Cosa De Dos [HanAritz]

Capítulo 2.

Desde entonces, Han vagaba por la casa sin rumbo fijo. Una persona le hablaba y él no respondía, no reaccionaba. No entendía el por qué sus compañeros, a los que consideraba amigos le habían traicionado. Él se pensaba que la experiencia de este programa era hacer amigos, para eso había venido, lo que no sabía era que todos jugaban con una estrategia y que eso nos afectaba a todos, porque en cualquier momento, nosotros seríamos las siguientes presas que querrían devorar los "fuertes". Han ya no estaba para nadie, ni siquiera para mí; habíamos dejado de dormir juntos y todo; él había decidido dormir en una cama solo, para no tener que tropezar con nadie al girarse, como él mismo decía.

Me dispuse a hablar con Marina, una de nuestras compañeras, y de las pocas en las que realmente confiaba. ¿Pero qué decirle? Me preocupaba mi amigo y lo que sería de él a partir de ahora haciendo oídos sordos a todo lo que ocurría a su alrededor.

-Pero, ¿por qué no hablas con él?-me dijo ella.

-¿Te crees que no lo he intentado? Llevo días intentándolo, ya ni siquiera me mira-suspiré.

-Está raro, sí, pero no creo que simplemente sea por las nominaciones, tiene que haber algo más, tío-pensó ella.

-Es que es exactamente desde ese mismo día, ¿qué más pasó aquella noche?-mi cabeza no dejaba de barajar ideas, pero ningún recuerdo venía a ella.

-Pues si tú no lo sabes que eres el que está todo el día con él...no sé quién lo sabrá-rodó los ojos.

-Marina, tía, te estoy pidiendo ayuda, intenta aunque sea comprenderme-pedí.

-Aritz, mira, voy a ser clara, tal vez le hayas estado dando demasiada bola; sabías lo que el chico sentía, desde el primer momento se notó, habéis tenido mucha complicidad, y tú, aunque digas que le has parado, no lo has hecho. Se habrá hecho ilusiones como es normal, pero también se habrá cansado de esperar algo que no llega por tu parte-comentó.

-¿Qué dices tú?-la miré, extrañado-simplemente he tratado bien a mi amigo-aclaré.

Era cierto que sabía lo que Han sentía por mí, no desde el principio, pero sí lo sabía. ¿Y qué? Yo le había tratado como un amigo...¿o no?

-¿Tú crees? Yo no te veo tan cariñoso y durmiendo, por ejemplo, con Suso, o con Vera...sólo con él-dejó caer.

-Pero eso es porque con ellos dos no tengo la misma confianza que con Han-me defendí.

-Piensa lo que quieras, al final lo que sientes o no, sólo lo sabes tú, Aritz; yo te digo, que lo que habéis vivido en estas semanas de concurso, no lo han vivido ni Ivy y Carlos que sí que son pareja-me miró directamente a los ojos.

-¿Habláis de Han?-se metió Amanda en la conversación.

-Eh...no

-Sí, hablamos de él-respondió Marina.

-Vale, sí, pero dejad las cosas ya-pedí.

-Aún así, coincido con Marina, habéis tenido miradas más cómplices y tocamientos más profundos que ellos dos, que están casados y todo eso; no puedes negar que ahí hay algo-opinó Amanda.

-¡Qué no hay nada!-me levanté, molesto-¿sabéis dónde está?-pregunté, mirando alrededor.

-Creo que ha ido al confe...-respondió Amanda.

Y allí me dirigí, tenía que aclarar las cosas, pero tal vez así le haría daño y lo que menos quería era que sufriese más, pero no podía mantener un juego que no era capaz de controlar, que más bien, me estaba controlando él a mí. Todos en la casa estaban de acuerdo con un mismo pensamiento: que entre nosotros había algo, o lo habría tarde o temprano.

Pedí al "Super" que me abriese la puerta del confe, para poder entrar y hablar con mi amigo, aunque no sabía cómo reaccionaría él al verme allí después de tanto tiempo sin dirigirme la palabra. Y lo primero que hizo fue levantarse con afán de irse, pero le detuve.

-Sabes que tenemos que hablar y no dejaré que te marches hasta que lo hayamos hecho-increpé.

-Está bien-se sentó y se cruzó de brazos-habla-pidió.

-No se trata de que hable yo, tenemos que hablar los dos, ¿me vas a decir qué te pasa conmigo?-pregunté, desesperado.

-No tengo nada que decir, ¿me puedo ir ya?-comenzó a mover la pierna con nerviosismo.

-No, no te puedes ir...joder Han, después de todo lo que hemos pasado en esta casa...-suspiré.

-Precisamente por eso, después de todo lo que he pasado en esta casa, tengo que sufrir la traición de mis compañeros. Mi vida siempre ha sido así, todos me han acabado traicionando y yo prefiero alejarme para no sufrir. He venido aquí a vivir una experiencia buena, pero ya he visto el aprecio que todos me tenéis, así que paso, aguantaré hasta que la audiencia decida echarme y punto-terminó, tajante.

-¿Por qué me comparas con ellos? ¿Es que no te das cuenta de que yo nunca te traicionaría?-apartó la mirada.

-Ya, claro, eso dicen todos...-suspiró.

-No-cogí su cara con delicadeza e hice que me mirase a los ojos-Yo nunca te traicionaría, ni te traicionaré; joder, Han eres una de las personas que más quiero del concurso, que digo una, eres LA persona que más quiero de esta puta casa y una de las que más he querido en mi vida, ¿no te das cuenta?-no sé en qué momento todas esas palabras salieron de mi boca.

-Aritz...-me miró con un brillo especial en los ojos, casi llorosos.

-No digas nada, ¿vale, pitxín?-lo abracé con fuerza-pero no te comas tanto la cabeza, nadie te va a traicionar, es un concurso, ¿entiendes? Te dieron puntos porque saben que eres fuerte y quieren librarse de ti, pero te siguen queriendo-le di un beso en la mejilla, mientras frotaba su espalda.

-Ya...pero duele que lo hagan-suspiró.

-Lo sé, pero son las normas, por esa regla de tres, todos los que tú has nominado estos días, tendrían que sentirse traicionados por ti, pero no lo han hecho, así que tú tampoco deberías sentirte así-aclaré.

-Tienes razón...gracias-agradeció-a veces soy muy cabezota y no me paro a pensar las cosas que hago o digo-se mordió el labio arrepentido-les pediré perdón por mi comportamiento de estos días, creo que será lo mejor-sonrió, finalmente.

-Sí, supongo-todavía seguíamos abrazados y la verdad, es que me encontraba muy a gusto.

-Ay, "Super", ¿qué sería de mí sin mi marido?-rió, y yo con él.

Este chico no cambiaría nunca, pero mejor así, porque me gustaba mucho como era. Tal vez si hubiera sido de otra manera, no estaríamos así ni le querría tanto como le quiero.