Tobias POV
Tris no se quiere ir, y ya se por qué. Está frente al abismo, y si se quiere tirar, no la detendré, pero tampoco me quedaré aquí, me tiraré con ella y moriremos juntos. Pero no sé todavía si lo va a hacer o no. Es capaz de hacer todo por Peter, por un momento me dan ganas de tirarme al abismo, doy un paso adelante y Tris me agarra del brazo.—No, no lo hagas, yo tampoco lo haré si tú no lo haces ¿Okay?—dice
—Okay.
—Quedémonos un rato más, y haz conmigo lo que acabo de hacer, sé libre conmigo. Desahógate—dice dándome un beso en la mejilla y echándose a correr hacia el tejado, el que al saltar de él, caes a una red.
Aunque va corriendo unos 2 metros más adelante que yo, se escuchan sus sollozos, y de vez en cuando levanta la mano para secarse las lágrimas. Creí que al ser libre, iba a olvidarse cuando menos un segundo de Peter. Pero ahora me doy cuenta de que no lo hará mientras viva. Corremos más rápido y llegamos al tejado. Saltamos con los dedos entrelazados y rebotamos en la red.
—¿Cómo te llamas?—pregunto, intentando revivir ese hermoso momento.
—Umm...
—Piénsalo bien, ya que sólo hay una oportunidad—digo esbozando una sonrisa
—Tris
—Primera saltadora ¡Tris!—grito esbozando una sonrisa grande.
La agarro de la cintura y le digo en voz baja:
—Bienvenida a Osadía.
Me sonríe y se va corriendo, la sigo. Va hacia el edificio Hancock, a la tirolina. Pero sigo teniendo miedo a las alturas. Sigue sollozando, creo que no es buena para mentir, u ocultar sus sentimientos. Corre más lento y llegamos al edificio. No hay nada de que sostenerse, sólo está el cable de la tirolina y ya. Tris se desata la chaqueta de la cintura y la coloca encima del cable.
—¿Estás loca?—pregunto, dando pasos hacia atrás.
—No.
—Eres una maniática.
—No, soy una Osada, al igual que tú. Pero no pareces—dice y me estrecha su pequeña y fuerte mano. Me limito a agarrarla y sostenerme de los extremos de su chaqueta. Ella pone sus manos encima de las mías y nos lanzamos. Siento el viento en la cara, es la primera vez que disfruto de lanzarme de la tirolina, mientras que Tris sigue sollozando discretamente. Caemos desde unos 12 metros de altura porque Tris suelta uno de los extremos de la chaqueta, ella cae de pie,
aunque tambaleándose, mientras que yo ya estoy corriendo hacia la Noria. Me sigue y me rebasa. Decido no rebasarla, para que no sepa que la escucho sollozar. Cada vez solloza más fuerte. Llegamos por fin a la Noria y escalamos.—¿Tienes miedo a las alturas?
—Todos le tenemos miedo a algo.
Sonrío, pero ella sigue sollozando.
—Cuatro, hay un último lugar que quiero visitar—dice y empiezo a bajar los escalones de la Noria, al igual que ella, sólo que de dos en dos.
Bajamos y me dice el lugar al que quiere ir:
—Abnegación—dice y empieza a correr hacia el tren. La sigo y ahora si la rebaso.
—Mira, creo que serías apta para Verdad, ya que no sabes mentir ni ocultar sentimientos—digo en forma de broma, sonriendo, pero no se lo toma a juego y se limita a ver a otro lado, sollozando.
Llegamos y saltamos al tren, la sostengo como lo hice la primera vez que saltó a un tren y me abraza. Llora, llora muy fuerte hasta llegar a Abnegación. Salta secándose las lágrimas, aunque eso no afecta su aterrizaje al suelo. Al llegar se dirige rápidamente a su antigua casa, casa, porque no es su hogar. Su hogar era Osadía, hasta que se acabaron las facciones. Se dirige al cuarto de Caleb y empieza a gritar.
—¡Tú no! ¡Tú no! ¡Peter!—grita. Creo que se refiere a que quiere que Peter sea salvado en vez de Caleb. Agarra un libro y lo destroza, después se agarra el cabello y se tira a la cama, sollozando.—Peter...
Me recuesto y la abrazo, hasta que se tranquiliza y se levanta. La llevo de la mano y nos vamos a mi casa. Llego a mi cuarto y sostengo la escultura que mi madre me dio. La llevo en la mano y nos vamos de ahí. Corremos de nuevo hacia el tren y se sienta, esconde la cabeza entre las rodillas y las rodea con sus brazos. La rodeo con mi brazo y acaricio su pelo, rubio y lacio, hermoso. Esperamos, a que el tren llegue hasta la enfermería, afuera de la valla. Tardamos una media hora, en silencio, esperando.
—Tris, ¿Lo amas? Dime la verdad—le pregunto y por fin muestra su cara.
Se queda unos segundos callada y después responde:
—Si amar, se puede referir a querer muchísimo como amigo a una persona, sí. Pero si amar te refieres a que esté enamorada de él, te equivocas.
—Lo besaste—digo, se me escapa de la boca, parezco un veraz. Bocón.
—¿Qué?
—Sí, después te lo llevaste a la enfermería.
—Eso era darle respiración boca a boca, y era para revivirlo.—dijo sollozando
—Le acariciaste el pelo—bocón de nuevo
—Lo aprecio, pero nada más. Y, ¿qué hay de Nita?
—Me ama, pero yo a ella no.
—¿Y qué si tú fueras yo, y Peter fuera Nita?—pregunta, esta vez mirándome a los ojos.
—Preferiría que salvaran a Caleb—digo, poniendo la frente en alto.
Me recuesto en el rígido suelo del tren y mantengo los ojos abiertos, viendo las estrellas. Se recuesta en mi pecho, como hizo con Peter y solloza, hasta quedarse dormida. Mientras duerme le acaricio los pómulos y el cabello. Pasamos cuatro veces por la enfermería, pero Tris sigue dormida, así que la dejo dormir.
—Peter—dice y empieza a sollozar—Peter llévame contigo—dice, pero me doy cuenta de que está dormida.
Le empiezo a sacudir el hombro despacio, hasta que despierta. Se seca las lágrimas y me abraza, nos levantamos y ya vamos pasando por la enfermería. Saltamos rápidamente y corremos hacia las puertas.
—¿Estás lista?—pregunto
—Eso creo...
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Es real, y no lo es (Divergente)
FanfictionSoy Beatrice Prior, y no he muerto. Mi vida aquí no es igual, pero nada es perfecto. Muchas cosas han cambiado, pero nada es mejor ni peor, en mi punto de vista. Todos hemos cambiado, todos por una razón en particular, todos por la misma razón. Mi v...