Capítulo 29

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Tobias POV
Alguien toca a la puerta, me estoy terminando de vestir, salgo y Tris me dice que abra. Abro la puerta y me encuentro con alguien inesperado: Marcus. Lo primero que se me ocurre es ¿cómo escapó? Pero no me ataca ni nada, sólo da un anuncio:

—Hay noticias—dice

—¿Buenas o malas?—pregunto.

—Vengan a averiguarlo—dice y Tris se levanta de su cama, tambaleándose un poco y por fin ve el rostro de mi padre. Me doy cuenta porque se sorprende un poco.

Salimos de la habitación y lo seguimos, me dan ganas de apuñalarlo pero estoy agarrando a Tris, el efecto del alcohol no ha pasado como esperaba.

—¡Hey Marco!—grita Tris y la interrumpo.

—Marcus—digo en voz baja, pero no susurrando.

—¡Bueno tú Marcus! ¿Cómo escapaste?—pregunta y Marcus no le dirige la mirada, sigue caminando pero más lento.

—No escapé, me liberaron, Jeanine. Dijo que Caleb le había dado la orden de liberarme.—dijo avanzando como antes.

—¡Maldito Caleb lo voy a...—dice Tris pero se calla—no puedo matar a alguien que ya está muerto—dice en un tono de voz más bajo y bajando la mirada.—no puedo matar a alguien que ya está muerto—repite una y otra vez susurrando.

—Marcus, ¿te puedes apurar? ¿Cuál es la noticia?—pregunto

—Ya lo verán—dice y sigue caminando, sigo caminando con Tris, pero le suelto el brazo. Sigue repitiendo no puedo matar a alguien que ya está muerto y mirando hacia el suelo.

Me acerco a su oído y susurro:

—Hey, ¿por qué tan seria? Eh guapa.—intento sonar como cuando le dije que estaba guapa y yo estaba borracho. Me mira, seria.

—Porque, nos tenemos que ir de aquí—dice susurrándome al oído—esto es una trampa.

Al escuchar esto entrelazo sus dedos con los míos, aparte de que se percibe una sensación cálida, lo hago para contar con los dedos hasta tres y que corramos.

Uno... Dos... Tres...

Corremos rápidamente hacia un pasillo que hay a la derecha, Marcus tarda unos segundos en darse cuenta de que habíamos escapado, vemos una puerta y entramos. Cerramos la puerta con llave y suspiramos. Parece el cuarto de una persona, pero por lo que veo no creo que viva nadie aquí, al menos, no creo que regrese en unas dos horas. Sólo hay un pantalón de hombre, una camisa roja, unos zapatos cafés, blusa verde, pantalón de mujer color naranja y hay tres pares de gafas de sol y dos gorras. Hay una cama y cajones vacíos, al parecer no hay baño. Hay otra puerta, pero Marcus no puede entrar ya que esa otra puerta viene de otro edificio (por lo que se ve en las ventanas)

—¿Ya no estás borracha?—digo y miro a Tris a los ojos.

—Ya no—dice y me mira a los ojos fijamente, veo sus hermosos ojos. Son lo más hermoso que he visto, de un color hermoso, más hermosos que un arcoíris, más hermosos que un paraíso, son hermosos. Jamás los había visto así, con atención.

—Que bueno—digo y esbozo una sonrisa, como ella las llama "sonrisas encantadoras".

Me abraza y yo igual a ella, nos miramos unos segundos, intercambiando el aliento. Nos besamos, ya extrañaba eso. Siento un cosquilleo que pasa por todo mi cuerpo, una calidez. Nos separamos por la falta de aliento, como siempre.

—¿Crees que nos encuentren?—pregunta Tris y yo miro por toda la habitación pero no veo ninguna cámara de seguridad. Voy hacia la otra puerta e intento abrirla, no se puede. Tiene seguro y está por fuera, así que se puede decir que de algún modo estamos a salvo.

—No lo creo—digo dirigiéndome a la cama, me siento en el borde y Tris en el otro. Está deprimida.

—Mira, puedes confiar en mí, ¿qué te pasa?—digo tranquilamente acercándome a ella.

—Es que, la verdad, no estoy feliz de que Caleb haya muerto. Y no sólo porque Christina nunca me va a volver a hablar en toda la eternidad, sino porque también era mi hermano y lo quería. Ya lo sé, me quiso matar, colaboró para matarme. También se sacrificó por mí, y no por amor, por culpa. Morí por su culpa, porque él tenía miedo de arriesgarse, y yo tuve que arriesgarme, pero por la tuya me salvé. Me ocultó muchas cosas. Y lo sé, hay más cosas en la lista pero hay una más, es mi hermano y lo quiero.

—Mira, Christina te va a volver a hablar, te perdonará. Es tu hermano, lo entiendo, pero es un traidor, y si te das cuenta no parecía amarte como tú a él.

—Pero tampoco me arrepiento de que hayan salvado a Peter ¿estás celoso?—pregunta

—Mira, es obvio que me pongo celoso de Peter, pero también estoy feliz de que esté vivo ¿sabes?—digo y suspiro—si no fuera por él, no estarías aquí en este momento.

—Tienes razón, Peter fue una mejor opción.

—Sí, lo sé. Oye, creo que debemos... Ya sabes—digo señalando la ropa que estaba en el cuarto, sabe a lo que me refiero. Toma la ropa de mujer y yo tomo la de hombre, nos ponemos de espaldas y nos cambiamos, nos cambiaríamos en privado si hubiera baño, pero la buena noticia es que ninguno de nosotros se voltea a ver hasta estar totalmente vestidos, bueno, no totalmente, estaba terminando de ponerme la camisa,
pero no es como lo de... la otra vez. Lo de su miedo que superó, ya saben...

—¿Qué? ¿Estabas pensando en eso?—pregunta, entró en mi mente.

—No—digo y me termino de poner la camisa. Nos ponemos las gafas de sol y las gorras. Hay un poco de maquillaje así que Tris usa un maquillaje de color de piel oscura y se ve totalmente diferente, me maquilla pero no como mujer, obvio, sino como un hombre totalmente normal. Me dibuja barba, aunque se ve muy creíble y lo difumina, para que se vea bastante real, y se ve. Entonces tocan la puerta.

—¿Quién es?—pregunto haciendo una voz aguda, intentando que sea diferente.

—Somos Katniss y Peeta—dice Katniss, su voz es reconocible así que abro rápidamente, los dejo pasar y cierro de nuevo con seguro.—Traigo algo para que no nos reconozcan.

Trae una mochila con ropa, capuchas y pelucas.

—Las robé en el camino—dice Katniss

—¿Por qué?

—Cuatro, nos están buscando, Christina y los demás no lo saben, pero nosotros sí—dice Peeta.—Tomen, las pelucas.

Tris agarra una peluca de color negro y se la pone, es cabello muy largo y después agarra unas tijeras del tocador y lo cambia un poco, se hace un fleco, recoge el cabello en una trenza y se ve totalmente diferente. Yo tomo una peluca para hombre, algo extraño, es rubia me la pongo y Katniss me maquilla las cejas rubias, me veo diferente. La verdad se ve muy creíble la apariencia.

Katniss saca una peluca de su mochila cuando en eso se escucha que le quitan el seguro a la puerta que da a otro edificio. Nos paralizamos y retrocedemos poco a poco.

La puerta se abre y está una persona. Alguien que conocemos...

Es real, y no lo es (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora