Capítulo 40

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Tris POV

Cuatro entrelaza sus dedos con los míos mientras esperamos que Jeanine dé los últimos pasos al centro de la sala e inicie la Ceremonia de Elección. Estoy muy nerviosa, y no por mí, por Miles. Espero que se una a Osadía.

—Bienvenidos todos a la Ceremonia de Elección, espero que tomen una buena decisión.—la voz de Jeanine Matthews se escucha por toda la sala con ese micrófono azul y sus lentes falsos.—Sé que no es sencillo tomar decisiones como estas, tal vez para algunos de ustedes lo sea, tal vez para otros no; el punto es seguir con nuestra respetada frase "La facción antes que la sangre"...

En ese momento recuerdo cuando tuve que abandonar Abnegación, mi familia, mi hogar, para irme a Osadía, donde encontré una nueva vida.

—...Por eso les pido que no por su familia se queden en su facción, no por miedo, no por amenazas—Jeanine me saca de mis pensamientos—Si se van a quedar en su facción, háganlo porque les guste, porque son fieles, pero no por tonterías.—suspira

—Que ignorancia—susurra Cuatro sin mirarme.

Asiento.

—¡Pongan atención!—alza la voz Jeanine mirándome—Ya que esto no lo repetiré dos veces. Les entregaré un cuchillo, ustedes se cortarán la palma de la mano y derramarán su sangre en la facción que elijan. Osadía–dice señalando el carbón con llamas encendidas—Abnegación—señalando las piedras—Verdad—señalando el cristal—Cordialidad—señalando la tierra—Y Erudición—señalando el agua.

—Todo estará bien—susurra Cuatro a mi oído.

—¡Que inicie la Ceremonia!—levanta la voz Jeanine.

Los nervios me empiezan a hundir hasta ahogarme. No escucho nada, sólo un pitido en mi oído. Debe ser la presión, estoy muy preocupada por Miles. Cuatro sólo está observando la luz que entra por el techo, por esas enormes ventanas de un cristal tan limpio que colocaron hace poco. Sus manos tiemblan cada vez más. Coloco mi mano en su hombro delicadamente y fija la vista en mí.

—No escucho nada—susurro y el asiente.

Mueve sus labios como diciéndome algo, algo que no puedo escuchar. Me encojo de hombros y entonces suspira y señala a Jeanine. Trata de decirme algo. Jeanine susurra algo al oído de cada uno de los que pasan a elegir. Y me doy cuenta no porque escuche, sino porque se acerca a cada uno de ellos y mueve sus labios. El chico que pasó ahorita derramó su sangre en Erudición. Pasa una chica y Jeanine le susurra algo. La chica se espanta y sus manos empiezan a temblar mientras se corta la palma de la mano lo más lento posible y elige Osadía. Jeanine niega disimuladamente con la cabeza y la chica sólo corre a sentarse con nosotros.

Me quedo dormida durante la Ceremonia...

¡Miles!

Exclama mi mente. En eso estoy en la Ceremonia de Elección de nuevo, ya casi es de noche. Estoy sentada en la fila de hasta adelante de Osadía. Visualizo a Jeanine desde el punto en el que estoy y trae una jeringa con un suero púrpura azulado. Llama a Miles y le susurra algo al oído mientras inyecta el suero en su espalda discretamente. Entonces los ojos azules de Miles se tornan negros y se agrandan sus pupilas, sin pensarlo, toma el cuchillo rápidamente, elige Erudición y Jeanine se lo lleva. Volteo a los lados y Cuatro y Chris ya no están, vuelvo a ver a donde se llevan a Miles y Christina y Cuatro son los que lo llevan escoltado. Van al unísono con pasos iguales y los ojos en blanco.

Están en una simulación

Pienso y me levanto de la silla me dirijo al baño y entro a uno lentamente. Bajo la tapa de la taza y me subo a ésta, revisando cuidadosamente que no haya nadie en el baño. No hay nadie. Abro la rejilla que está en el techo y entro a los ductos de ventilación. Me arrastro rápidamente hacia un atajo que hay para la salida de la sede. Al salir, por fin hay aire fresco y me escabullo hacia el tren dirigiéndome a Osadía.

El aire corre muy fuerte y echa mi oscuro cabello hacia atrás empujándolo fuertemente con mi mechón rojo. Observo la ciudad cuidadosamente y hay soldados eruditos pasando por cada casa, verificando que nadie haya faltado a la Ceremonia. Me aterro un poco pero logro calmarme. Al llegar a Osadía salto rápidamente por el tejado y corro a mi habitación, tomo un par de pistolas y cuatro bolsitas llenas de balas y me echo a correr hacia los laboratorios de Erudición.

Me siento algo aterrada porque se den cuenta que escapé. No quiero que se den cuenta porque si no, no podré rescatar a Miles. Entro a los laboratorios sigilosamente y oigo pisadas detrás de mí, volteo y es Katniss.

—Te vengo a ayudar—susurra y señala el arco que lleva en la espalda con un carcaj de flechas.

—Gracias—susurro y escuchamos voces a unos cuantos metros volteamos y es Jeanine, no nos ha visto, lleva a Miles junto con Chris y Cuatro.

Veo una puerta detrás de mí así que la abro sigilosamente y entro rápido, Kat entra igual y emparejo la puerta. Observamos a Jeanine y pasa dudosa pero niega con la cabeza y continúa caminando. Salimos cuando Jeanine está a punto de doblar en el pasillo y seguimos detrás de ella sigilosamente. Va a entrar a una puerta que parece una bóveda entonces cuando entra y se está cerrando corro y logro pasar, a Katniss se le queda atorado el arco y no puede quitarse.

Al cerrarse la puerta Jeanine volteó y nos vio.

—Con que salvando a Miles ¿eh?—dice macabramente.—¿Lo puedes salvar de esto?

Asiente y salen unos guardias de la puerta trasera con armas y disparan a Miles...

—Tris, despierta.—alguien me mueve el hombro.—Tris.

Abro los ojos y me encuentro en la Ceremonia de Elección, es mediodía y todo está bien. Sólo fue un sueño, no fue real.

—Miles Thompson—dice Jeanine.

Mi corazón se detiene...

Miles camina y Jeanine le va a susurrar algo, él se aparta de ella y toma el cuchillo, se corta la mano y elige Osadía. Siento un alivio en mí y Tobias suspira. Se viene a sentar con nosotros.

—Hiciste lo correcto—digo aliviada.

Pero me doy cuenta que Jeanine nos observa y que en ningún lado estaremos a salvo...

Es real, y no lo es (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora