Capítulo 21

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Tris POV
Veo a la amiga de Madge, Katniss Everdeen. ¿Qué tantas cosas habrá hecho en esos Juegos? ¿Por qué tanta crueldad? ¿Habrá matado a la mayoría? Tengo muchas preguntas en mi cabeza, pero no tengo tiempo de razonarlas ahorita.

—Emm... Hola Katniss—dije

—Katniss ella es una chica que acabo de conocer que creo que no es de por aquí—dijo Madge

—Hola, ¿cómo te llamas?—me dijo Katniss

—Beatrice Prior, dime Tris

—¿Sabes cazar?

—No—me sentí apenada al decir esto.

—¿Madge ya te explicó todo lo de los Juegos y el Capitolio?

—Sí me acaba de explicar un poco.

—Bueno, este país es Panem. Gobernado por el presidente Snow, un señor anciano de barba y cabello blanco que adora el blanco y la perfección, y lo odio. Su aliento huele a sangre y a rosas, más a sangre. Este es el Distrito 12, destrozado por los agentes de La Paz, unos soldados del Capitolio, antes conocido como Chicago, hace como unos 100 o 50 años. ¿De dónde vienes?

—Vengo de Chicago, hay un experimento ahí para resolver un daño en los genes, yo estuve en ese experimento pero escapé.

—Ya he oído hablar de eso, sólo es pura tontería inventada por el Capitolio. No hay ningún daño genético, lo hacen por diversión solamente, al igual que los Juegos del Hambre.

—¿Cómo ganaste?—pregunto y oigo una pala enterrándose en la nieve, veo a un chico algo rubio que está escarbando para tomar unas flores.

—La pregunta correcta sería "¿cómo ganamos?"—frunzo el ceño— Sí, el chico que ves allá ganó los Juegos conmigo. ¡Ven Peeta!

El chico se acerca con unas flores en la mano.

—¿Ustedes dos ganaron los Juegos?

—Sí así es—dijo el chico, que al parecer se llama Peeta—deja me presento, soy Peeta Mellark.

—Yo soy Beatrice Prior, Tris.

—Un gusto Tris—dijo el chico sonriendo y soltando risitas.

—¿Cómo ganaron?

—Eso me lo pregunto yo también, bueno Katniss se alió con una pequeña de 12 años llamada Rue, del Distrito 11. Rue era muy lista y desgraciadamente un chico llamado Cato la...—se le rompió la voz. Volteo a ver a Katniss y se está secando las lágrimas—bueno y Katniss me salvó la vida a mí. Se supone que sólo se podía un vencedor, desafiamos al Capitolio diciendo que nos íbamos a comer unas bayas venenosas para morirnos al mismo tiempo y que no tuvieran vencedor. Nos detuvieron y nos declararon vencedores.

—A los trágicos amantes del Distrito 12—dijo Katniss y Peeta esbozó una sonrisa.

—¿trágicos amantes?—pregunté

—Sí, yo me enamoré de Katniss desde hace ya tiempo y lo confesé en una de las entrevistas a es de los Juegos y nos declararon amantes trágicos.

—Me he perdido de muchas cosas, debí de haber escapado de la valla desde antes.

—Bueno, ¿quieren comer ardilla?—dijo Katniss saliendo del tema y deshaciéndose de su nudo en la garganta.

—Sí—dijimos Peeta y yo al unísono. Supongo que deben de cocer la ardilla porque no comería una ardilla cruda.

Cruzamos una cerca eléctrica que al parecer está apagada y nos dirigimos al bosque, prendemos una fogata y preparamos la ardilla. Katniss y Peeta me cuentan su historia de los Juegos del Hambre. Se nota que les dejaron recuerdos muy malos y otros inolvidables.

—Sé que no es apropiado hacer esta pregunta, pero, ¿ustedes dos se aman?—pregunto dudosa. Ya que por lo que me han contado lo hacían por fingir pero, hay momentos que se ve que no fueron fingidos.

Katniss mira a Peeta y él a ella.

—Yo a ella sí...

Katniss no miró a Peeta y cambió el tema. Sé que debe de haber algo en su interior por Peeta.

—Ya se terminó de calentar la ardilla ¡A comer!—dijo Katniss evadiendo el tema.

Quisiera evitar esto pero no tengo alternativa.

—¿Peeta nos puedes dejar a Katniss y a mí sólo un minuto a solas?—le pregunté, él asintió y le di su trozo de ardilla.

Cuando Peeta se fue tengo toda la seguridad de preguntar de nuevo.

—¿Lo amas?

—Bueno, yo no estaría aquí si no fuera por él. Te tengo que contar algo, un día en la lluvia yo no tenía nada de comer. Él era panadero, medio quemó un pan para dárselo a los cerdos que estaban al lado de su casa, me vio y me lo dio. Su madre era muy estricta y lo golpeó por no haberle tirado el pan a los cerdos. En la escuela lo atrapaba observándome a cada rato. En los Juegos Haymitch, mi mentor, también vencedor de los Juegos del Hambre, me dijo que aún así tenía que fingir estar enamorada de Peeta para conseguir patrocinadores. Al principio fingí, después no era desagradable actuar, al final terminé actuando sin darme cuenta de que no estaba fingiendo en realidad. Estaba enamorada de verdad, es algo cursi pero, no me arrepiento de haberlo conocido. Y ahora la respuesta a tu pregunta...—se detuvo a revisar si alguien la estaba observando o escuchando y continuó—Si—dijo susurrando—Pero por favor no quiero que lo digas

—Lo prometo, pero, ¿por qué no quieres que nadie sepa?

—Porque tengo miedo de que Peeta me rechace o que en realidad el no me ame.

—Créeme, yo pasé por lo mismo. Hay alguien, llamado Tobias Eaton. En el experimento hay varias facciones que describen tu personalidad, él era de Abnegación, cosa que nadie sabía. Yo igual era de Abnegación. Nunca lo conocí en Abnegación. Él es mayor que yo por 2 años, él se trasladó de Abnegación a Osadía. Después me trasladé yo y ahí lo conocí, fue mi instructor, él me gustaba, pero yo nunca estuve segura de gustarle, y ahora, somos novios.—Me sonrojé al decir esto—Confía en ti misma.

—Y, ¿cuándo conoceré al famoso Tobias Eaton?

—Si quieres te llevo al Capitolio para que lo conozcas.

—Okay, pero antes hay que llamar a Peeta.

—¡Ven Peeta!—grité y Peeta apareció rápidamente, muy asustado.

—¿Qué pasó?—pregunta Katniss

—Katniss no me lo vas a creer es algo terrible...

Es real, y no lo es (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora