Capítulo 10

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Tris POV
Tobias y yo estamos solos en el apartamento. Me pregunto qué habrá pasado con Will y Christina. Ahora recuerdo algo.

—Tobias tenemos que hablar, ¿por qué no me quisiste decir lo de que intercambiaste la bala?

—Es que...—se aclaró la garganta—mira Tris, no me gusta que los demás sepan que soy sentimental. Y creí que me ibas a decir "Tomaste un gran riesgo al haber hecho eso, pudiste haber muerto" y pues no quise que nadie lo supiera y los que lo sabían eran Nita, David y yo. Y no se los dije, ellos después vieron las grabaciones de las cámaras de seguridad y además no me gustaría perderte porque...

Lo interrumpí con un beso en la mejilla.

—Tranquilo, estoy muy agradecida.

Se escucha que alguien toca la puerta. Voy a abrirla y veo que es Will. Está muy deprimido y se ve que acaba de llorar.

—¿Qué pasó Will?—dijo Tobias.

—Yo salí corriendo a la ciudad y Christina me persiguió intente detenerla pero era insistente. Por la tristeza quise suicidarme y lanzarme del abismo.—cuando dijo esto recordé a Al y se me escapó una lágrima mientras Tobias se cubrió la boca con las manos haciendo una expresión de asombro—Y me despedí de Christina, me lancé del abismo. Caí en el agua, no en las rocas pero sentía que me estaba ahogando. Después empecé a ver una luz y unas personas que venían por mi. En eso escuché una hermosa voz que me decía "Will despierta..." Era la voz de Christina mientras lloraba por mi. Después me empezó a dar respiración boca a boca y empezó a presionar mi corazón para que latiera. En un momento las personas que venían por mi desaparecieron y desperté tosiendo y sacando mucha agua. Christina me besó y dijo que me amaba, nos reconciliamos. Íbamos caminando y nos encontramos una niña que es hija de Jeanine y nos guió a la casa de Uriah y su novia Therese—Tobias y yo nos quedamos atónitos—cuando llegamos al apartamento de Caleb, ella me escogió a mí y le surgió la duda de por qué no había venido por ella antes y entonces prefirió a Caleb y me dijo que iba a hablar un momento a solas con él.

—¿Jeanine Matthews está viva?—dije

—Sí—dijo Will

—Uriah...—dijo Tobias con la voz entrecortada.

—Sí nos lo encontramos, en fin hay muchas cosas pero yo sigo amando a Christina.

Se escucha que tocan la puerta de nuevo. Ahora Will la fue a abrir. Eran "Los enamorados". Will se tapó la cara con las manos y se volvió hacia nosotros sentándose en el sofá sollozando. Chris y Caleb se lo quedaron viendo.

—Hola Will, por ahora seremos amigos como antes ¿OK? Quiero que seamos como antes pero mejores amigos—dijo mi cuñada.

—Okay—dijo Will secándose las lágrimas y esbozando una sonrisa de satisfacción.

Creo que lo único que Will quería era que las cosas fueran como antes. Ahora debo hacer algo.

—Quiero ir a la ciudad para ver eso de que Jeanine está viva—dije con seguridad levantándome del sofá.

—Yo voy—dijo Tobias.

—Nosotros igual—dijeron "Los enamorados"

—Jajaja, ¿acaso creyeron que me iba a quedar aquí solo?—dijo Will sonriendo.

En eso entra alguien al apartamento, creo que Will no le puso llave a la puerta. Es Peter.

—¿Jeanine está viva? Lo siento es que escuché esa parte de la conversación—dijo Peter.

—Sí—dijo Chris

—Lo de Uriah ya lo sabía, de hecho ayer se enteró que está esperando un bebé de Rese.—dijo Peter mientras nos quedamos asombrados.

—¿Rese Es Therese?—dije

—Sí

—Andando, lleven armas por si acaso—dijo Caleb. Veré qué arma lleva él.

Él agarra la pistola, Peter la ametralladora, Tobias los cuchillos, Christina igual que mi novio, Will sólo prepara sus puños y yo llevo una pistola. La pistola con la que le disparé a Will. Suelto un sollozo y después me tranquilizo.

Nos subimos al primer tren que pasa. Llevamos chaquetas con gorra para que nadie nos reconozca. Al reconocernos nos matarían, excepto a Tobias por ser el hijo de Evelyn. Caleb va en la orilla sentado al lado de Christina. Will va en frente de ellos dos. Tobias y yo estamos sentados del otro lado uno frente al otro. Mientras nos mirábamos vimos la sombra de una persona corriendo. De seguro se iba a subir al tren. Nos apartamos para que subiera. Esta persona cayó parado en el tren: Zeke.

—Hola Zeke—dice Tobias.

—Hola—responde.

—Vamos a ver a Jeanine, ¿nos acompañas?—dice Caleb.

—Sí, de hecho iba a hacer lo mismo, la he estado rastreando y ya sé dónde vive.

—Perfecto.—dice Caleb

Hay mucho silencio, me acerco a Caleb poco a poco. Caleb juguetea con la pistola como si fuera común usarla.

—¿Estás seguro de que puedes...? Ya sabes... Usarla?

—No lo sé. Nunca he matado a nadie, ni menos a la líder de la facción a la que me uní.—dijo bajando la vista—¿Cómo se hace? A veces me sorprende ver todo lo que hacen en Osadía... bueno, todo lo que hacían. Es muy impresionante, saltar trenes, lanzar cuchillos perfectamente. Es como ser libre por primera vez. Sólo que a mí me gustaba mucho aprender más, pero cuando supe lo que pasó en Erudición todo cambió...

Los demás estaban platicando y contando chistes mientras yo estaba intrigada por lo que decía Caleb.

—Cuéntame ¿qué pasó?

—Cuando llegué a Erudición vestí como ellos y usaba lentes. Me encantaba, eran mis gustos. Sin embargo, yo quería destacar. Estudié tanto que me ascendieron a secretario de Jeanine. Ella tenía un plan. Ella se asoció con los de afuera de la valla porque ella había nacido afuera, ella era como mamá—al pronunciar la palabra "mamá" no se contuvo y una lágrima escapó de sus hermosos ojos, los heredó de mi madre—a ella la habían mandado de afuera para cumplir con su misión. Los del Departamento le dijeron que si cumplía con su misión, sus padres iban a sobrevivir. Pero como los padres de Jeanine querían destruir el Departamento, éste los mató. Al enterarse de esto Jeanine, se volvió mala y decidió vengarse matando a los divergentes.

—¿Cómo sabes todo eso?—dije

—Ella me consideraba como la única persona a la que podía confiarle toda la información. Me sentía como su hijo. Era muy convincente conmigo. Al platicarme esto, Jeanine lloraba y lloraba. Pero esa alma triste ya no existía, sus planes se volvieron horribles y se volvió loca.

—Caleb, ¿por qué no me habías dicho esto antes?

—Es que no era el momento. Sus planes eran horribles y fue por eso que cuando me visitaste te dije "Las cosas están poniéndose feas Beatrice"

—¡Ya llegamos!—gritó Christina, Caleb soltó una lágrima y se la secó.

Llegamos...

Es real, y no lo es (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora