-de nuevo las lágrimas volvían a sus ojos-todo este tiempo me has hecho sentirme así, aunque tuviera mis días malos, me hacías olvidarlos...y tanto que llegué a olvidarlos-Aritz agachó la cabeza, sin dejar de besar su mano.
-Han, no entiendo...¿qué me quieres decir con todo esto?-Aritz lo miró, ambos con los ojos llorosos.
-Que te quiero, sí, y porque te quiero te debo librar de eso-empezó, y Aritz ya negaba con la cabeza, pero él prosiguió-hazme caso, ¿vale?-suspiró-te lo juro, te quiero más que a nada, y nunca dejaré de hacerlo, al igual que no soy tonto y sé que tú tampoco, pero no te mereces estar así, para sufrir ya basto yo, ¿entiendes? Yo no sé lo que pasará cuando salga del hospital, no lo sé, o si me llevan de nuevo a quirófano, tampoco sé si saldré bien de eso, y tú...joder, que tienes veintiséis años, Aritz, no mereces joderte ya la vida con un tío de veintidós al que tienes que cuidar como si fuese una persona que no puede valerse por sí misma, no puedes estar todo el rato preocupado por mí y todo eso, tienes que vivir...-pronunció.
-Pero ya vivo, joder, tú me has dado vida, me la diste en esa casa y me la has seguido dando desde entonces, por dios Han, no me puedes estar diciendo esto, ¡hace unos meses íbamos a casarnos!-exclamó Aritz, sin todavía poder creerse sus palabras.
-Ya, pero las cosas han cambiado mucho desde hace unos meses-se mordió el labio Han.
-¿Y qué? Te quiero exactamente igual que hace unos meses o más, incluso más si puede ser posible...-Aritz ya no sabía qué decir.
-Pero Aritz...
-No, es que no voy a aceptar lo que me dices; que ya soy mayorcito, tomo mis decisiones, no necesito que nadie decida por mí, no les dejé decidir cuando opté por tirarme al mar, por dejarlo todo por ti, cuando hice todo eso decidí yo, porque así lo sentía, porque así lo quería y me presenté en Madrid, en tu universidad, y empezó nuestra historia, o bueno, volvimos, porque creo que aún así nunca terminó, siempre estuvimos juntos de una manera u otra; y desde entonces no pienso dejar que nadie decida por mí, porque fue la mejor decisión de mi puta vida, ¿me entiendes?-alzó un poco la voz.
-Está bien Aritz, yo no te mando tomar ninguna decisión a ti pero...¿qué pasa si soy yo el que no quiere seguir con esto? ¿Qué pasa si soy yo el que quiere que termine?-alzó una ceja, pero estaba mintiendo, ambos lo sabían.
-Que no es lo que quieres, eso pasa-lo miró Aritz.
-Eso tú no lo sabes
-Sí, lo sé, es así, te conozco, te conozco mejor que nadie y tú sabes que mientes
-Quiero que termine...
-Han, por favor, no digas tonterías-pidió, Aritz, casi suplicando.
-No me lo pongas más difícil, me ha costado mucho tomar esta decisión y no va a haber marcha atrás; me he cansado de hacer sufrir a la gente y no quiero que eso siga pasando por lo que, si los demás no cortan por lo sano, lo haré yo-sentenció.
-¿Y tú qué sabes si nos haces sufrir? ¿Acaso lo sabes tú? ¿Qué importan un par de días malos al año, o la mitad del año aunque sea, si aún así me haces feliz? ¿Es que no lo entiendes? Que con una mirada y una sonrisa me das la felicidad para el resto del día, que con cada caricia y con cada abrazo me das la vida, joder, que no, Han, que tú no sabes lo felices que nos haces, lo orgullosos que estamos de ti y lo afortunados que somos por tenerte...hay tanta gente que nos tiene que tener envidia por poder tenerte en nuestras vidas, joder...-Aritz ya no sabía qué decir, realmente las lágrimas descendían por su mejilla y le daba igual que se vieran.
Estaba claro que algo había cambiado entre ellos, pero no sabía muy bien el qué, Han se había cansado de su sufrimiento y por ente, el de los demás por su culpa, porque era eso, se sentía culpable de todo lo que estaba ocurriendo, de que la gente se sintiese obligada a ir a verlo al hospital, de que lo cuidasen como si él no se valiese por sí mismo y así se lo intentaba hacer saber a Aritz, que por otra parte, no quería entender la postura de Han, no le iba a hacer entrar en razón. Eran dos cabezotas que se querían, y que lo bueno superaba lo malo, pero sólo uno de ellos veía que el daño que se hacían era mucho menor.
-Ahora vete, por favor, quiero estar sólo...-pidió Han.
Y Aritz, por una vez, obedeció, cogió sus cosas y salió de la habitación encaminándose a vete tú a saber dónde, para pensar, para reflexionar, para analizar lo ocurrido mientras Han, se quedaba sentado en su cama de hospital, también pensando en todo y dándose cuenta de la suerte que tenía de tener a Aritz a su lado, y que después de todo lo que había luchado por él, después de todo lo que habían superado juntos, tanto Aritz como él, se daban cuenta de que eso no podía terminar así.
ESTÁS LEYENDO
Cosa De Dos [HanAritz]
FanfictionUna casa. 16 personas conviviendo, y entre todas esas...tenías que estar tú. ¿Cómo vivir un amor prohibido estando las 24 horas del día vigilado por una cámara? O...lo más importante, ¿cómo sobrevivir quedándote solo cuando la otra persona tiene qu...