Cosa De Dos [HanAritz]

Capítulo 27.

[Aritz]

Llegué a tiempo a la estación. Corrí todo lo que pude al salir del taxi y pasé por encima de varias personas, sin exagerar. Bajé las escaleras mecánicas a saltos y al buscar en todas las vías lo vi. Estaba a punto de entrar. Grité todo lo que pude hasta que se giró. Corrí de nuevo hasta llegar a la vía correcta y me posicioné enfrente de él.

-No te vayas, por favor-dije, tomando aire, apenas conseguía respirar por haber corrido tanto.

-¿Aritz? ¿Qué...?-negó con la cabeza y me miró de arriba abajo.

-Por favor, Han-pedí.

-Llegas tarde...-suspiró.

-Tenemos una conversación pendiente-pensé rápidamente.

-Has tenido casi tres meses para pensar en tener esa conversación...ahora es tarde-cerró los ojos con fuerza, lo conocía, no quería decir lo que estaba diciendo.

-Han...por favor, no me hagas esto-pedí, tomando su mano entre las mías, él intentó soltarse al principio pero enseguida desistió y me miró a los ojos.

-Enano, ¿va todo bien?-se asomó Diego y al verme asintió-entiendo-suspiró.

-Sólo serán unos minutos, te lo prometo, después será todo tuyo...si así lo quiere él-murmuré esto último para que nadie más que yo mismo lo escuchase.

Diego volvió al vagón y Han me miró tras un largo suspiro y conseguir soltarse de mis manos.
-Yo creo que ya está todo dicho, lo que sea no cambiará nada-aclaró.

Estaba mintiendo. Yo lo sabía. Lo conocía mejor que a mí mismo.

-¿Qué tiene él que no tenga yo?-me atreví a preguntar.

-Bueno, esto ya es el colmo-rió, irónico-¿vienes hasta aquí a preguntarme eso? Eres gilipollas-suspiró y se giró en un amago de irse, pero enseguida lo detuve-está bien, ¿quieres saberlo?-asentí-me hace feliz-primera punzada en el corazón-no tiene ningún problema en besarme en público o decir que soy su pareja, sí Aritz, pareja, eso que a ti te da tanto miedo decir; le importa tres pitos si le llamo cariño, amor o esas mierdas como tú dices, es más, le gusta que lo haga y no me arma un pollo cada vez que ocurre, que apenas discutimos por nada y mira, en el tiempo que llevo con él, contigo ya me habría tirado de los pelos unas veinte veces...-confesó.

-Estoy dispuesto a cambiar-respondí.

-Es que no quiero que cambies, Aritz, me enamoré de ti por cómo eres, y eso no va a cambiar; pero a veces...eso no es suficiente-suspiró.

-No te entiendo...-una lágrima estaba a punto de caer por mi mejilla.

El tren estaba a punto de salir. Así lo informaron por megafonía. Han suspiró y me miró una vez más. Se acercó a mí y me acarició la mejilla. "Te he querido mucho, muchísimo, pero me toca vivir a mí..." susurró y finalmente me besó en la mejilla mientras una lágrima descendía por su mejilla, nunca sabré si era suya o mía, ya que ambos estábamos llorando. Sí, llorando.

-Lo siento, me tengo que ir...-se despidió y antes de que entrase en el tren, tuve que gritar.

-¡Han!-me miró-Te quiero-grité.

Él sonrió, con su sonrisa de lado. Eso no era suficiente. Tal vez nada lo era. Tenía otra frase preparada. La había pensado todo el camino pero no tenía los santos huevos de decirla. Tal vez él decía la verdad al hacerme ver que nada de lo que yo dijese cambiaría su decisión, pero debía intentarlo.

-Estoy enamorado de ti-grité y él se giró rápidamente, con los ojos llorosos-Sí, me has oído bien, estoy enamorado de ti, Han Wang, y puede que esto no sirva de nada o simplemente sea una locura, pero esta locura la digo de corazón porque así lo siento; te he perdido una vez por gilipollas y no pienso perderte otra vez, no al menos sin haber luchado hasta el final por recuperarte-aclaré.